martes, 31 de diciembre de 2013

LA CAMPAÑA

Romanos 15:1-7 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. —Romanos 14:19 Todos los años, los jóvenes de nuestra comunidad participan en la campaña Sé amable, dirigida por una organización de salud mental. En 2012, 6.000 estudiantes llevaron sobre su ropa durante los eventos deportivos de sus escuelas las palabras SÉ AMABLE. Un director declaró: «Queremos que los alumnos asistan a la escuela y aprendan sin que el miedo, la tristeza o la preocupación al estar con sus semejantes los distraigan. Estamos esforzándonos para asegurarnos de que los alumnos se edifiquen unos a otros, en vez de hostigarse». Pablo quería que la gente de la iglesia de Roma tuviera un estándar del amor aun más elevado. Tanto los fuertes como los débiles en la fe se juzgaban y descalificaban entre sí (Romanos 14:1-12). Se despreciaban cuando discutían sobre qué alimentos estaban permitidos (vv. 2-3) y qué fiestas debían guardar (vv. 5-6). Pablo los desafió: «Sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación» (v. 19). Les recordó que debían ocuparse sinceramente de agradar a los demás y no a sí mismos. Dijo: «Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo…» (15:3), sino que sirvió. Únete a la campaña de amar a los demás a pesar de nuestras diferencias… así glorificarás a Dios (v. 7). La amabilidad es simplemente amor desbordando en pequeños detalles.

lunes, 30 de diciembre de 2013

ESPERA EN EL SEÑOR

Salmo 27 Pacientemente esperé al Señor, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. —Salmo 40:1 Con tantas formas actuales de comunicación instantánea, nuestra impaciencia por recibir una respuesta de los demás es a veces ridícula. ¡Alguien que conozco le mandó un correo electrónico a su esposa y después la llamó por teléfono porque no podía esperar que le contestara! En ocasiones, nos parece que Dios nos ha abandonado porque no responde inmediatamente a una oración. A menudo, nuestra actitud se convierte en algo así: «Respóndeme pronto, oh Señor, porque desmaya mi espíritu…» (Salmo 143:7). Sin embargo, esperar que el Señor obre puede transformarnos en personas de una fe creciente. David pasó muchos años esperando ser coronado rey y huyendo de la ira de Saúl. Escribió: «Aguarda al Señor; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al Señor» (Salmo 27:14). Y en otro salmo nos alienta con estas palabras: «Pacientemente esperé al Señor, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. […] Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos» (40:1-2). Mientras esperaba en el Señor, David se convirtió en un «varón conforme [al] corazón [de Dios]» (Hechos 13:22; ver 1 Samuel 13:14). Cuando nos frustramos con el aparente retraso de Dios para responder nuestra oración, es bueno recordar que Él desea desarrollar en nuestro carácter las cualidades de la fe y la perseverancia (Santiago 1:2-4). ¡Espera en el Señor! Dios extiende su paciencia para agrandar nuestra alma.

domingo, 29 de diciembre de 2013

EL ULTIMO CAPITULO

Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. —Filipenses 4:5 Apocalipsis 22:6-20 Tengo una amiga que lee primero el último capítulo cuando comienza una nueva novela de suspenso. «Quita la ansiedad de la lectura», afirma. Lo mismo pasa con los creyentes: como sabemos el final de la historia, podemos ser centros de paz en medio del tremendo caos; de calma frente a la tragedia. En Filipenses 4:5, Pablo denomina esta actitud «gentileza», o moderación. Es un término que implica «paz bajo presión». Alude a la fortaleza deliberada y tranquila con que enfrentamos las circunstancias inquietantes de cada día. Los reinos pueden caer; los amigos, fallar; las iglesias, desaparecer; los océanos, crecer; y las montañas, derrumbarse; pero nosotros seguir en paz. ¿Cómo mantenemos semejante compostura? Recordando que «el Señor está cerca» (Filipenses 4:5). Está de pie al otro lado de la puerta, y listo para aparecer y recomponer todo lo que anda mal. Entonces, este mundo y todos sus problemas se convertirán en el reino de nuestro Señor, y «la tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar» (Habacuc 2:14). Jesús declaró: «Ciertamente vengo en breve» (Apocalipsis 22:20). ¡Podría ser hoy! Es lo último que dijo en el mismísimo capítulo final de su Libro. La doctrina más vinculada a la vida diaria es la del retorno de Cristo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

OJOS DE AMOR

Marcos 10:17-27 Entonces Jesús, mirándole, le amó… —Marcos 10:21 Muchas personas que asisten a los espectáculos de Marc Salem piensan que puede leer la mente. Sin embargo, él lo niega y dice que no es ni vidente ni mago, sino un observador minucioso de las personas. Le declaró a la escritora Jennifer Mulson: «Vivimos en un mundo que es mayormente invisible para nosotros porque no prestamos atención […]. Yo soy sumamente sensible a lo que la gente emite» (The Gazette, Colorado Springs, Estados Unidos). Es interesante notar qué veía Jesús cuando se encontraba con la gente. Su conversación con un joven rico que buscaba tener vida eterna se registra en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Marcos incluye este detalle en su narración: «Entonces Jesús, mirándole, le amó…» (Marcos 10:21). Algunos tal vez consideraron que este hombre era arrogante (vv. 19-20), mientras que otros quizás envidiaron su riqueza; sin embargo, Jesús lo miró y lo amó. A menudo, nos centramos en la triste partida del hombre y su aparente falta de disposición para renunciar a sus riquezas y seguir a Jesús (v. 22). Cuando los discípulos se preguntaron en voz alta sobre cuán difícil es que un rico entre en el reino de Dios (v. 26), «Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios» (v. 27). Hoy Cristo nos ve a través de ojos de amor y nos invita a seguirlo. Dios tiene un ojo que todo lo ve y un corazón que todo lo perdona.

jueves, 26 de diciembre de 2013

POR BUENA CONDUCTA

2 Corintios 5:1-11 Por tanto procuramos […] serle agradables [a Dios]. —2 Corintios 5:9 En el ministerio para niños en mi iglesia, damos tarjetas a aquellos que notamos que se portan bien. Los pequeños las juntan y reciben premios por las buenas decisiones que han tomado. De este modo, tratamos de reafirmar la buena conducta en lugar de concentrarnos en el mal comportamiento. Cuando un líder le entregó una tarjeta a Timoteo, de once años de edad, él respondió: «No, gracias. No la necesito. Quiero portarme bien, y no necesito una recompensa por hacerlo». Para él, hacer lo correcto era la recompensa. Sin duda, ese muchachito tiene bien incorporados los buenos valores y desea ponerlos en práctica… haya premio o no. Como creyentes en Cristo, nosotros un día también recibiremos recompensas. En 2 Corintios 5:10, Pablo expresa que cada uno recibirá «según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo». Pero el recibir una recompensa no debe ser nuestra motivación para vivir correctamente. Tampoco debe serlo ganar la salvación. El deseo y la motivación de nuestro corazón tienen que ser el amor de Dios y el procurar agradarle. Cuando amamos a Dios, hacemos que nuestro objetivo sea complacer a Aquel que nos amó primero (1 Juan 4:19) y servirlo con motivaciones puras (Proverbios 16:2; 1 Corintios 4:5). ¡La mejor recompensa será estar con Él! Nuestro deseo de agradar a Dios es lo que más nos motiva a obedecerlo.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

CUMPLIMIENTO PROFÉTICO DEL NACIMIENTO DEL MESÍAS/REY DE ISRAEL

Isaías 9:6-7 Dios Habla Hoy 6 Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder de gobernar. Y le darán estos nombres: Admirable en sus planes, Dios invencible, Padre eterno, Príncipe de la paz. 7 Se sentará en el trono de David; extenderá su poder real a todas partes y la paz no se acabará; su reinado quedará bien establecido, y sus bases serán la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso. Mateo 2:1-3 & 7-12: 1 Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, 2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. 3 Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. 7 Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; 8 y enviándolos a Belén, dijo: Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño; y cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. 9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. 10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. 12 Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Algunos detalles a tener en cuenta en su nacimiento: Al margen del anuncio de los ángeles a los pastores (que podemos tildarlo de espiritual), está registrado éste anuncio (que podemos analizarlo como secular) con personajes muy respetados por muchos motivos por el mundo civilizado de ese entonces como los “Magos de Oriente”. Que también tuvieron la revelación del nacimiento de acuerdo a lo que ellos manejaban que supuestamente era la astrología (algo que también hemos visto era condenable por Dios). O sea que Dios realiza sus anuncios dentro de sus e-numerables recursos de todas y cada unas de las formas en las que podemos entenderlo pero con un común denominador en centralización de su mensaje SU HIJO. Seguramente estos magos que dominaban los astros y estrellas los cuales todos tenían su significado, (cosa que ocurrió con la estrella del Rey de los Judíos) observaron no solo que la estrella se movía sino que se trasladaba como guía e iluminación hacia un lugar determinado. Es como si les dijera en su misericordia ustedes saben mucho de los movimientos estelares que marcan de algún modo los movimientos de acá abajo, pero sigan la Estrella, usada en ese momento para que conozcan a la VERDADERA ESTRELLA RESPLANDECIENTE DE LA MAÑANA y quién les va a indicar que deben creer, respetar y porque no adorar a partir de ahora. Muchas veces hemos escuchado que todos los caminos conducen a Roma, pero puntualmente vemos que todos los caminos conducen a JESUCRISTO.

