jueves, 27 de octubre de 2016

PASO A PASO

Por órdenes del Señor, Moisés iba anotando cada etapa y cada lugar al que llegaban… (v. 2 RVC). Lectura: Núm 33:1-15, 36-37 Números 33 tal vez sea un capítulo de la Biblia que leemos sin reflexionar en lo que dice. Al parecer, es solo una larga lista de lugares por donde peregrinaron los israelitas desde Ramesés, en Egipto, hasta los campos de Moab. Sin embargo, seguramente es importante porque es la única porción de Números con estas palabras: «Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato del Señor» (v. 2). ¿Por qué guardar un registro de estas cosas? ¿Podría ser para que los israelitas que dejaban el desierto pudieran pensar en los 40 años de peregrinación y recordar la fidelidad de Dios en cada etapa? Imagino a un padre israelita sentado junto a una fogata recordando con su hijo: « ¡Nunca me voy a olvidar de Refidim! Estaba muerto de sed, y solo había arena por todos lados. Entonces, Dios le dijo a Moisés que golpeara una roca con su vara. Pensé que sería inútil, pero, ante mi sorpresa, ¡brotó agua de la piedra! Y miles bebimos y no tuvimos más sed» (ver Salmo 114:8; Números 20:8-13; 33:14). Entonces, ¿por qué no intentarlo? Reflexiona en tu vida, paso a paso, y recuerda todas las formas en que Dios te ha demostrado su fidelidad y amor desde que estuviste en el vientre de tu madre… Señor, gracias por todas tus bendiciones. Que pueda recordarlas una por una y reflexionar en tu bondad permanente en cada etapa de mi vida. La fidelidad de Dios se extiende a todas las generaciones.

sábado, 22 de octubre de 2016

¿QUE ESTAMOS HACIENDO COMO CUERPO DE CRISTO?

… en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (v. 40). Mateo 25:31-40 Hace varios años, durante una crisis económica, el pastor de una iglesia no consideró tal situación una dificultad, sino una oportunidad. Entonces, se reunió con el intendente de la ciudad y preguntó: « ¿Qué puede hacer nuestra iglesia para ayudar?». El intendente quedó sorprendido. Por lo general, la gente iba a pedirle ayuda, pero allí estaba aquel pastor ofreciéndole los servicios de toda una congregación. Juntos, elaboraron un plan para ocuparse de varias necesidades imperiosas. El año anterior, más de 20.000 ancianos no habían recibido ninguna visita. Cientos de niños sin hogar necesitaban una familia. Y muchos otros chicos precisaban ayuda en la escuela. No todo requería recursos financieros, pero sí tiempo y dedicación. Eso era lo que la iglesia tenía que dar. Hoy a la tarde participé en una marcha por las calles de una ciudad de algunas iglesias con sus familias y con una reunión final en una plaza céntrica donde se oró por las autoridades, educación y fuentes de trabajo…, todo suma. Jesús les habló a sus discípulos sobre un día futuro en que les diría a sus seguidores fieles: «Venid, benditos de mi Padre, y heredad el reino» (Mateo 25:34). Como esta frase los sorprendería, les explicó: «en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (v. 40). La obra de Dios se hace cuando damos generosamente el tiempo, el amor y los recursos que Él nos ha provisto. ¿Qué persona solitaria trae ahora a tu mente el Espíritu? ¿Puedes visitarla, llamarla o escribirle? Hazlo ya. No solo los ricos deben dar, sino todos.

