martes, 27 de septiembre de 2016

DIOS CUIDA A SUS HIJOS

Lucas 12:22-34 22 Después dijo Jesús a sus discípulos: «Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. 23 La vida vale más que la comida, y el cuerpo más que la ropa.24 Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen granero ni troje; sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! 25 Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? 26 Pues si no pueden hacer ni aun lo más pequeño, ¿por qué se preocupan por las demás cosas? 27 »Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. 28 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡cuánto más habrá de vestirlos a ustedes, gente falta de fe! 29 Por tanto, no anden afligidos, buscando qué comer y qué beber. 30 Porque todas estas cosas son las que preocupan a la gente del mundo, pero ustedes tienen un Padre que ya sabe que las necesitan. 31 Ustedes pongan su atención en el reino de Dios, y recibirán también estas cosas. Riqueza en el cielo 32 »No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. 33 Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir.34 Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón. Dios puso en el Edén al hombre y le proveyó de todo lo necesario, lo que tenía que hacer la imagen de Dios era lo mínimo que fue ponerle nombre a los animales y comer de todos los frutos que había en el huerto menos uno…, cuando el hombre al desobedecer pierde esa posición de privilegio debe ir a ganarse su pan con el sudor de su frente como castigo… hasta que Dios restaura con Jesucristo al hombre a la misma posición que tenía al principio…, pasando a proveerle de todo lo necesario. Pero nuevamente el hombre es tentado y subyugado a desobedecer a Dios buscando por sus medios acumular riquezas sin saber si las va a poder disfrutar él o sus descendientes desoyendo el consejo de Dios de compartir con los necesitados las riquezas que El Señor compartió con toda la humanidad en Cristo… y volvemos a ver personas que no viven la verdadera vida en abundancia que Cristo vino a traer que no es en cantidad de cosas que uno pudiera disponer sino en calidad de vida y tampoco cantidad de años sino en el tiempo que Dios dispusiera pero en el ritmo del Padre que es sintiéndose completos en todas sus áreas personales como el apóstol Pablo revelándole lo que significaba la verdadera riqueza que es la ausencia de alguna necesidad compartiendo y ayudando al necesitado. Alguien dijo que cuando El Señor se fue a preparar lugar para nosotros y que esta registrado…, a partir de ese momento está comenzando a edificar nuestra morada en base a las riquezas que enviamos desde aquí y bueno algunos se van a encontrar con grandes mansiones porque enviaron muchas riquezas haciendo mucho en obras vivas y no muertas acá en la tierra, mientras que otros se encontrarán con edificaciones muy precarias porque a través de sus obras vivas realizadas acá en la tierra no alcanzó para realizar otra morada mejor…

jueves, 22 de septiembre de 2016

LA PUERTA DEL CIELO

Entrad por sus puertas con acción de gracias […]; alabadle, bendecid su nombre (v. 4). Lectura: Salmo 100 Al entrar en ciertas ciudades importantes, uno puede encontrar puertas famosas, como la Puerta de Brandenburgo (Berlín), la Puerta de Jaffa (Jerusalén) y las puertas de Downing Street (Londres). Construidas con fines defensivos o ceremoniales, todas representan la diferencia entre estar fuera o dentro de ciertas zonas de la ciudad. Algunas están abiertas; otras están cerradas para todos, excepto para unos pocos. Las puertas a la presencia de Dios están siempre abiertas. El Salmo 100 era una invitación para que los israelitas entraran en la presencia de Dios por las puertas del templo. Se les decía: «Cantad alegres […]; venid ante su presencia con regocijo» (vv. 1-2). Cantar alegres era una expresión apropiada al saludar a un monarca en el mundo antiguo. ¡Toda la tierra debía cantar con alegría a Dios! Él les había dado su identidad (v. 3). Entraban por las puertas con alabanza y acción de gracias por la bondad, la misericordia y el amor del Señor, que permanece para siempre (vv. 4-5). Incluso cuando se olvidaban de su identidad y se alejaban de Dios, Él seguía siendo fiel y los invitaba a entrar en su presencia. Las puertas en la presencia de Dios siguen abiertas, invitándonos a ir y adorar. ¿Qué debe motivarnos a adorar a Dios? ¿Qué palabras de alabanza puedes ofrecerle hoy? Aunque hay un lugar súper maravilloso al que estamos especialmente invitados a ingresar…, y una puerta no menos maravillosa… Juan 10:1-21 10 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 2 Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Jesús, el buen pastor 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. 20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos? Cuál sería la especial adoración a Dios sino la de tomar a Jesús como la Puerta para nuestro ingreso al Reino de los Cielos. La puerta a la presencia de Dios está siempre abierta y con sus brazos abiertos. Jesucristo.

sábado, 17 de septiembre de 2016

¿QUE HAREMOS?

Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: "-¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no". -"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? " -" Si."-respondió. -"¿Dónde trabaja tu padre? " -"Mi padre hace trabajos de herrería." El director pidió al joven que le mostrara sus manos. El joven mostró un par de manos suaves y perfectas. -"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? " -"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo. El director dijo: -"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana." El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos. Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó. Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro. Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo. A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director. El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?" El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller" -"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia. El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado". Está historia me hace meditar en otra…, mirando mis manos, pies y todo mi cuerpo como lo tenga en este momento…, perfecto o imperfecto pero con vida Gracias a Dios, pero para esto Alguien tuvo entregar su vida perfecta, santa y digna de vivir. Fue un perfecto sacrificio clavando en la cruz del calvario por todos los hombres y mujeres de todos los tiempos redimiendo los pecados de todos… ¿qué haremos? Esta pregunta hizo los que escucharon el mensaje de salvación para toda la humanidad: Hechos 2:36-42 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: ARREPENTÍOS, y BAUTÍCESE cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. ¿QUÉ HAREMOS?

lunes, 12 de septiembre de 2016

SED SOBRIOS, Y VELAD…

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora (v. 13). Lectura: Mateo 25:1-13 «Tengo hambre», dijo mi hija de 8 años. «Lo siento —le dije—, pero no tengo nada para que comas. Juguemos a algo». Habíamos estado esperando por más de una hora la llegada de la novia a la iglesia. Se suponía que la boda sería al mediodía. Mientras me preguntaba cuánto tiempo más habría que aguardar, esperaba mantener a mi hija ocupada hasta que comenzara la ceremonia. Sentí como si estuviéramos viviendo una parábola. Nuestra casa está a pocos pasos de la iglesia, pero sabía, que si iba a buscar unas galletas, la novia podría llegar en cualquier momento y yo no podría verla cuando entrara. Mientras empleaba varias técnicas de distracción con mi hija, pensé en la parábola sobre las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). Cinco llegaron preparadas con suficiente aceite para mantener encendidas sus lámparas mientras esperaban al novio, pero cinco no. Así como era muy tarde para que yo fuera hasta nuestra casa, también era tarde para que las jóvenes fueran a comprar más aceite para sus lámparas. Jesús contó esta parábola para enfatizar que debemos estar preparados porque, cuando Él vuelva, rendiremos cuentas de cómo está nuestro corazón. ¿Estamos esperando preparados? ¿No nos estaremos confiando demasiado…? ¿Cómo esperas el regreso de Jesús? ¿Has dejado algo sin hacer que podrías haber realizado hoy? Efesios 5:18-19 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 1 Tesalonicenses 5:16-18 16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 2 Timoteo 4 Predica la palabra 4 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 1 Pedro 5:8-9Reina-Valera 1960 (RVR1960) 8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Tenemos que estar preparados para cuando Cristo venga otra vez.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA GLORIA DE DIOS