EL HIJO ES DADO

Lucas 1:26-33 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado… —Isaías 9:6 Uno de mis pasajes favoritos del Mesías de Händel es el vibrante movimiento «Porque un Niño nos es nacido», de la primera parte del oratorio. En especial, me encanta cuando el coro aumenta el volumen hasta llegar a la frase: «Hijo nos es dado». Por supuesto, estas palabras están tomadas de Isaías 9:6: «Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado». La majestuosa música de Händel se eleva en adoración por el Hijo que vino a nosotros en forma humana aquella primera Navidad. El Nuevo Testamento aclara aun más quién es este Hijo. En Lucas 1, el mensajero celestial se le apareció a María e identificó al niño Cristo de cuatro maneras: sería el hijo de María, para convertirse totalmente en humano (1:31); sería el Hijo del Altísimo, lo cual lo hacía completamente divino (1:32); también sería el Hijo de David, lo que le otorgaba linaje real (1:32); y llevaría el título de Hijo de Dios (1:35), lo cual lo equiparaba en todo con el Padre. Todos los roles que el Mesías fue llamado a desempeñar son posibles mediante estas distintas expresiones de su condición de Hijo. Cuando lo adoremos durante esta Navidad, que nuestra celebración esté llena de gozo y asombro ante la plenitud de su significado. Nuestro Padre celestial nos ha dado a su Hijo perfecto y suficiente. Como dice la canción: «¡Venid, adoremos a Cristo el Señor! El amor de Dios se encarnó en Belén.

martes, 24 de diciembre de 2013

DIOS CON NOSOTROS

Mateo 1:18-25 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. —Mateo 1:23 Su presencia en la sala era evidente. Todos los demás estaban vestidos de manera bastante formal, pero él tenía unos pantalones vaqueros, una camiseta deportiva y una gorra desteñida. No pude evitar notarlo cuando hablé aquel día a los estudiantes en un culto de un seminario de Bucarest, en Rumania. No tengo idea de por qué no respetaba las normas de vestimenta del seminario, pero sí recuerdo su nombre. Cuando terminó la reunión, se acercó para presentarse. Cuando le pregunté cómo se llamaba, contestó: «Emanuel». Su respuesta me sorprendió y le pregunté si sabía qué significaba. Desfachatadamente, respondió: «Sí, “¡Dios con nosotros!”». He pensado en aquel muchacho con frecuencia, y en cómo se levantó en medio de aquel grupo de personas. Tal como Jesús vino a traer la presencia de Dios a nuestro mundo —«Emanuel, […] Dios con nosotros» (Mateo 1:23)—, nosotros también somos llamados a hacer lo mismo en nuestro entorno. Jesús lo dejó claro al expresar: «Como me envió el Padre, así también yo os envío» (Juan 20:21). Esta Navidad, podemos regalar a otros la semejanza de Cristo a través de nuestra vida. Cuando reflejamos al Dios que vive en nosotros, podemos diferenciarnos del mundo, y esa diferencia puede bendecir a otros con la presencia transformadora de su amor y su gracia. El don de la presencia de Dios a través de ti es tu regalo para el mundo.

domingo, 15 de diciembre de 2013

ESE NOMBRE

Filipenses 2:5-11 … Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre. —Filipenses 2:9 Nuestra nietita Maggie y su familia habían vuelto a su casa en Missouri, después de visitarnos en Grand Rapids, Michigan, en Estados Unidos. Su mamá nos contó que durante algunos días, después de haber regresado, Maggie caminaba por la casa repitiendo alegremente: «¡Michigan! ¡Michigan!». Había algo en ese nombre que atraía a nuestra nieta. ¿Habrá sido por la forma en que sonaba? ¿Tal vez porque había disfrutado del tiempo que pasó allí? Es difícil saberlo en el caso de una niña de un año, pero el impacto de ese nombre había sido tal que no podía dejar de repetirlo. Esto me hace pensar en otro nombre: Jesús, el «nombre que es sobre todo nombre» (Filipenses 2:9). Una canción de Bill y Gloria Gaither nos recuerda por qué amamos tanto ese nombre. Él es «Maestro» y «Salvador». Es verdad, ¡qué profundidad de significado tienen los nombres que describen a nuestro Señor! Cuando les mencionamos el gran nombre de Jesús a quienes lo necesitan como Salvador, podemos recordarles lo que hizo por nosotros. Jesús es nuestro Salvador. Nos ha redimido mediante su sangre, y podemos entregar de todo corazón nuestra vida a Él. Jesús… ¡Qué todo el cielo y la Tierra, incluidos nosotros, proclamen su glorioso nombre! ¡Jesús es el nombre más precioso!

sábado, 14 de diciembre de 2013

LUGAR DEL AGUA

… el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. —Juan 4:14 África del Este es uno de los lugares más secos de la Tierra, lo cual hace que «Nairobi» sea un nombre tan significativo para una ciudad de esa región. El término proviene de una frase en masai, que quiere decir «agua fría», y que literalmente significa «el lugar del agua». A lo largo de la historia, la presencia de agua ha sido tanto vivificadora como estratégica. Ya sea que una persona viva en un clima seco o en un bosque tropical, el agua es una necesidad innegociable. En una región seca y árida, saber dónde encontrar el lugar del agua puede significar la diferencia entre la vida y la muerte. Nuestra vida espiritual también tiene ciertos elementos innegociables. Por eso, al encontrarse con una mujer espiritualmente sedienta junto a un pozo, Jesús le declaró que Él era el único que podía proveerle agua viva: «el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna» (Juan 4:14). Tal como el ciervo del Salmo 42:1-2, que brama en busca de agua, nuestra alma tiene sed de Dios y anhela tener comunión con Él (Salmo 63:1). Necesitamos desesperadamente la provisión que viene solamente de Jesucristo. Él es la fuente de agua viva que renueva nuestro corazón. Jesús es la fuente de agua viva.

viernes, 13 de diciembre de 2013

DIOS ESTA ESPERANDO

El Señor no retarda su promesa, […] sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca… —2 Pedro 3:9 Durante la época de Navidad, esperamos. Esperamos en medio del tránsito. Esperamos en las filas de las tiendas para comprar regalos. Esperamos que lleguen los familiares. Esperamos reunirnos alrededor de una mesa repleta de nuestra comida favorita. Esperamos para abrir los regalos elegidos con amor. Todas estas esperas pueden recordarles a los creyentes que la Navidad celebra la anticipación de algo mucho más importante que las tradiciones de esta fiesta. Tal como los israelitas en la antigüedad, nosotros también esperamos a Jesús. Aunque Él ya vino como el tan esperado Mesías, todavía no ha vuelto para reinar sobre toda la Tierra. Por eso, hoy esperamos la segunda venida de Cristo. La Navidad nos recuerda que Dios también espera… espera que los seres humanos vean su gloria, admitan que están perdidos sin Él, respondan afirmativamente a su amor, reciban el perdón divino, se aparten del pecado. Mientras aguardamos su segunda venida, el Señor espera que todos se arrepientan. A nosotros puede parecernos un retraso en cuanto a su regreso, pero en realidad, está esperando con paciencia (2 Pedro 3:9). El Señor espera tener una relación personal con aquellos a quienes ama. Él dio el primer paso cuando vino como el niño Jesús y el Cordero para el sacrificio. Ahora espera que nosotros lo recibamos en nuestra vida como Salvador y Señor. Pacientemente, Dios cumple sus promesas.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

UNA ELONGACIÓN

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios… —1 Juan 3:1 Durante años, Sara tuvo un dolor lumbar que iba empeorando. Su médico le sugirió hacer fisioterapia, y le indicaron 25 elongaciones para realizar todos los días. El dolor disminuyó, pero no desapareció por completo. Entonces, el doctor le indicó tomarse unas radiografías y la envió a otro kinesiólogo, el cual le dijo que suspendiera las elongaciones que le había dado el otro profesional y que hiciera una sola por día. Sorprendentemente, esa única elongación dio mejor resultado. A veces, las verdades simples son las mejores. Cuando le pidieron a Karl Barth que resumiera en una frase la conclusión de toda una vida dedicada a la teología, respondió: «¡Cristo me ama!». Algunos dicen que agregó: «Su Palabra dice así». Es evidente que Dios nos ama, ya que entregó a su Hijo para rescatarnos. Cristo murió en la cruz para quitar la carga de nuestro pecado. Después, resucitó para darnos nueva vida en Él. ¡Qué amor asombroso! Como declara Juan: «Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…» (1 Juan 3:1). Desde luego, el amor de Jesús por nosotros no es un apósito ni una cura mágica para todos los problemas de la vida, sino la verdad sin igual de la que podemos depender siempre para disfrutar de la paz de Dios y tener una vida con propósito. Lo más maravilloso de todo: Pensar que Jesús me ama.

martes, 10 de diciembre de 2013

TEMOR GRAVE

… No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo… —Lucas 2:10 Después de semanas de ensayos con el coro de niños, finalmente llegó la noche del musical navideño anual, en 1983. Los pequeños, con sus disfraces, empezaron a entrar en el auditorio, cuando repentinamente se oyó un alboroto en la puerta trasera del salón. Mi esposa y yo nos dimos vuelta y vimos a nuestro hijito Mateo. Llorando desconsoladamente y con terror en el rostro, se había aferrado con todas sus fuerzas al picaporte de aquella puerta. Se negaba a entrar. Después de negociar bastante, el director finalmente le dijo que no tenía que subir al escenario. Así que, Mateo se sentó con nosotros y, al rato, el miedo se le había ido. Aunque, por lo general, no relacionamos la Navidad con el miedo, la noche del nacimiento de Cristo estuvo repleta de sentimientos de temor. Lucas declara: «Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor» (Lucas 2:9). La visión del mensajero celestial superó la capacidad de comprensión de los pastores. Pero el ángel los tranquilizó: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo» (v. 10). En un mundo lleno de miedos, debemos recordar que Jesús vino para ser el Príncipe de paz (Isaías 9:6). Desesperadamente, necesitamos su paz. En la medida en que lo miremos, Él disipará nuestros temores y calmará nuestro corazón. «Dios encarnado pone fin al temor». —F. B. Meyer

domingo, 8 de diciembre de 2013

¡LAS BIENAVENTURANZAS SON SIMPLEMENTE LO QUE NUESTRA ACTITUD DEBE SER!

