sábado, 17 de enero de 2015

CUANDO UNO CONOCE LO QUE ESTÁ POR ENCIMA DE TODO DEJA TODO LO SUPERFICIAL Y PASAJERO

Juan 4:9-14, 27-29 Génesis 41–42 ; Mateo 12:1-23 De todos modos, dejar cosas no es siempre algo malo. En Juan 4, leemos sobre una mujer que había ido a buscar agua a un pozo. Sin embargo, ese día, después de encontrarse con Jesús, cambió inmediatamente de objetivo. Dejó el cántaro de agua y regresó a la ciudad rápidamente para contarles a otros lo que el Señor le había dicho (vv. 28-29). Aun su necesidad física de agua perdió sentido frente a la oportunidad de hablarles a otros sobre el Hombre a quien acababa de conocer. Pedro y Andrés hicieron algo parecido cuando Jesús los llamó: dejaron sus redes de pesca (que eran su medio de ganarse la vida) y siguieron al Señor (Mateo 4:18-20). Jacobo y Juan también dejaron sus redes, su barca e incluso a su padre, cuando Jesús los llamó (vv. 21-22). Nuestra nueva vida, siguiendo a Jesucristo, tal vez implique dejar algunas cosas, incluso aquellas que brindan satisfacción durante algún tiempo. Aquello que anteriormente deseábamos no puede compararse con la vida y el «agua viva» que ofrece Cristo. —Cristo mostró su amor al morir por nosotros; nosotros mostramos el nuestro al vivir para Él.

lunes, 12 de enero de 2015

NUNCA ES TARDE CUANDO LA DICHA ES BUENA

Juan 3:1-8, 13-16 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?… —Juan 3:4 Muchos idiomas tienen dichos sobre la dificultad de cambiar hábitos antiguos. En inglés: You can’t teach an old dog new tricks [Perro viejo no aprende trucos nuevos]. En francés: Ce n’est pas a un vieux singe qu’on apprend a faire la grimace [Mono viejo no aprende a hacer muecas]. En español: Loro viejo no aprende a hablar. Cuando Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer de nuevo para poder ver el reino de Dios, él respondió: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?» (Juan 3:3-4). El profesor y escritor Merrill Tenney propone que Nicodemo quiso decir lo siguiente: «Reconozco que es necesario un nuevo nacimiento, pero soy demasiado viejo para cambiar. Ya tengo un estilo de vida. El nacimiento físico es imposible, y el renacimiento psicológico es aun menos probable […]. Mi situación no tiene salida». La respuesta de Jesús incluyó estas palabras: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (v. 16). Esta es la propuesta para una nueva vida y un nuevo comienzo para todos: jóvenes o viejos. Independientemente de tu edad o situación en la vida, con el poder de Dios, nunca es demasiado tarde para cambiar. —Padre, gracias por tu fidelidad para seguir enseñándonos nuevos caminos; tus caminos. Cambiar es posible porque Dios es poderoso.

viernes, 9 de enero de 2015

MUTUO ENCANTO DEL ESPOSO Y DE LA ESPOSA

Cantares 6:1-13 La Biblia Dios Habla Hoy Coro 6 ¿A dónde se ha ido tu amado, hermosa entre las hermosas? ¿A dónde se ha dirigido? ¡Iremos contigo a buscarlo! Ella 2 Mi amado ha ido a su jardín, a su jardín perfumado, a apacentar su rebaño y cortar las rosas. 3 Yo soy de mi amado, y él es mío. Él apacienta sus rebaños entre las rosas. Quinto canto Él 4 Tú, amor mío, eres hermosa y encantadora como las ciudades de Tirsá y Jerusalén; irresistible como un ejército en marcha. 5 ¡Deja ya de mirarme, pues tus ojos me han vencido! Tus cabellos son como cabritos que retozan por los montes de Galaad. 6 Tus dientes, todos perfectos, son cual rebaño de ovejas recién salidas del baño y listas para la trasquila. 7 Tus mejillas son dos gajos de granada escondidos tras tu velo. 8 Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas y muchísimas las doncellas, 9 pero mi palomita virginal es una sola; una sola es la hija preferida de la mujer que la dio a luz. Al verla, las jóvenes la felicitan; reinas y concubinas la alaban. Coro 10 ¿Quién es ésta que se asoma como el sol en la mañana? Es hermosa como la luna, radiante como el sol, ¡irresistible como un ejército en marcha! Ella 11 Fui al bosque de los nogales a admirar el verdor en el arroyo; quería ver los brotes de los viñedos y las flores de los granados. 12 Después ya no supe qué pasó hasta que me vi en un carro junto a mi príncipe. Coro 13 (7.1) ¡Regresa, Sulamita, regresa! ¡Regresa, queremos verte! Ella ¿Y qué quieren ver de la Sulamita? Coro ¡Una danza, como en los campamentos!