lunes, 17 de octubre de 2016

DECIMOS QUE DIOS ES GRANDE Y SIEMPRE NOS QUEDAREMOS CORTOS CON EL RECONOCIMIENTO

¿Pero lo reconocemos con nuestra búsqueda de su rostro o presencia en todo momento…? ¿Cuántos reconocimientos hacemos a diario sobre Dios con nuestras palabras y nuestros hechos se alinean con ellas…? Mas [Jesús] se apartaba a lugares desiertos, y oraba (Lucas 5:16). 1 Tes. 5:12-28 Julia comenzó la clase para niños con una oración y, luego, cantaron juntos. Emanuel, de seis años, se retorcía en su asiento cuando ella volvió a orar tras presentar al maestro, Aarón. Después, Aarón empezó y terminó la clase orando. Emanuel se quejó: «¡Cuatro oraciones! ¡Yo no puedo estar sentado quieto tanto tiempo!». Si piensas que el desafío de Emanuel era difícil, mira 1 Tesalonicenses 5:17: «Orad sin cesar»; o sea, estén siempre en espíritu de oración. Incluso los adultos podemos considerar que orar es aburrido. Quizá sea porque no sabemos qué decir o no entendemos que orar es conversar con nuestro Padre. Allá por el siglo xvii, François Fénelon escribió unas palabras sobre la oración que me han ayudado: «Dile a Dios todo lo que está en tu corazón, tal como uno descarga sus alegrías y tristezas con un amigo querido. Cuéntale tus problemas para que te consuele, tus alegrías para que las equilibre, tus anhelos para que los purifique». Y agregaba: «Háblale de tus tentaciones para que te proteja de ellas; muéstrale las heridas de tu corazón para que las sane […]. Si derramas todas tus debilidades, necesidades y problemas ante Él, siempre habrá algo que decir». Crezcamos en nuestra intimidad con Dios para que deseemos estar más con Él. Señor, quiero vivir en un espíritu de oración. La oración es una conversación íntima con Dios.

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA MUJER QUE TEME AL SEÑOR, ESA SERÁ ALABADA