BIENAVENTURANZAS EN LA BIBLIA – BIENAVENTURADOS LOS POBRES EN ESPÍRITU “BIENAVENTURADOS LOS POBRES EN ESPÍRITU, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS” (Mateo 5:3) ¡Las bienaventuranzas son simplemente lo que nuestra actitud debe ser! Consideramos la pobreza como la escasez de bienes materiales, pero Jesús dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mateo 5:3). ¿Qué quería decir? Que la autosuficiencia puede impedir que experimentemos la suficiencia de Dios. Una vez, John B. Rockefeller padre -un multimillonario creyente- dijo: “He acumulado muchos millones, pero no me han aportado felicidad verdadera. Los cambiaría todos por aquellos días en que estaba sentado en un taburete de una oficina en Cleveland y me creía rico con un salario de tres dólares semanales”. W. H. Vanderbilt dijo: “Dedicarse al cuidado de doscientos millones de dólares es una carga demasiado pesada para cualquier cabeza o espalda. Es suficiente para consumir a cualquiera. No hay absolutamente nada placentero en ello”. John Jacob Astor, un afamado multimillonario que pasó su vida sufriendo de úlceras y depresión, dijo: “Soy el hombre más miserable de la Tierra”. Henry Ford, el “rey del automóvil”, dijo: “El trabajo es el único placer que tengo. Me mantiene vivo y hace que la vida merezca la pena vivirla. Yo era más feliz cuando era mecánico”. Y otro conocido multimillonario, Andrew Carnegie, advirtió: “Los millonarios casi nunca sonríen”. De modo que cuando Jesús dice: “…es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el Reino…” (Mateo 19.24), ¿significa esto que está en contra de que tengamos éxito? No, Él nos dice sencillamente: “Ten mucho cuidado con tus prioridades. No permitas que tus posesiones enturbien tu relación conmigo, o que te impidan alcanzar el propósito para el cual te puse en la Tierra”. Fuente: www.devocionalescristianos.com

viernes, 6 de diciembre de 2013

QUERÍA CONOCER A JESÚS

Lucas 19:1-10 Jesús entró en Jericó y comenzó a atravesar la ciudad. 2 Vivía allí un hombre rico llamado Zaqueo, jefe de los que cobraban impuestos para Roma. 3 Éste quería conocer a Jesús, pero no conseguía verlo porque había mucha gente y Zaqueo era pequeño de estatura. 4 Por eso corrió adelante y, para alcanzar a verlo, se subió a un árbol cerca de donde Jesús tenía que pasar. 5 Cuando Jesús pasaba por allí, miró hacia arriba y le dijo: —Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que quedarme en tu casa. 6 Zaqueo bajó aprisa, y con gusto recibió a Jesús. 7 Al ver esto, todos comenzaron a criticar a Jesús, diciendo que había ido a quedarse en la casa de un pecador. 8 Zaqueo se levantó entonces y le dijo al Señor: —Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y si le he robado algo a alguien, le devolveré cuatro veces más. 9 Jesús le dijo: —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque este hombre también es descendiente de Abraham. 10 Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido. Otro encuentro del Salvador del Mundo, aunque en ésta oportunidad lo tiene con un personaje muy especial como lo son todos y cada uno en su ambiente o lugar de estadía. A veces pensamos que todos tendremos un encuentro con el Señor y si bien esa es la idea de Dios, no siempre ocurre así porque como vemos hay algunos detalles a tener en cuenta…, éste hombrecito como se lo podía ver a simple vista interiormente tenía un potencial gigante en su personalidad ya que quería conocer a Jesús como complemento fundamental y necesario para ser un Hijo de Dios (no tenemos ninguna duda de que era un hijo de Abraham al guardar la ley y sobre todo la de la restitución) Pero acá toma una actitud reveladora de su interés en disponer de un recurso natural (subiéndose al árbol) no sé si era para llamar la atención del Señor como interpretan algunos… pero lo que más nos interesa es que el Gran Maestro se da cuenta de su idea y como siempre la bendición va más allá de sus expectativas. Ahora, ¿qué podemos observar en éste texto? Qué Saqueo de acuerdo a lo que él sabía que tenía que hacer lo hacía, esa misma predisposición lo lleva a querer conocer al Señor demostrándoselo a Jesús y no a los hombres de su intensión ya que no busca meterse entre las personas empujando y pisoteando a los demás para ubicarse en los primeros lugares sino utilizando recursos naturales y esfuerzo propio y por qué no divinos también como ocurre siempre en estos casos. Sería muy saludable espiritualmente hablando, tener en cuenta estos datos que vemos en Zaqueo para tener un encuentro con el Señor: Querer conocer al Señor. Guardar su palabra y demostrarle nuestro interés. Ya que sabemos que Dios no hace acepción de personas si ocurrió con Zaqueo o tantos otros que demostraron a Dios su interés Él los sorprendió maravillosamente.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

DIOS ESTA ESPERANDO

Juan 14:1-6 El Señor no retarda su promesa, […] sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca… —2 Pedro 3:9 Durante la época de Navidad, esperamos. Esperamos en medio del tránsito. Esperamos en las filas de las tiendas para comprar regalos. Esperamos que lleguen los familiares. Esperamos reunirnos alrededor de una mesa repleta de nuestra comida favorita. Esperamos para abrir los regalos elegidos con amor. Todas estas esperas pueden recordarles a los creyentes que la Navidad celebra la anticipación de algo mucho más importante que las tradiciones de esta fiesta. Tal como los israelitas en la antigüedad, nosotros también esperamos a Jesús. Aunque Él ya vino como el tan esperado Mesías, todavía no ha vuelto para reinar sobre toda la Tierra. Por eso, hoy esperamos la segunda venida de Cristo. La Navidad nos recuerda que Dios también espera… espera que los seres humanos vean su gloria, admitan que están perdidos sin Él, respondan afirmativamente a su amor, reciban el perdón divino, se aparten del pecado. Mientras aguardamos su segunda venida, el Señor espera que todos se arrepientan. A nosotros puede parecernos un retraso en cuanto a su regreso, pero en realidad, está esperando con paciencia (2 Pedro 3:9). El Señor espera tener una relación personal con aquellos a quienes ama. Él dio el primer paso cuando vino como el niño Jesús y el Cordero para el sacrificio. Ahora espera que nosotros lo recibamos en nuestra vida como Salvador y Señor. Pacientemente, Dios cumple sus promesas.

lunes, 2 de diciembre de 2013

CRISTIANO ERES ELEGIDO SEGÚN LA BIBLIA - Parte II

“…SEGÚN NOS ESCOGIÓ EN ÉL ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO…” (Efesios 1:4) Mientras no tengas una comprensión clara de cuándo Dios te escogió, no puedes apreciar completamente tu posición. Una vez que lo captes, muchas de tus preguntas sin respuesta cobrarán sentido, como por qué ves las cosas de manera tan distinta o te sientes obligado a seguir adelante mientras los demás parecen contentos de continuar donde están. Escucha: “…según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo (Efesios 1:11,12). Fuiste escogido individualmente porque Dios tiene un propósito para que lo cumplas. Esta es la razón por la que has sobrevivido. Es por esto que te recobras cada vez que el enemigo intenta destruirte. Es importante entenderlo por dos razones: (1) Si piensas que Dios te eligió porque eres un poderoso guerrero de oración o lees la Biblia diariamente durante horas o tienes un carácter genuino, entonces, en el momento en el que decaigas, o falles, el enemigo se avalanchará sobre ti y te convencerá de que ya no eres aceptado. (2) Saber tu posición con Dios te permite decir: “Tanto si lo hago bien como si no, puedo ir a Él en cualquier momento, porque Él me escogió”. ¡Eso es muy grande! Es información que el enemigo no quiere que tengas, porque ¡esto cambiará tu forma de pensar, tu manera de ver las cosas y tus niveles de confianza! El Hijo Pródigo la tuvo. Por eso dijo: “Puede que esté en un barrio ‘bajo’ y que huela a cerdo ahora mismo, pero voy a volver a mi padre, a casa. Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el Cielo y contra ti’. Aunque me haya metido en líos y haya tomado decisiones equivocadas, él sigue siendo mi padre – y me quiere” (ver Lucas 15:11-27). ¡Lo mismo va también por ti! “YO… OS HE PUESTO PARA QUE VAYÁIS Y LLEVÉIS FRUTO…” (Juan 15:16) La palabra “puesto” viene del verbo ‘poner’. Dios dice: “…te he puesto [‘diseñado’] para que lleves fruto”. Es por ello que te apartó y escogió tu trayectoria. Él te sostuvo cuando pensabas que habías perdido la batalla. Él te empujó cuando ya no tenías más fuerzas porque “Por el Señor son ordenados los pasos del hombre y Él aprueba su camino” (Salmo 37:23). Él quiere que lleves fruto: “Ninguna arma forjada contra ti, prosperará…Esta es la herencia de los siervos del Señor…”. (Isaías 54:17). ¿Estás sirviendo a Dios lo mejor que puedas? Entonces el ataque que te sobrevendrá no tendrá éxito. ¡El Señor lo garantiza! Ahora bien, ser elegido no significa que “Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde” (Romanos 6:1). Pero sí significa que tienes seguridad sobre tu posición con Dios. También es por esto que Él permite las luchas, las pruebas y las tentaciones; Él sabe lo que cuesta atraer tu atención, mantenerte dependiente de Él, y ayudarte a desarrollar unas raíces más fuertes. La primera cosa que el Señor dijo al hombre y a la mujer fue: “Fructificad…” (Génesis 1:28). Dios quiere que tengas éxito en tus relaciones, tu familia, tu trabajo y en todos los aspectos de tu vida. Su Palabra dice: “…a vuestro Padre le ha placido daros el Reino” (Lucas 12:32). Cuando este concepto penetre en tu corazón, ¡cambiará tu vida! Fuente: www.devocionalesCristianos.org