La gloria de Dios es la belleza de Su espíritu. No es una belleza estética o material, sino una belleza que emana de Su carácter, de todo lo que Él es. Santiago 1:10 hace un llamado al hombre rico para que se “gloríe en su humillación,” indicando una gloria que no tiene que ver con la riqueza, el poder o la belleza material. Esta gloria puede coronar a un hombre o llenar la tierra. Es vista dentro de un hombre y en la tierra, pero no es de ellos; es de Dios. La gloria del hombre es la belleza del espíritu del hombre, la cual es falible y eventualmente pasajera, y por lo tanto es humillación – como lo dice el verso. Pero la gloria de Dios, la cual es manifiesta en el conjunto de todos Sus atributos, jamás se desvanece. Es eterna. Isaías 43:7 dice que Dios nos creó para Su gloria. En contexto con otros versos, puede decirse que el hombre “glorifica” a Dios porque a través del hombre, la gloria de Dios puede ser vista en cosas tales como el amor, la música, el heroísmo, etc. – cosas pertenecientes a Dios que nosotros llevamos en “vasos de barro” (2 Corintios 4:7). Somos los vasos que “contienen” Su gloria. Todas las cosas que somos capaces de hacer y de ser, encuentran su fuente en Él. Dios interactúa con la naturaleza de la misma manera. La naturaleza exhibe Su gloria. Su gloria es revelada en la mente del hombre a través del mundo material en muchas formas, y con frecuencia de diferentes maneras para diferentes personas. Una persona puede quedar cautivada por la vista de las montañas, y otra persona puede amar la belleza del mar. Pero quién está detrás de ambos (la gloria de Dios) le habla a ambas personas y las conecta con Dios. De esta manera, Dios es capaz de revelarse a Sí mismo a todos los hombres, sin importar su raza, herencia o lugar. Como dice el Salmo 19:1-4. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.” El Salmo 73:24 llama “gloria” al mismo cielo. Solía ser común escuchar a los cristianos hablar de la muerte como ser “recibido en la gloria,” la cual es una frase tomada de este Salmo. Cuando el cristiano muere, él será llevado a la presencia de Dios, y en Su presencia estará naturalmente rodeado por la gloria de Dios. Seremos llevados al lugar donde literalmente reside la belleza de Dios – la belleza de Su Espíritu estará allí, porque Él estará allí. Nuevamente, la belleza de Su Espíritu (o la esencia de Quien Es Él) es Su “gloria.” En ese lugar, Su gloria no necesitará venir a través del hombre o la naturaleza, en vez de ello será vista claramente, así como lo dice 1 Corintios 13:12, “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.” En el sentido terrenal/humano, la gloria es una belleza o vitalidad que descansa sobre lo material de la tierra (Salmo 37:20, Salmo 49:17), y en ese sentido, es pasajera. Pero la razón de su desvanecimiento es porque las cosas materiales no perduran. Éstas se marchitan y mueren, porque la gloria que se encuentra en ellas pertenece a Dios, y vuelve a Él cuando el deterioro o la muerte se adueñan de lo material. Piensa en el hombre rico que mencionamos antes. Los versos dicen, “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación, pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.” ¿Qué significa esto? El verso está advirtiendo al hombre rico, que se dé cuenta que su riqueza, poder y belleza proceden de Dios, y que se humille al recapacitar en que es Dios quien hizo lo que él es, y le dio todo cuanto tiene. Y el estar consciente de que él perecerá como la hierba, lo traerá a la conclusión de que la gloria procede de Dios. Que Dios es la fuente, el manantial de donde emanan todas las pequeñas glorias. Puesto que la gloria procede de Dios, Él no permitirá establecer la afirmación de que la gloria proviene del hombre, o de los ídolos del hombre, o de la naturaleza. En Isaías 42:8, vemos un ejemplo del celo de Dios por Su gloria. Este celo por Su propia gloria es de lo que Pablo está hablando en Romanos 1:21 cuando habla sobre las maneras en las que la gente adora a la criatura en vez de al Creador. En otras palabras, ellos miran al objeto a través del cual procede la gloria de Dios, y en vez de dar a Dios el crédito por ello, ellos adoran a ese animal, o árbol u hombre como si la belleza que poseyeran se hubiera originado dentro de ellos. Este es el corazón mismo de la idolatría y es un hecho muy común. Todo aquel que haya vivido, ha cometido este error en uno u otro momento. Todos nosotros hemos “cambiado” la gloria de Dios a favor de la “gloria del hombre.” Este es el error que mucha gente continúa haciendo: confiando en cosas terrenales, en relaciones terrenales, en sus propios poderes, talentos o belleza, o en la bondad que ven en otros. Pero cuando estas cosas se desvanecen y caen como lo harán inevitablemente (siendo sólo contenedores temporales de la gloria mayor), esta gente cae en la desesperación. Lo que todos necesitamos considerar es que la gloria de Dios es constante, y que los que viajamos a través de la vida, la veremos manifestada aquí y allá, en esta persona, o ese bosque, o en una historia de amor o heroísmo, ficticia o no, o en nuestras propias vidas. Pero al final, todo eso regresa a Dios. Y el único camino a Dios es a través de Su Hijo, Jesucristo. Es en Él donde encontraremos la fuente misma de toda la belleza en el cielo, si estamos en Cristo. Nada será una pérdida para nosotros. Todas esas cosas que se desvanecieron en la vida, las encontraremos nuevamente en Él.