David y Abigail 1 Samuel 25:2-43 2 Había en Maón un hombre muy rico, dueño de tres mil ovejas y mil cabras, que tenía sus negocios en la ciudad de Carmel, donde acostumbraba trasquilar sus ovejas. 3 Este hombre se llamaba Nabal, y era descendiente de Caleb; era un hombre rudo y de mala conducta. Por el contrario, Abigail, su esposa, era hermosa e inteligente. 4-5 Cuando David, que estaba en el desierto, supo que Nabal se encontraba en Carmel trasquilando sus ovejas, envió a diez de sus criados con la orden de saludar a Nabal de su parte 6 y darle el siguiente mensaje: «Recibe, hermano mío, mis mejores deseos de bienestar para ti y tu familia y todos los tuyos. 7 He sabido que te encuentras trasquilando tus ovejas. También tú sabrás que tus pastores han estado en Carmel con nosotros, y que mientras ellos estuvieron con nosotros nunca se les molestó ni se les quitó nada. 8 Puedes preguntar esto a tus criados, y ellos te lo confirmarán. Por esta razón te ruego que tengas ahora consideración con estos muchachos, que en buen momento llegan, y que nos des, tanto a ellos como a mí, lo que tengas a mano, pues soy como tu hijo.» 9 Los criados de David fueron y transmitieron este recado a Nabal, y se quedaron esperando la respuesta. 10 Pero Nabal les contestó: — ¿Quién es David? ¿Quién es ese hijo de Isaí? ¡Hoy en día son muchos los esclavos que andan huyendo de sus dueños! 11 ¿Acaso voy a tomar la comida y la bebida y la carne que he preparado para mis trasquiladores, y voy a dárselas a gente que no sé ni de dónde es? 12 Los criados de David tomaron el camino de regreso, y cuando llegaron ante David le contaron todo lo que Nabal había dicho. 13 Entonces David ordenó a sus hombres: — ¡Todos a las armas! Sus hombres se colocaron la espada al cinto, lo mismo que David; y así cuatrocientos hombres se fueron con él, mientras que otros doscientos se quedaron cuidando el material. 14 Pero uno de los criados de Nabal fue a decirle a Abigail, la mujer de Nabal: —Desde el desierto, David envió unos mensajeros a saludar a nuestro amo, pero él reaccionó muy groseramente. 15 Sin embargo, esos hombres se han portado muy bien con nosotros. Durante todo el tiempo que anduvimos con ellos por el campo, nunca nos molestaron ni nos quitaron nada. 16 Al contrario, de día y de noche nos protegían, tanto a nosotros como a nuestros rebaños. 17 Pero como el marido de usted tiene tan mal genio que no se le puede hablar, piense usted y vea lo que debe hacer, porque con toda seguridad algo malo va a venir contra él y contra toda su familia. 18 Rápidamente Abigail tomó doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas asadas, unos cuarenta litros de grano tostado, cien tortas de uvas pasas y doscientas tortas de higos secos; luego lo cargó todo en asnos, 19 y dijo a sus criados: —Adelántense ustedes, que yo los seguiré más tarde. Sin decir nada de esto a su marido, 20 Abigail montó en un asno y, a escondidas, comenzó a bajar del monte. De pronto vio que David y sus hombres venían a su encuentro, y fue a recibirlos. 21 David venía pensando que de balde había protegido todo lo que Nabal tenía en el desierto, sin quitarle nada de su propiedad, pues él le había pagado mal por bien. 22 Así que juró: « ¡Que Dios me castigue duramente si de aquí a mañana no acabo con todos los varones parientes suyos!» 23 En cuanto Abigail vio a David, se bajó del asno y se inclinó hasta el suelo en señal de respeto. 24 Luego se echó a sus pies y le dijo: — ¡Que la culpa, mi señor, recaiga sobre mí! Yo le ruego a usted que me permita hablarle, y que escuche mis razones. 25 No haga usted caso de Nabal, ese hombre grosero, porque él, haciendo honor a su nombre, es realmente un estúpido. Siempre actúa con estupidez. Esta servidora de usted no vio a los criados que usted mandó. 26 Sin embargo, con toda seguridad, el Señor no ha permitido que venga usted a derramar sangre y a hacerse justicia por su propia mano. ¡Quiera el Señor que todos los enemigos de usted, y todos los que procuran hacerle daño, corran la misma suerte que Nabal! 27 Y ahora le ruego a usted que estos regalos que yo le he traído sean repartidos entre los criados que le acompañan, 28 y que perdone usted a esta servidora suya. Ciertamente el Señor va a mantener a usted y a su dinastía en el poder, ya que usted lucha por la causa del Señor, y en toda su vida no sufrirá ningún mal. 29 Si alguien lo persigue a usted e intenta matarlo, la vida de usted estará segura bajo la protección del Señor su Dios. En cuanto a los enemigos de usted, el Señor los arrojará como quien tira piedras con una honda. 30 Así pues, cuando el Señor haga realidad todo lo bueno que ha anunciado respecto a usted, y lo nombre jefe de Israel, 31 no tendrá usted el pesar ni el remordimiento de haber derramado sangre inocente ni de haberse hecho justicia por su propia mano. Y cuando el Señor le dé a usted prosperidad, acuérdese de esta servidora suya. 32 David le respondió: —Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te envió hoy a mi encuentro, 33 y bendita seas tú por tu buen juicio, porque hoy has evitado que yo llegue a derramar sangre y a hacerme justicia por mi propia mano.34 Pero te juro por el Señor, el Dios de Israel, que ha evitado que yo te haga daño, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, mañana no le quedaría a Nabal ni un solo varón vivo. 35 Luego David recibió de manos de ella lo que le había llevado, y le dijo: —Puedes irte tranquila a tu casa. Como ves, he atendido a tus razones y te he concedido lo que me pediste. 36 Cuando Abigail volvió a donde estaba Nabal, vio que éste se hallaba celebrando en su casa un banquete digno de un rey. Estaba muy contento y completamente borracho. Por eso, ella no le dijo nada hasta el otro día. 37 A la mañana siguiente, cuando ya se le había pasado la borrachera a Nabal, Abigail le explicó claramente lo ocurrido, y Nabal sufrió un ataque repentino que lo dejó paralizado. 38 Diez días después, el Señor lo hirió de nuevo, y Nabal murió. 39 Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: — ¡Bendito sea el Señor, que me ha vengado de la ofensa que me hizo Nabal! ¡Me ha librado de hacer lo malo, y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre Nabal mismo! Después David envió a Abigail una proposición de matrimonio. 40 Y cuando los criados de David llegaron a Carmel para hablar con ella, le dijeron: —David nos ha enviado por usted, porque quiere hacerla su esposa. 41 Abigail se inclinó hasta el suelo, en actitud de reverencia, y contestó: —Yo soy una simple servidora de David, dispuesta a lavar los pies de sus esclavos, si él así me lo ordena. 42 Después de haber dicho esto, se preparó rápidamente y, acompañada por cinco criadas, montó en un asno y se puso en camino tras los enviados de David, y se casó con él. 43 David se casó también con Ahinóam de Jezreel, y las dos fueron sus mujeres. 44 Saúl había entregado su hija Mical, la mujer de David, a Paltí, el hijo de Lais, que era de Galim.