miércoles, 27 de noviembre de 2013

EL CORAZÓN DEL SIERVO EN LA BIBLIA - Parte II

“EL QUE AL VIENTO OBSERVA, NO SEMBRARÁ, Y EL QUE A LAS NUBES MIRA, NO SEGARÁ” (Eclesiastés11:4) Una de las razones por las que muchos de nosotros nunca nos ofrecemos como voluntarios es porque pensamos que no somos lo bastante buenos. Algunas iglesias fomentan esta idea al hacer de “la excelencia” un ídolo. Dicen: “Si no se puede hacer con excelencia, no lo hagáis”. ¡Pero Jesús nunca dijo eso! Un servicio no tan perfecto es siempre preferible a la mejor de las intenciones. Casi todo lo que hacemos, no se hace bien al principio – así es como aprendemos. El plan de Dios ha sido siempre involucrar a tantas personas normales y corrientes como sea posible, y no dejar que sea sólo una élite la que haga las cosas. Los verdaderos siervos hacen cada tarea con la misma dedicación. Éstos lo realizan “…de corazón…” (Colosenses 3:23b). Para ellos, lo único que cuenta es: ¿Hace falta hacerlo? Dios nunca te va a desvincular de las cosas mundanas; es parte del desarrollo de tu carácter. Escucha: “El que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña” (Gálatas 6:3). El mismo Jesús lavó pies, ayudó a los niños, proveyó almuerzos y sirvió a leprosos. Nada era demasiado “bajo” para Él. ¡No lo hizo a pesar de su grandeza, sino ¡a causa de ella! Es tu disponibilidad a hacer las cosas menos impresionantes la que te califica para cosas más importantes. Siempre habrá más gente dispuesta a hacer las cosas “grandes” que las cosas “pequeñas”. La carrera para ser estrella está abarrotada de gente, pero el campo para ser un siervo está casi vacío. A veces tendrás que servir hacia arriba, a los que están en autoridad, otras, hacia abajo, a los necesitados. De cualquier manera, ejercitas un corazón de siervo cuando estás dispuesto a hacer lo que sea que se requiera. “BIEN, BUEN SIERVO Y FIEL…” (Mateo 25:23) Los verdaderos siervos son fieles. No dejan un trabajo a medio hacer y no abandonan cuando las cosas se ponen difíciles. La fidelidad es una cualidad poco común. Muchas personas no conocen el significado de ella; hacen compromisos a la ligera y luego los rompen por la más mínima excusa, sin dudarlo y sin remordimiento. Todas las semanas, las iglesias y las organizaciones tienen que improvisar, porque los voluntarios no se prepararon, no acudieron, o ni siquiera llamaron para decir que no irían. ¿Pueden los demás depender de ti? ¿Puede Dios? ¿Hay promesas que tienes que cumplir, votos que tienes que honrar, compromisos que tienes que llevar a cabo? Esto es un examen; Dios está probando tu fidelidad. Si apruebas el examen, estarás en buena compañía; Abraham, Moisés, Samuel, David, Daniel, Timoteo y Pablo fueron todos llamados “siervos fieles de Dios”. Jesús enseñó la parábola de los talentos para hacer hincapié en esta verdad. Dijo, refiriéndose al siervo que no quiso usar su único talento: “Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos…”(Mateo 25:28). Si no usas lo que se te ha dado, lo perderás. Usa lo que tienes y el Señor lo aumentará. En el Cielo vamos a servir a Dios por toda la eternidad. Ahora mismo estamos practicando. Al igual que los atletas, estamos entrenándonos para el gran día. Escucha: “Todo aquel que lucha… para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” (1 Corintios 9:25). Así que, practica bien; te estás preparando para responsabilidades y recompensas eternas. “…SUMISOS UNOS A OTROS, REVESTÍOS DE HUMILDAD…” (1 Pedro 5:5b) Los verdaderos siervos tratan de no llamar la atención porque el auto-promocionarse y la servidumbre no van juntos. No sirven por la aprobación de otros, viven sólo para Uno. Pablo dijo: “Si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10b). No vas a encontrar muchos verdaderos siervos en el centro de atención pública. En realidad, normalmente lo evitan lo más posible, sirviendo calladamente en “la sombra”. Muchas personas empiezan como siervos pero acaban como celebridades. Se hacen adictos a la atención, sin darse cuenta de que el hecho de estar siempre en el foco de atención puede dejarte ciego. Si estás sirviendo en la oscuridad, sintiéndote desapercibido y no apreciado, recuerda, ¡Dios te puso ahí con un propósito! Así que, permanece ahí hasta que Él elija cambiarte de sitio. ¡Tu ministerio actual le importa a Él! Existen muchísimas revistas acerca de famosos, pero no encontrarás muchos siervos. Ellos aben la diferencia entre prominencia y trascendencia. Hay varias partes prominentes de tu cuerpo sin las cuales podrías vivir. Pero son las partes escondidas, tales como el corazón, los riñones y los pulmones las que son indispensables. Lo mismo es verdad del cuerpo de Cristo; el servicio más significativo a menudo es el que no se ve. En el Cielo, el Señor va a recompensar abiertamente a personas de las cuales nunca oímos en la Tierra; personas que enseñaron a niños con problemas emocionales, limpiaron ancianos incontinentes, fueron enfermeros con pacientes de SIDA o sirvieron en mil y una cosas inapercibidas. Escucha: “…creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” (1 Corintios 15:58).

lunes, 25 de noviembre de 2013

DECLARANDO EL OBJETIVO MAS IMPORTANTE DE TU VIDA

“EL PLAN DEL SEÑOR PERMANECERÁ PARA SIEMPRE; LOS PENSAMIENTOS DE SU CORAZÓN, POR TODAS LAS GENERACIONES” (Salmo 33:11) La mayoría de las grandes empresas vive en base a su declaración de objetivo final. ¡Y tú también necesitas tener una! “¿En qué debería consistir la mía?”, preguntarás. Debería: (a) Enfatizar el objetivo final de Dios para tu vida. Recuerda que no se trata de una lista de tus metas –ellas cambian, el objetivo final no. (b) Hacerte pensar constantemente acerca de la dirección que llevas. Escucha: “Examina la senda que siguen tus pies y sean rectos todos tus caminos” (Proverbios 4:26). Tu declaración acerca del objetivo final que tienes en la vida debería testificar lo que pretendes hacer con tu tiempo, tus posesiones, oportunidades, responsabilidades, y también lo que no te propones a hacer. Escucha: “En el rostro del inteligente aparece la sabiduría, pero los ojos del necio vagan hasta el extremo de la Tierra” (Proverbios 17:24). (c) Definir lo que significa el éxito para ti. Debería manifestar lo que tú crees que es importante, no lo que el mundo cree; debería reforzar tus valores. (d) Clarificar tu posición. A lo largo de tu vida tendrás diferentes papeles, pero el propósito de Dios para tu vida nunca cambiará. “¿Pero cuál es la voluntad de Dios para mi trabajo, o mi matrimonio, o donde vivo?”. Éstos son asuntos secundarios. Puede haber múltiples posibilidades para llevar a cabo la voluntad del Señor para ti. Lo más importante es que cumplas el propósito de Dios para tu vida, independientemente de donde vives, trabajes, o con quien te cases. Estas decisiones deben sustentar el objetivo final para tu vida. Escucha: “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo del Señor es el que permanece” (Proverbios 19:21). Concéntrate en el propósito de Dios para tu vida, porque su objetivo final durará eternamente. “…DAVID… (SERVIDO)[SIRVIÓ] A SU PROPIA GENERACIÓN SEGÚN LA VOLUNTAD DE DIOS…” (Hechos 13:36) Puede llevarte semanas o meses redactar tu declaración acerca del objetivo más importante de tu vida. Escribirás varios borradores hasta que consigas el resultado final, y aun así harás algunos cambios según va pasando el tiempo y Dios te vaya dando más entendimiento. Pero una vez terminada, úsala como recordatorio diario. Salomón aconsejó: “…porque es cosa deliciosa que las guardes [-las palabras de sabiduría-] dentro de ti y que, a la vez, se afirmen en tus labios” (Proverbios 22:18). Se ha sugerido que desarrolles la declaración acerca del objetivo más importante de tu vida basada en lo que te gustaría que la gente dijera de ti en tu funeral. Esto quizás no sea una buena idea. Lo único que importa es lo que Dios dice de ti. Pablo escribió: “No procuramos agradar a los hombres, sino a Dios…” (1 Tesalonicenses 2:4b). Si quieres un epitafio sobre el cual construir tu vida, aquí tienes uno: “…David… (servido)[sirvió] a su propia generación según la voluntad de Dios…” (Hechos 13:36). ¡No hay epitafio mejor que éste! Imagínate que en el grabado de tu lápida se lee que cumpliste el eterno propósito de Dios para tu vida en su debido momento (en tu generación). Ni las generaciones pasadas, ni las futuras pueden cumplir los propósitos del Señor en esta generación. Sólo tú puedes. Como Ester, Él te ha creado “… para esta hora…” (Ester 4:14b). Dios todavía está buscando personas útiles para hacer su voluntad. Escucha: “…los ojos del Señor contemplan toda la Tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen un corazón perfecto para con Él” (2 Crónicas 16:9). ¿Puede Dios servirse de ti? ¿Estás dispuesto a cumplir sus propósitos a lo largo de tu vida? ¡Tu respuesta a esta pregunta lo determina todo!

sábado, 23 de noviembre de 2013

EDIFICADORES DE IGLESIAS Y BUSCADORES DE CRISTO

“…TENDRÁN APARIENCIA DE PIEDAD, PERO NEGARÁN LA EFICACIA DE ELLA” (2 Timoteo 3:5) Cuando murió la esposa favorita del antiguo emperador Shah Jahan, él decidió honrarla construyendo un elaborado templo como tumba. Situó, pues, su ataúd de madera en el centro de un campo y los constructores comenzaron a edificar alrededor de él. No se escatimó en gastos: su lugar de descanso final sería espectacular. Sin embargo, conforme pasaron los años, el proyecto mismo de construcción los absorbió, desplazando todo lo demás. Entonces un día, mientras estaba trabajando en el lugar, el Shah notó una caja de madera vieja y cubierta de polvo, y ordenó que la tirasen. La persona que él en un principio había planeado honrar, fue desechada pero de todas maneras, el templo fue erigido… Si piensas que esto es difícil de creer, la próxima vez que estés en la iglesia, ¡echa un vistazo a tu alrededor! Aquellos que verdaderamente hallan a Jesús, nunca lo olvidan. Se quedan impresionados delante de su tumba vacía y su trono ocupado como siervos delante de un rey, mientras que aquellos que simplemente ven el edificio, dormitan y bostezan. Sus ojos deambulan; arrastran sus pies; se aburren. Oh, les encanta el edificio, conocen los programas de arriba abajo y hasta alaban al pastor. Pero la Biblia los describe como: “[teniendo una] apariencia de piedad, pero (negarán)[negando] la eficacia de ella” (2 Timoteo 3:5). ¿Por qué? Porque Aquel a quien vinieron a adorar en un principio, es pasado por alto entre ellos. Edificadores de iglesias y buscadores de Cristo en la misma iglesia, el mismo día y a la misma hora. Uno ve el edificio con todas sus actividades y dice: “¡Vaya iglesia!”, el otro ve al Señor y dice: “¡Vaya Salvador!”. ¿Cuál de los dos eres tú?

viernes, 22 de noviembre de 2013

PRIMERA TRAMPA: EL DINERO COMPRA LA FELICIDAD

“…LA VIDA DEL HOMBRE NO CONSISTE EN LA ABUNDANCIA DE LOS BIENES QUE POSEE…” (Lucas 12:15) El dinero no puede comprar la felicidad. Independientemente de la cantidad que tengamos, nunca es suficiente. El miedo siempre “nos susurrará”: “A no ser que consigas más, no tendrás seguridad”. Si el dinero trajera la felicidad, ¿no serían los ricos más felices que el resto de las personas? Sin embargo, los estudios demuestran constantemente que su nivel de felicidad es sólo ligeramente superior a la media, y en muchos casos muy por debajo de la misma. A pesar de lo que te hayan inducido a pensar, la gente feliz no sigue al dinero, sino a una pasión porque ésta es la que da significado a sus vidas. La Biblia dice: “Sean vuestras costumbres sin avaricia…” (Hebreos 13:5). La felicidad basada en la riqueza es una debilidad que se permiten las personas inseguras que tienen miedo a mirar dentro de sí mismas y a encarar sus verdaderos temores. Es un error creer que la riqueza compra una vida de libertad, estatus o poder mundano. Tomemos, por ejemplo, la libertad: Los ricos normalmente llegan a serlo sacrificando su libertad y su tiempo libre. ¿Y la posición? También es “suelo resbaladizo”, porque por mucho que uno intente subir, siempre tiene a alguien por delante. ¿Y el poder mundano? Pues bien, cuando éste crece, normalmente perdemos el control de nuestras vidas a causa de toda la gente a la que hay que complacer y las obligaciones que tenemos que cumplir. Cuando persigues el objetivo que Dios te ha dado, el dinero es secundario. Los estandartes de tu verdadera posición son la salvación, el crecimiento espiritual, un hogar feliz, amigos preciados, y el increíble gozo de hacer aquello para lo que Dios te ha llamado.

