jueves, 26 de mayo de 2016

ORACIÓN QUE VALE…, Y ES A NUESTRO FAVOR…, GRACIAS A DIOS.

Juan 17:11 11 »Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que yo me voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. La hizo Nuestro Señor Jesucristo y no me cabe la menor duda que fue, es y será así. ¡CUIDADOS! Acá el Señor tiene que hacer el viaje que todos esperamos hacer algún día…, o sea a la mismísima presencia de Dios. Hasta ese momento El estaba a cargo muy diligentemente del rebaño…, pero tiene que pasar a otra etapa en su vida y podríamos decir a la final… Ahora, como El conoce a su rebaño sabe que la reacción del mismo no iba a ser muy tranquila que digamos ante su ausencia; acá como en toda Santa Escritura hay varias lecturas pero miremos la siguiente: El se elevaba pero no nos dejaba huérfanos o sea le pidió Al Padre que nos cuidara…, sigamos fijándonos a quién le pidió… ¡AL PADRE! A alguien que única y realmente merece toda nuestra confianza y que llevaría más que a la perfección esa acción. Para esto debía llegarnos Dios en una de las manifestaciones mas sublimes de su existencia y que con El mismo siguiera teniendo el control de TODO… ¡Gloria a Dios! Por su ¡Espíritu Santo! Con ésta manifestación se cumpliría todo lo anunciado por miles de años desde el principio de todas las cosas o sea todas las profecías, promesas, enseñanzas y obra del Señor con su verdadero significado; se instalaba más perfectamente el Reino de los Cielos con todos sus cuidados para la Iglesia del Señor Jesucristo. Pero hay una condición…: Hay que pertenecer al Señor Jesucristo para que se cumpla esta palabra… ¿como sabemos? Hay que vivir en contacto con nuestro Salvador y Señor Jesucristo sintiendo su presencia siempre y si no es así buscarlo permanentemente como cuando buscamos algo que queremos mucho…. A EL sea la gloria, honra y poder por los siglos de los siglos. Amén.

domingo, 8 de mayo de 2016

DIOS SABE LO QUE HACE

Hay ocasiones en nuestra vida, en las que nos toca experimentar sentimientos de desesperación al ver que eso que tanto deseamos no llega, y es que es tan difícil esperar, porque por mas mensajes o palabras que nos dicen las demás personas solo quien está esperando sabe lo que está pasando en su vida, cada pensamiento y cada sentimiento que hay en su mente y en su corazón, cada lágrima y cada suspiro que con el pasar del tiempo nos hace pensar que estaremos así por mucho tiempo. Lo cierto es, que por cada cosa que pedimos o anhelamos, hay un tiempo de espera y eso es inevitable, por mucho que nos desagrade la idea, es como hornear un pastel, comenzamos a preparar los ingredientes y se nos pasa el tiempo, pero llega la hora de colocarlo en el horno y tiene que transcurrir un tiempo prudente, el necesario para que nuestro pastel quede perfecto, no podemos sacarlo antes porque quedaría crudo y mucho menos olvidarnos que está en el horno porque estaría quemado, entonces vemos que no necesitamos ni mas ni menos tiempo, solo el necesario. Así es la espera en Dios, al momento de exponerle tu necesidad o petición, Él comienza a preparar todo, Él es quien lleva a cabo el proceso para cocinar tu respuesta, y es cierto, mientras esperamos, andamos por ahí dando vueltas y pensando para cuando estará lista, vemos que pasa el tiempo y se nos hace tan largo, y hasta algunas veces pensamos en la posibilidad de que a Dios se le olvidó, o que está tan ocupado atendiendo otros asuntos que nuestra petición tardará un poco más. En primer lugar, Dios jamás se olvida de algo, y en segundo lugar ¿acaso crees que no es lo suficientemente poderoso para responder a las necesidades de cada persona al mismo tiempo?, para Él no hay peticiones pequeñas o grandes, puesto que se basa en la confianza del corazón, y con esto no quiere decir que si confías más llegará antes, o si no confías se tardará mas, es solo que Dios sabe cuando estará lista tu respuesta, el confiar nos ayuda a esperar con paciencia y tranquilidad, con la seguridad que todo llegará en el momento adecuado, porque: Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Eclesiastés 3:1 Dios no llega antes, ni después, porque solo Él sabe cuando y de que manera es mejor para nosotros, Él es el dueño del tiempo y del espacio, del mundo y de lo que en el habita. Es difícil no tener la fecha en que todo este proceso terminará, pero es tan reconfortante saber que Dios tiene el control absoluto de todo, que no hay nada que pueda impedir ni estorbar en lo que Él hará, a pesar de lo mucho o poco que ha pasado, por que sabes…