viernes, 7 de octubre de 2016

EL TEMA CENTRAL DEL CRISTIANO ES CRISTO Y A ESTE CRUCIFICADO

… prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús (v. 12). Filipenses 3:7-12 En 1856, Charles Spurgeon, el gran predicador londinense, fundó un seminario de capacitación para el servicio cristiano. En 1923, se le cambió el nombre Universidad del Pastor por Universidad Spurgeon. En la actualidad, el escudo de la institución contiene una mano que toma una cruz y las palabras latinas Et Teneo, Et Teneor: «Me tomo y soy tomado». En su autobiografía, Spurgeon escribió: «Este es el lema de nuestra escuela. Nos […] tomamos de la cruz de Cristo con una mano enérgica […] porque esa cruz nos toma firmemente con su poder de atracción. Nuestro deseo es que todo ser humano se aferre a la Verdad y sea asido por ella; en especial, la verdad del Cristo crucificado». En su carta a los filipenses, Pablo declaró que esta verdad era el fundamento de su vida: «No que lo haya alcanzado ya […]; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). Como seguidores de Cristo, transmitimos el mensaje de la cruz a otros mientras Jesús nos sostiene firmemente en su gracia y poder. «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2:20). 1 Corintios 2 Proclamando a Cristo crucificado 2 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. La revelación por el Espíritu de Dios 6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. m 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. Jesús anuncia su muerte (Mt. 16.21-28; Lc. 9.22-27) 31 Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. 32 Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. 33 Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: !!Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. 34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. Nuestro Señor nos toma con su mano de amor todos los días… y nosotros extendemos su mensaje de amor a los demás. Señor, me aferro hoy a tu cruz. Toma mi mano. Nosotros nos aferramos a la cruz de Cristo y ella nos sostiene.

domingo, 2 de octubre de 2016

DEBEMOS RECORDAR…

Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis? (v. 21). Lectura: Marcos 8:11-21 Me he hecho un tablero para fijar recordatorios importantes ubicándolo en un lugar visible…, aunque hay un recordatorio que lo he colocado en el principal lugar de mi corazón y es el del principal y único sacrificio hecho por alguien en todos los tiempos por toda la humanidad… Porque somos muy propensos a dudar y olvidar. Por más que Jesús suplía con frecuencia las necesidades de quienes acudían a Él, sus discípulos temían que pudiera faltarles algo. A pesar de presenciar milagros, no entendieron el concepto más profundo que el Señor quería que recordaran. Una vez, mientras cruzaban el mar de Galilea, se dieron cuenta de que no habían llevado pan. Al escucharlos hablar del tema, Jesús les preguntó: ¿No entendéis ni comprendéis? […] ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?» (Marcos 8:17-18). Entonces, les recordó que, cuando alimentó a 5.000 personas, habían sobrado doce cestas, que ellos mismos recogieron. Y tras alimentar a 4.000, sobraron siete cestas. Luego, agregó: « ¿Cómo aún no entendéis?». La provisión milagrosa del Señor para las necesidades físicas de la gente apuntaba a una verdad más importante: Él era el pan de vida, y su cuerpo sería roto por ellos y por nosotros. Cada vez que comemos el pan y bebemos de la copa en la Cena del Señor, se nos recuerda el gran amor de Dios y su provisión permanente. Hoy es un día como todos para recordar y anunciar que una vez y para siempre El Rey de Reyes y Señor de Señor entregó su vida en beneficio de toda la humanidad para que todo aquel que crea en EL no solo no se pierda por sus pecados sino que tenga vida eterna viviendo la vida en abundancia que nos vino a traer como regalo y esa si…, que es la voluntad de Dios… En la celebración de la Cena del Señor, Jesús nos dejó un gran recordatorio de su sacrificio. La Cena del Señor es un recordatorio de su amor y provisión. Te alabamos, Señor te damos toda gloria, honra y alabanza porque tú eres EL único digno de recibir ya que tuyo es el Poder y el Reino por los siglos de los siglos, amén.