jueves, 21 de noviembre de 2013

LAS ESPERANZAS INCUMPLIDAS

“¿ERES TÚ AQUEL QUE HABÍA DE VENIR O ESPERAREMOS A OTRO?” (Mateo 11:3) Juan no merecía ser encarcelado en un asqueroso calabozo. Después de todo, él era el predecesor del Mesías y la voz que proclamaba el arrepentimiento en la comunidad; además, ¡era pariente de Jesús! Así que estando allí, mandó un mensaje a Jesús preguntándole: “¿Eres Tú Aquél que había de venir o esperaremos a otro?” (Mateo 11:3). Era una pregunta humana motivada por siglos de esperanzas incumplidas. ¿Te has sentido alguna vez así? Te has preguntado a veces: ‘¿Dónde está Dios cuando estoy sufriendo?’. ¡Y todavía lo pasas peor cuando estás trabajando para Él! Cuando Meg Woodson escribió sobre la muerte de su hija, dijo: “Nunca olvidaré esos gritos tan agudos y penetrantes. Que el Dios que pudo haber ayudado, miraba hacia abajo a esta mujer joven y consagrada a Él… y decidió no actuar y dejar que la muerte de ella sobrepasara el más grande de los horrores… Hablando de esperanzas incumplidas… El Jesús que andaba sobre las aguas, echaba fuera demonios y resucitaba muertos, fácilmente podía haber salvado a Juan. Pero no lo hizo. En vez de eso, le mandó de vuelta un mensaje que, en concreto, decía: “No te preocupes, todo va bien. Se está construyendo el Reino; has cumplido bien tu misión” (ver Mateo 11:4,5). Probablemente, esa no era la respuesta que Juan esperaba. Él buscaba soluciones para problemas temporales, mientras que Jesús estaba ocupado estableciendo un Reino eterno. Así que, la próxima vez que parezca que Dios no cumple con tus esperanzas o con “tu agenda”, no es porque a Él no le importa, sino que ve toda la perspectiva y está tratando asuntos que todavía no puedes entender. De manera que, ¡confía en Él!

miércoles, 20 de noviembre de 2013

HÉROE SOBRE EL PECADO

1 Juan 1 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio… —Salmo 51:10 Hace poco, alguien me hizo una pregunta sumamente difícil: «¿Cuál es el período más largo que has pasado sin pecar? ¿Una semana, un día, una hora?». ¿Cómo respondemos a una pregunta así? Si somos sinceros, podríamos afirmar: «No puedo vivir ni un solo día sin pecar». O si consideramos la semana que pasó, podríamos ver que no le hemos confesado a Dios ni un solo pecado. Sin embargo, nos engañaríamos si dijéramos que no hemos pecado con nuestros pensamientos o acciones durante una semana. Dios conoce nuestro corazón y sabe si somos sensibles al poder de convicción del Espíritu Santo. Si en verdad nos conocemos, admitimos lo que declara 1 Juan 1:8: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros». Con toda seguridad, no queremos que el versículo 10 sea una realidad en nuestra vida: «Si decimos que no hemos pecado, […] su palabra no está en nosotros». Esta podría ser una pregunta más alentadora: «¿Cómo responde Dios a nuestro reconocimiento del pecado y la necesidad de ser perdonados?». La respuesta es: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados» (v. 9). Jesucristo ha quitado el problema del pecado al morir en nuestro lugar y resucitar. Por eso, puede crear en nosotros «un corazón limpio» (Salmo 51:10). Mi joven amigo Jaydon tiene razón cuando dice: «Jesús es el héroe sobre nuestros pecados». El perdón de Dios es la puerta a un nuevo comienzo.

martes, 19 de noviembre de 2013

¡CLASES PARA MARIDOS CRISTIANOS!

“…MARIDOS… VIVID CON ELLAS [VUESTRAS MUJERES] SABIAMENTE, DANDO [DÁNDOLES] HONOR… COMO A COHEREDERAS DE LA GRACIA DE LA VIDA…” (1 Pedro 3:7) Algún bromista creó este anuncio y lo tituló: “¡Clases para maridos!”.Caballero, ¡quizá usted verá algo en él para apuntarse!: “Cómo llenar los cubitos de hielo. Rollos de papel higiénico: ¿crecen en el portarrollos? Diferencia fundamental entre el cesto de la ropa y el suelo. Platos: ¿Pueden flotar en el aire y volar hacia el fregadero o el lavavajillas? Pérdida de identidad o perder “el control remoto” con tu esposa. Encontrar las cosas mirando en el sitio adecuado en vez de gritar y “poner la casa patas arriba”. Cuidando la salud: Traer flores a tu esposa no es perjudicial para tu salud. Los hombres de verdad buscan dirección (testimonios de “supervivientes”). Diferencias básicas entre tu madre y tu esposa. Cómo llegar a ser el compañero de compras ideal: Haciendo técnicas de relajación y respiración. Combata “la atrofia cerebral”, recordando cumpleaños y aniversarios (terapias de choque y operaciones cerebrales disponibles). Ahora en serio: Si quieres saber lo que Dios dice a los maridos, escucha: (a) “…amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia [un amor marcado por el dar y no el conseguir]” (Efesios 5:25) (b) …vivid con ellas [vuestras esposas] sabiamente, dando [dándoles] honor… como a coherederas de la gracia de la vida…” (1 Pedro 3:7); (c) “Goza de la vida con la mujer que amas… Ésta es tu recompensa en la vida” (Eclesiastés 9:9). Por tanto, la próxima vez que pierdas los nervios con tu mujer, en vez de quejarte, recuerda las cualidades que te atrajeron al principio y las bendiciones que ella aporta a tu matrimonio, tales como cuidado, alimentación, confianza, satisfacción,plenitud, ayuda, y felicidad. Y si la amas, ¡díselo muchas veces!

lunes, 18 de noviembre de 2013

PENSAMIENTOS ACERCA DE LA ORACIÓN - Parte 1

“ME INVOCARÁ Y YO LE RESPONDERÉ…” (Salmo 91:15) Bill Hybels, pastor de una de las iglesias más grandes en los Estados Unidos, escribió: “La oración no ha sido siempre mi punto fuerte. Durante muchos años sabía mucho más acerca de la oración que lo que practicaba de hecho. Tengo un temperamento como el de ‘un caballo de carrera’ y los estirones de autosuficiencia son muy reales en mi vida. No quería salirme de ‘la pista’ el tiempo necesario como para averiguar lo que es orar realmente, pero el Espíritu Santo me guió de una manera tan directa que no pude ignorarlo. Me dio instrucciones para que explorara, estudiara y practicara la oración hasta que al final la entendiera. Lo obedecí; leí quince o veinte libros muy buenos acerca de la oración y estudié en la Biblia casi todos los pasajes acerca de ella. Luego hice algo radical: ¡oré! Han pasado veinte años desde que empecé a tomar tiempo para orar y mi vida de oración ha sido transformada. El mayor logro no ha sido la lista de respuestas milagrosas a la oración que he recibido, aunque eso también ha sido grandioso; la cosa más emocionante ha sido la diferencia cualitativa en mi relación con Dios. Cuando empecé a orar, no sabía lo que iba a pasar. El Señor y yo solíamos relacionarnos de manera bastante esporádica. No nos reuníamos ni hablábamos mucho. Ahora, sin embargo, nos juntamos muchas veces, no hablando durante ‘la carrera’, sino llevando a cabo conversaciones sustanciales y profundas durante largo rato cada mañana. Desde que empecé a orar de verdad, he llegado a conocer a Dios mucho mejor”. ¿Quieres conocerle mejor? ¡Prueba orar!

viernes, 15 de noviembre de 2013

NADIE ES BUENO EN TODO

“…CONFORME A LA REGLA QUE DIOS NOS HA DADO POR MEDIDA… NO NOS HEMOS EXTRALIMITADO…” (2 Corintios 10:13,14) Reconoce tus limitaciones. Nadie es bueno en todo ni nadie es llamado a hacer todo. Cada uno tiene roles definidos. Pablo entendió que su llamado no era lograrlo todo ni complacer a todo el mundo, sino a enfocarse y responsabilizarse en lo que el Señor le había provisto para hacer. Escucha: “…conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida… no nos hemos extralimitado…” (2 Corintios 10:13,14). ¿Por qué? Porque sólo así podemos tener éxito – tal como el Señor lo mide. De este modo Satanás tratará de robarte el gozo de servir: (a) Haciendo que te compares con otros; (b) Haciendo que te adaptes a las esperanzas de otros. Las dos son trampas. ¿Por qué? Porque siempre encontraremos alguien que parece estar haciendo un trabajo mejor que nosotros, y esto nos desanima. O lo opuesto,encontramos a alguien que no parece ser tan eficaz como nosotros, y esto nos llena de orgullo. De los dos modos, perdemos el gozo de servir. Escucha: “…cada uno someta a prueba su propia obra y entonces tendrá, solo en sí mismo y no en otro, motivo de gloriarse, porque cada uno cargará con su propia responsabilidad” (Gálatas 6:4). No todos entenderán o estarán de acuerdo con tu tarea y tus métodos. Está bien, pero no dejes que esto te distraiga. Pablo dijo a Timoteo: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse… (2 Timoteo 2:15). John Bunyan dijo: “Si mi vida es infructuosa, no importa quién me alabe, y si tiene fruto, no importa quién me critique”. ¡Esto es cierto para todos!

jueves, 14 de noviembre de 2013

¿ERES UN CRISTIANO PRECAVIDO O MIEDOSO?

“EL SEÑOR… ME LIBRARÁ…” (1 Samuel 17:37) La gente miedosa a menudo justifica su miedo refugiándose en la precaución. Dice: “No tengo miedo, sólo estoy siendo precavido. No puedes precipitarte en estas cosas, ¿sabes?”. Sin duda, el Rey Saúl no habría admitido que tenía miedo de enfrentarse a Goliat, y sin embargo, detrás de toda charla de “riesgos calculados” y discusiones sobre lo que era “lo mejor para la nación” estaba simplemente muy asustado. Al evaluar tu respuesta a los riesgos que enfrentas en la actualidad, pregúntate: ‘¿Estoy siendo precavido o miedoso?’. ¡Tienes que afrontar esta pregunta con sinceridad! Sabes: (1) La precaución es consideración, el miedo es emoción; (2) La precaución es alimentada con información, el miedo con imaginación; (3) La precaución calcula el riesgo, el miedo lo evita; (4) La precaución quiere éxito, el miedo quiere evitar el fracaso; (5) La precaución se preocupa por progresar, y el miedo se preocupa por proteger. Saúl era miedoso; no hizo nada. David era precavido; tomó la iniciativa y mató al gigante. Fue en ese preciso momento cuando algo significativo ocurrió. De repente, los israelitas obtuvieron el coraje para luchar. Los filisteos, que momentos antes estaban seguros de la victoria, ahora corrían para protegerse. Una acción de valentía, sólo una, le dio al resto lo que le faltaba: coraje. ¡Ése es el meollo de liderazgo! Los líderes infunden valentía en los corazones de aquellos que les siguen, no sólo por sus palabras, sino también por sus acciones. Así que si quieres ser un líder, ¡tienes que ir delante! Al dar el primer paso, les das el don del coraje a aquellos que te observan. Además, dependiendo de tu situación, un sólo acto de valentía por tu parte ¡puede cambiar todo tu entorno para lo mejor!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

PALABRAS PATERNALES

Salmo 119:89-93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado. —Salmo 119:93 Jim Davidson estaba escalando el Monte Rainier, cuando cayó por un puente de nieve en una grieta oscura y helada de un glaciar. Mientras estaba allí herido y ensangrentado, reflexionó sobre su niñez y recordó que su padre solía recordarle que podía lograr grandes cosas si se esforzaba en medio de la adversidad. Esas palabras lo ayudaron a soportar durante las cinco horas siguientes en que trepó por la pared de esa cueva oscura de hielo, con muy pocos elementos y bajo circunstancias extremadamente difíciles, hasta llegar a un lugar seguro. Al parecer, el salmista salió de su grieta de aflicción y angustia recordando las palabras de su Padre celestial. Reconoció que si Dios y su Palabra no lo hubieran sostenido, habría muerto en su dolor (Salmo 119:92). Expresó una confianza plena en la Palabra eterna de Dios (v. 89) y en su fidelidad (v. 90). Como resultado de esta fidelidad, el salmista se comprometió a no olvidar nunca lo que Dios le había dicho, ya que había sido esencial para rescatar su vida y darle fuerzas. En los momentos oscuros de aflicción, nuestra alma puede ser vivificada por nuestro Padre celestial, al recordar y llenar nuestra mente con sus palabras alentadoras. Recordar las palabras de Dios vivifica nuestra alma.

lunes, 11 de noviembre de 2013

EL VÍNCULO INQUEBRANTABLE

“ÉL PAGARÁ A CADA UNO CONFORME A SUS OBRAS” (Mateo 16:27) La forma de vivir que tienes ahora, determina lo que te pasará después de morir. Bruce Wilkinson llama a esto: “La ley del vínculo inquebrantable”. Al igual que la ley de la gravedad, siempre está operando. Las elecciones que haces en tu vida cada día, no quedan en nada cuando mueres. ¡Son importantes! Y seguirán importando por toda la eternidad. Tu destino eterno es el resultado de lo que crees. Tu recompensa eterna es el resultado de cómo te comportas. ¿De acuerdo? ¿De verdad? Si es así, esto afectará de forma radical a: (a) la forma en que piensas acerca de tu vida; (b) la forma en que piensas acerca de Dios; (c) lo que elijas hacer de ahora en adelante. El Señor quiere que sepas que las consecuencias positivas de tus actos de hoy pueden cambiar tus perspectivas eternas asombrosa y maravillosamente; y ¡Él no quiere que desperdicies ni un solo minuto más! No tienes que preocuparte sobre lo que te espera después del último latido de tu corazón. No son los demás quienes deciden, ni siquiera Dios; ¡tú lo decides! Cuando entiendas esta verdad, dirás: “No puedo creer que haya hecho preparativos para el futuro de mis hijos o mi vejez y que ni siquiera haya pensado en mi verdadero futuro…”. O, como un hombre dijo: “Siempre pensé en tener un final feliz, y ahora ¡resulta que la muerte es sólo el comienzo!”. No puedes cambiar tu pasado, pero comenzando ahora mismo sí puedes cambiar tu futuro: una elección y acción a la vez.

sábado, 9 de noviembre de 2013

"LA CIMA SAGRADA DE JESÚS"

“VIENDO [JESÚS] LA MULTITUD, SUBIÓ AL MONTE…” (Mateo 5:1) En este versículo en particular, la Biblia no dice que cuando Jesús vio a las multitudes, se sentó en medio de ellas, las sanó y las enseñó. Hubo ocasiones en que Él hizo todas esas cosas, pero esta vez -antes de enfrentarse a las masas- subió al monte, y antes de ministrar a la multitud, sacó fuerzas del Padre. ¿Has aprendido ya a hacer eso? Antes de verte enredado en “los líos” diarios, aparta tiempo para ir a “la cima sagrada”. “¿Qué es eso?”, preguntarás. Es un lugar de estabilidad en medio de un mundo superficial, donde la vista no está obstruida y el ritmo frenético del día a día se deja atrás. Allí obtienes una perspectiva que viene solamente al estar en la presencia de Dios. En aquel espacio que siempre está a disposición, Jesús te recuerda que no hay nada que vayas a enfrentar hoy de lo que Él no se haya ocupado ya. Es fácil reconocer a aquellos que han estado en “la cima”. Sus luchas no son distintas de las tuyas; incluso, sus problemas pueden ser más desafiantes… Pero ellos tienen una paz interior que no puede ser descarrilada por problemas familiares, preocupaciones por la salud o el déficit presupuestario. Tú puedes soportar los momentos difíciles con gracia cuando sabes que “la cumbre” está sólo a la distancia de una oración. Jesús dijo: “Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados, y Yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Haz una pausa hoy. Pon todas las cosas a un lado durante un rato y síguelas por “el sendero serpenteante” a “la cima del monte”. Si lo haces, ¡bajarás del “monte” siendo una persona diferente!

jueves, 7 de noviembre de 2013

CÓMO DIOS PROVEE SEGÚN LA BIBLIA - Parte 3

…A MI SIERVO CALEB, POR CUANTO LO HA ANIMADO OTRO ESPIRITU Y DECIDIÓ IR DETRÁS DE MÍ, YO LO HARÉ ENTRAR EN LA TIERRA…² (Números 14:24) Caleb tenía “otro espíritu”, uno que osaba desafiar al enemigo y decirle: …(l)os comer(éis)[emos] como pan (Números 14:9b). En vez de intimidarte, las amenazas del enemigo deberían “alimentarte” y hacerte decir: Acércate; cuando el polvo se pose, saldré más fuerte aun que cuando entré. ¿Has visto alguna vez cómo los aviones de combate repostan en vuelo? ¡Nuestro Dios hace lo mismo! Justo cuando piensas: “No sé cuanto tiempo más podré aguantar”, el Espíritu Santo viene a tu lado, te sujeta, te llena “el depósito” y hace de ti una amenaza aun mayor para tu enemigo. Ya es hora de que entiendas cuánto te teme el enemigo, y dejes de batirte en retirada, esconderte o intentar negociar una tregua con él. Antes de que los ejércitos de Josué conquistasen Jericó, Rahab les dijo a los espías: “…hemos oído que el Señor hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros…” (Josué 2:10). ¡Tu reputación te precede! El enemigo sabe que estás llamado a ser bendecido. Él teme cada movimiento tuyo; ¡de esto va la batalla! Sólo tienes que seguir luchando. Cuando Dios está de tu lado, los obstáculos se convierten en ¡oportunidades para crecer! Escucha: (a) “…el Dios de paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies” (Romanos 16:20); (b) “Os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo… (Lucas 10:19); (c) “…mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). ¡Y hay muchas más promesas aún donde proceden éstas! “…EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS: NO LOS TEMÁIS” (Números 14:9b) El Israel moderno está todavía luchando por la tierra que Dios le dio hace años ­ un lugar de provisión permanente y de bendiciones de pactos tan influyentes que siguen en portada de todos los periódicos. Lo que antes era un lugar físico en el Antiguo Testamento, ahora es, además, un lugar espiritual donde cada hijo redimido de Dios está llamado a morar. ¡Pero todavía hay lucha! “El diablo no me está molestando”, puedes decir. Esto sea quizás porque ¡no eres amenaza para él! En el momento en que tomes al Señor en serio, ¡estás involucrado en la lucha! ¿Pensabas que el diablo te iba a mandar un mensaje de enhorabuena? No, escucha: “…nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en conocimiento, en tolerancia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero; en palabra de verdad, en poder de Dios y con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, pero llenos de vida; como castigados, pero no muertos; como entristecidos, pero siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyéndolo todo² (2 Corintios 6:4-10). Vuelve atrás y relee estas palabras varias veces. ¿Por qué? Porque son requisitos básicos para cada ciudadano que quiera disfrutar de los beneficios del Reino de Dios.

CÓMO DIOS PROVEE SEGÚN LA BIBLIA - Parte 2

Cómo Dios provee según la Biblia – Parte 2 “EL MANÁ CESÓ…” (Josué 5:12) Escucha: “Al otro día… comieron de los frutos de la tierra, panes sin levadura y… espigas secas tostadas” (Josué 5:11). ¿Cómo consigues pan y grano? ¡Produciéndolo! Dios estaba diciendo: “Yo puedo proveer por medio de hombres o enviarlo del Cielo, pero ahora quiero bendecir el trabajo de vuestras manos”. Algunos de nosotros nos desmoronamos cuando “el maná” cesa. “Señor, ¿qué pasa? ¡Ya nadie me ayuda!”. No pasa nada; es que, es tiempo de crecer y empezar a creer que Dios te va a bendecir de manera que puedas llegar a ser bendición para otros, en vez de estar pidiéndole al Señor que bendiga a otros para que puedan cuidar de ti. Es hora de descubrir tus dones y empezar a usarlos. ¡No necesitas a Dios o nadie más que haga lo que puedes hacer tú mismo! No hace falta que tengas mucho talento en “el desierto”, tan sólo fe en recibir tu próxima “comida”. En esencia, lo que Dios le dijo a su pueblo fue: “Cuando lleguéis a esta tierra, quiero que viváis de tal manera que el resto del mundo ‘tome nota’ y empiece a preguntarse: ¿qué tienen ellos que nosotros no tenemos?”. En vez de que vayamos al mundo en busca de consejo, ¡”el mundo” debería venir a nosotros por el! Jesús dijo: “Vosotros sois la luz del mundo…” (Mateo 5:14). Eso significa que tú deberías ser el estudiante, empleado, líder, padre o la madre más brillante que hay. Dios le dijo a su pueblo: “Todas las naciones os dirán bienaventurados…” (Malaquías 3:12). ¿A quién se refiere? ¡A aquellos que desentierran sus talentos, los ponen a funcionar y honran a Dios en todo lo que hacen! “…VOSOTROS LOS COMERÉIS COMO PAN” (Números 14:9) Escucha: “Y Josué… y Caleb… dijeron a toda la congregación de los hijos de Israel… ni temáis al pueblo de esta tierra; pues vosotros los comeréis como pan” (Números 14:6,7,9b). ¡Hay comida y bendiciones en la batalla! Puedes alcanzar la madurez al alimentarte de lo que tus enemigos te arrojan. Las promesas de Dios son “(A)[a]l vencedor…” (Apocalipsis 3:21). Pero Israel no quería luchar. De hecho, quiso apedrear a los que le sacó de su confort. Como resultado, el Señor dijo: “…ninguno de los que Me han irritado la verá” (Números 14:23). El mayor dolor de Dios es ser puesto en duda. Con un historial como el suyo, ¿te extraña? ¿Somos nosotros muy distintos a los israelitas? Antes de contestar, que sepas con toda claridad que hay tres cosas contra las que siempre tendrás que luchar: (1) Querer quedarte donde estás, porque para ir donde Dios quiere que vayas tienes que enfrentar tus miedos más profundos y tener victoria sobre las viejas costumbres que el enemigo ha puesto entre ti y tu destino. (2) En vez de tener confianza en lo que Dios ha hecho ya por ti, “te haces el loco” poniendo en duda Su veracidad… (3) Aunque sabes que el enemigo está usurpando tu propiedad y desafiándote para que hagas algo al respecto, no te atreves luchar. Mañana hablaremos de los enemigos dentro de tu tierra, pero ahora mismo debes mirar en tu interior y empezar a enfrentarte a aquellos que son capaces de impedir que entres y disfrutes de lo que el Señor tiene para ti.

CÓMO DIOS PROVEE SEGÚN LA BIBLIA - Parte 1

“MI DIOS, PUES, SUPLIRÁ TODO LO QUE OS FALTA…” (Filipenses 4:19) Dios usará a distintas personas en momentos distintos para satisfacer distintas necesidades en tu vida. Se sirvió del faraón para alimentar a los israelitas. ¡Imagínate! Cuando hubo hambre, guió a su pueblo hacia Egipto e hizo que el faraón lo alimentara durante cuatrocientos años. Fíjate en esto: Cuando le pides algo a Dios, no Le digas a quién debe utilizar para dártelo. Escucha las palabras de Jesús: “…rebosando darán en vuestro regazo…” (Lucas 6:38). Cuando Dios quiere bendecirte, ¡algunas veces enviará a alguien! Pero si eres demasiado orgulloso como para aceptar su ayuda, no la obtendrás. O si limitas al Señor a actuar sólo a través de personas que conoces y te gustan, perderás de nuevo “el tren”. Dios se sirvió del faraón porque él no era el tipo de persona para estar encantado con él. El Señor no quiere que te enganches a nadie más que a Él. Dios te puede bendecir a través de tu jefe, el inspector de hacienda, el vendedor de coches, el gestor del banco y ¡hasta aquellos que no te tratan bien! Fue la traición por parte de sus hermanos lo que hizo que José llegase a ser Primer Ministro de Egipto. Gente entrará y gente saldrá de tu vida. Alaba a Dios cuando lleguen y alaba a Dios cuando se vayan, y recuerda: “Si Él me ha bendecido antes, lo hará de nuevo” – y sigue caminando. Egipto se convirtió en un problema sólo cuando el pueblo de Dios ¡llevaba allí demasiado tiempo! No te apoyes en otros demasiado tiempo, o llegarás a idolatrar al instrumento de tu bendición, el cual puede acabar controlándote. Esto sería un problema, ya que Dios dijo: “No tendrás dioses ajenos delante de Mí” (Éxodo 20:3). “¿QUÉ ES ESTO…?” (Éxodo 16:15) Dios te librará de la dependencia de cualquier otra mano distinta a la suya. Él permitirá al “faraón” que te “alimentó” el año pasado, abusar de ti en éste. Después te llevará al “desierto” y te enseñará a confiar sólo en Él. Fíjate: (1) Quizás no reconozcas tu provisión al principio. La palabra ‘maná’ significa: ’¿Qué es esto?’. Nunca habían visto nada parecido. Aceptarlo requería fe. No temas de algo por no venir “empaquetado” como a ti te gusta. En vez de eso di: ”Señor, si es de acuerdo a tu deseo, lo acepto, estoy agradecido y empezaré vivir de ello”. (2) Lo primero que debían hacer cada mañana era recoger el maná. ¿Por qué? Porque al mediodía el sol lo derretía. Antes que nada, ve y recoge tu “maná”. Aliméntate con la Palabra de Dios antes de que el enemigo tenga oportunidad de golpearte. Después de hacerlo, ya puedes enfrentarte a cualquier cosa que te traiga el día. (3) Recibes de acuerdo a tus necesidades, no a las de tu vecino. Dios no te va a bendecir para que puedas competir con tu vecino de “la tienda” de al lado; si él tiene más hijos que alimentar, recibirá más “maná”. Deja de medir tus bendiciones con las de los demás. Tus bendiciones dependen de dos cosas: (a) La cantidad que necesitas para realizar lo que el Señor te ha encomendado; (b) El grado en que Dios te las pueda confiar. Así que deja de comparar y quejarte de lo que Él da a tu vecino, y empieza agradecer el “¿qué es esto?” que el Señor ha puesto a “la entrada de tu tienda”.

martes, 5 de noviembre de 2013

QUEDARSE QUIETO

Salmo 46 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. —Salmo 46:10 Eric Liddell, conmemorado en la película Carrozas de Fuego, ganó una medalla de oro en las Olimpíadas de 1924, antes de ir a China como misionero. Años después, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, envió a su familia a Canadá para protegerla, pero él se quedó. Poco después, él y otro misionero extranjero fueron detenidos en un campo de concentración japonés. Tras varios meses de cautiverio, Liddell desarrolló lo que los médicos temían que fuera un tumor cerebral. Los domingos por la tarde, una banda tocaba cerca del hospital, así que un día, Liddell pidió que interpretaran el himno «Alma mía, descansa». Me pregunto si al escucharla, meditaba en su letra: Reposa, alma mía: la hora está por llegar / cuando estaremos para siempre con el Señor. / Cuando la decepción, el dolor y el temor terminen, / se olvide la tristeza, los goces más puros del amor se restauren. / Reposa, alma mía: cuando los cambios y las lágrimas hayan pasado / todos a salvo y bendecidos al final nos encontraremos. Este hermoso himno, tan consolador para Eric mientras enfrentaba una enfermedad de la que murió tres años después, expresa una gran realidad de las Escrituras. En el Salmo 46:10, David escribió: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios». En los momentos más oscuros, podemos descansar porque nuestro Señor conquistó la muerte por nosotros. Quédate quieto y deja que Él aplaque tus mayores miedos. El susurro consolador de Dios acalla el ruido de nuestras pruebas.

domingo, 3 de noviembre de 2013

5 TRAMPAS EN LAS QUE LOS LÍDERES CAEN

“…TE DI… A LAS NACIONES” (Jeremías 1:5) Si eres un líder, ten presente estas cinco trampas: (1) La necesidad de abarcarlo todo. Aquellos que logran mucho, normalmente no lo hacen. ¡Sólo tienen una cosa en la mente! Afanarse por ser capaz de hacerlo todo suena muy bien pero, en realidad, te fuerza a invertir tiempo y energía en áreas donde nunca destacarás. (2) La autoridad sin la competencia. Cada líder goza de autoridad en áreas donde tiene poca o ninguna competencia. Cuando trata de ejercitar autoridad en esas áreas, a menudo obstaculiza todo y a todos los que están a su cargo. Para decirlo “sin rodeos”, hay cosas de las que eres responsable pero en las que no deberías entrometerte. (3) La intoxicación del éxito. El éxito intoxica y las personas afectadas raramente tienen control firme sobre la realidad. Los líderes asumen con frecuencia que sus competencias fundamentales son más amplias de lo que realmente son. Vemos este rasgo con facilidad en otros, pero es imposible verlo en nosotros mismos. Admitir debilidad no te hace menos efectivo, sólo expresa lo que todos los que están a tu alrededor ya saben desde hace mucho tiempo. (4) La culpabilidad. Nos sentimos culpables cuando delegamos las tareas en las que somos débiles. Suponemos que todos odian hacer lo que nosotros odiamos hacer. ¡Falso! Delegar permite que otro destaque. Tu debilidad es su oportunidad. (5) La falta de voluntad para entrenar a otros. ¡Claro que es más fácil hacer las cosas tú mismo! No obstante, el liderazgo no sólo consiste en hacer las cosas bien, sino de hacerlas bien con la ayuda de otros. Si no puedes encontrar a alguien en quien delegar, “mírate al espejo”. Tu gente está exactamente donde tú la has llevado. Si no tienes a nadie en quien delegar, ¿adivina quien tiene que cambiar?

viernes, 1 de noviembre de 2013

¡MARAVILLOSO!

Lectura: Job 42:1-6 … yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. —Job 42:3 Cuando nuestro avión empezó a descender, la azafata leyó la larga lista con información para el aterrizaje como si estuviera haciéndolo por millonésima vez durante ese día: sin ninguna emoción ni interés mientras anunciaba nuestra inminente llegada. Después, con la misma voz cansada y monótona, concluyó: «Que tengan un hermoso día». La sequedad de su tono contrastaba con sus palabras. Dijo «hermoso», pero de un modo completamente carente de asombro. A veces, me temo que abordamos nuestra relación con Dios de la misma manera: rutinaria, aburrida, apática, desinteresada. Por medio de Cristo, tenemos el privilegio de ser adoptados en la familia del Dios vivo, pero con frecuencia, parece haber poco de ese sentimiento de asombro que debería acompañar semejante realidad. Job cuestionó a Dios por su sufrimiento, pero cuando el Señor lo desafió, quedó humillado ante la maravilla de su Creador y de lo creado por Él. Entonces, respondió: «¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía» (Job 42:3). Yo anhelo que la maravilla del Señor se haga presa de mi corazón. Adoptado por Dios… ¡qué realidad maravillosa! Nada puede llenar más nuestro corazón que la maravilla de Dios y su amor.

miércoles, 30 de octubre de 2013

DIOS EN LA TORMENTA

Job 37:14-24 Él es Todopoderoso… —Job 37:23 Una mañana temprano, el viento empezó a soplar y las gotas de lluvia golpeaban mi casa como si fueran piedrecitas. Eché un vistazo por la ventana, al cielo gris amarillento, y observé mientras los árboles se balanceaban con el viento. Surcos hechos por los rayos iluminaban el cielo, acompañados de truenos que hacían temblar. La electricidad iba y venía, y yo me preguntaba cuánto duraría el mal tiempo. Cuando pasó la tormenta, abrí mi Biblia para empezar el día leyendo las Escrituras. Leí un pasaje de Job que comparaba el poder del Señor con la fuerza en la atmósfera de una tormenta. Eliú, el amigo de Job, dijo: «Truena Dios maravillosamente con su voz» (37:5). Además, «Él cubre sus manos con el relámpago, y le ordena dar en el blanco» (36:32 lbla). Sin duda, Dios es «grande en poder» (37:23). Comparados con Dios, los seres humanos somos frágiles. No podemos auxiliarnos espiritualmente, sanar nuestro corazón ni remediar las injusticias que solemos soportar. Felizmente, el Señor de la tormenta se ocupa de personas débiles como nosotros; «se acuerda de que somos polvo» (Salmo 103:14). Es más, «da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas» (Isaías 40:29). Dado que Dios es fuerte, puede ayudarnos en nuestras debilidades. Dios es la fuente de nuestra fortaleza.

lunes, 28 de octubre de 2013

INGREDIENTES SALUDABLES

Proverbios 4:14-27 Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. —Proverbios 4:23 Mi esposa Martie es muy cuidadosa cuando se trata de comprar alimentos saludables y nutritivos. Sin importar cuán atractivo sea el paquete, ella revisa la lista de ingredientes en el dorso de la caja. Muchísimas palabras difíciles de pronunciar suelen indicar la presencia de conservantes que no ayudan a una buena nutrición. Siempre los coloca de vuelta en el estante y sigue buscando etiquetas con listas de productos naturales beneficiosos para la salud. Suelo pensar que sus hábitos para las compras se parecen mucho a lo que Dios busca en nuestra vida: lo que cuenta es lo que está adentro, independientemente de cuán atractivo pueda ser el exterior. No es extraño que el narrador de la sabiduría de Proverbios nos advierta sobre lo que entra en nuestro corazón, «porque de él mana la vida» (Proverbios 4:23). Vestirnos según la moda y mantenernos jóvenes tiene poca importancia si interiormente abrigamos avaricia, odio, mal humor, autoconmiseración y otros elementos contraproducentes. Así que, pregúntate: Cuando los demás observan el envoltorio de mi vida, ¿ven un corazón lleno de ingredientes saludables y que honran al Señor? Añadiendo gracia, bondad, paciencia y compasión, reflejaremos la naturaleza maravillosa de Cristo. El contenido de tu corazón es más importante que el envoltorio.

sábado, 26 de octubre de 2013

RE-CREACIÓN

2 Corintios 5:12-21 … si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. —2 Corintios 5:17 A Chris Simpson solía consumirlo el odio. Después que él y su esposa perdieron su primer hijo, estaba confundido y amargado. Dirigió esa rabia hacia diversos grupos étnicos y se cubrió el cuerpo con tatuajes que expresaban esos sentimientos. Sin embargo, luego de oír que su hijo lo imitaba, se dio cuenta de que debía cambiar. Vio una película cristiana sobre la valentía, y empezó a asistir a una iglesia. Un mes más tarde, se bautizó y sigue a Cristo. Ahora es una persona nueva y está dejando atrás el odio, lo cual incluye el doloroso y costoso proceso de borrarse los tatuajes. El apóstol Pablo sabía algo sobre esta clase de transformación profunda. Odiaba a Jesús y perseguía a sus seguidores (Hechos 22:4-5: 1 Corintios 15:9). No obstante, un encuentro personal y una unión espiritual con Cristo (Hechos 9:1-20) cambiaron todo y le hicieron re-evaluar su vida a la luz de lo que Jesús había hecho en la cruz. Esta unión con Él lo convirtió en una nueva persona. El antiguo sistema del pecado, la muerte y el egoísmo habían pasado, y había llegado un nuevo comienzo, un nuevo pacto y una nueva perspectiva. Seguir a Jesús no es hacer borrón y cuenta nueva; es empezar una nueva vida bajo un nuevo Señor.

viernes, 25 de octubre de 2013

LA CAMPAÑA

Romanos 15:1-7 Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación. —Romanos 14:19 Todos los años, los jóvenes de nuestra comunidad participan en la campaña Sé amable, dirigida por una organización de salud mental. En 2012, 6.000 estudiantes llevaron sobre su ropa durante los eventos deportivos de sus escuelas las palabras SÉ AMABLE. Un director declaró: «Queremos que los alumnos asistan a la escuela y aprendan sin que el miedo, la tristeza o la preocupación al estar con sus semejantes los distraigan. Estamos esforzándonos para asegurarnos de que los alumnos se edifiquen unos a otros, en vez de hostigarse». Pablo quería que la gente de la iglesia de Roma tuviera un estándar del amor aun más elevado. Tanto los fuertes como los débiles en la fe se juzgaban y descalificaban entre sí (Romanos 14:1-12). Se despreciaban cuando discutían sobre qué alimentos estaban permitidos (vv. 2-3) y qué fiestas debían guardar (vv. 5-6). Pablo los desafió: «Sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación» (v. 19). Les recordó que debían ocuparse sinceramente de agradar a los demás y no a sí mismos. Dijo: «Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo…» (15:3), sino que sirvió. Únete a la campaña de amar a los demás a pesar de nuestras diferencias… así glorificarás a Dios (v. 7). La amabilidad es simplemente amor desbordando en pequeños detalles.

lunes, 21 de octubre de 2013

¡UN DÍA!

Mateo 27:27-31; 28:1-6 No está aquí, pues ha resucitado… —Mateo 28:6 Era el día después. Mi equipo favorito había perdido la final, y el sueño de ganar el campeonato había terminado. Afuera hacía frío y el cielo estaba algo encapotado cuando subí al auto para ir a trabajar. Nada de esto habría importado mucho, pero daba la impresión de que iba a ser un lunes gris. En ese momento, sonó una canción en la radio que cambió mi perspectiva. Era Casting Crowns interpretando el himno «Un día glorioso»: Un día lleváronle [a Cristo] al monte Calvario; un día claváronle allí en la cruz. Hasta esa parte, nada alentador. Pena y dolores sufrió, y la muerte… más malas noticias. Pero después, la letra describe la buena nueva de la resurrección de Cristo y su victoria sobre la muerte. De aquel día aciago (de la oscuridad del mediodía en esa ladera de Jerusalén) surgió la única esperanza verdadera para la humanidad. Como sigue diciendo la canción: Muerto salvome; y en el sepulcro, mi mal enterró. Resucitado es mi eterna justicia; un día Él viene, pues lo prometió. ¡Qué día glorioso! Quizá hoy las cosas no empezaron bien para ti. Tal vez enfrentes una cantidad de problemas que amenazan con convertir este día en una jornada sin esperanza. Dirige tu atención hacia Cristo. Medita en lo que hizo por ti en el Calvario y cómo venció la muerte mediante su resurrección: «No está aquí, pues ha resucitado…» (Mateo 28:6). ¡Esta verdad puede tornar cualquier día en glorioso! La tumba vacía de Cristo nos llena de esperanza.

sábado, 19 de octubre de 2013

10 VERDADES BÍBLICAS CONTRA LA INSEGURIDAD

“…ARRAIGADOS Y CIMENTADOS EN AMOR…” (Efesios 3:17) ¿Estás luchando contra la inseguridad? Si es así, medita sobre estas 10 verdades bíblicas que te incumben: (1) Sé que Dios me ama y que Él tiene un plan maravilloso para mi vida. (2) Sí, tengo defectos, pero Dios está trabajando en mí, cambiándome día a día; y mientras Él actúa, yo puedo seguir disfrutando de mi vida. (3) Me doy cuenta de que siempre tendré asuntos que tratar, de manera que no me desanimaré cuando Dios me señale áreas que todavía necesitan ser mejoradas. (4) Todos tenemos debilidades, así que no soy un fracaso por no ser perfecto. (5) Quiero caer bien a la gente pero mi percepción de valor no depende de ellos. No, Jesús ya ha demostrado lo que valgo al morir por mí. (6) Me niego a ser controlado o manipulado por otros. Si me rechazan, sobreviviré porque Jesús ha prometido que nunca me dejará ni me abandonará. (7) No importa cuántas veces fracase, no me rendiré porque Dios está conmigo para fortalecerme y sostenerme. (8) Me gusto. No me gusta todo lo que hago y quiero cambiar, pero rehusó rechazarme porque Dios me ama y me acepta como soy. (9) Aunque no sea nada en mí mismo, en Cristo soy todo lo que necesito ser. (10) Le importo a Dios. Mi vida es de gran envergadura. Independientemente de cualquier desafío -”(T)[t]odo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Conforme vayas meditando diariamente sobre estos principios, ¡te quedarás asombrado de cuán diferente empezarás a sentirte acerca de ti mismo!

jueves, 17 de octubre de 2013

SUEÑOS DE LA NIÑEZ

Salmo 8 De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza… —Salmo 8:2 Hace años, les pedí a alumnos de quinto grado que prepararan una lista con las preguntas que le harían a Jesús si se presentara personalmente la semana siguiente. También le pedí lo mismo a un grupo de adultos. Los resultados fueron sorprendentemente diferentes. Las preguntas de los niños eran desde encantadoras hasta conmovedoras: «En el cielo, ¿tendré que estar sentado, vestido con una túnica y cantando todo el día?, ¿mi mascota irá al cielo?, ¿las ballenas estaban dentro o fuera del arca?, ¿cómo le va a mi abuelo ahí arriba contigo?». Casi todas sus preguntas no dudaban de la existencia del cielo o de que Dios obra en forma sobrenatural. En cambio, los adultos presentaron una línea de cuestionamientos completamente diferente: «¿Por qué les pasan cosas malas a las personas buenas?, ¿cómo sé que estás escuchando mis oraciones?, ¿por qué hay un solo camino al cielo?, ¿cómo pudo un Dios amoroso permitir que me sucediera esta tragedia?». En su mayoría, los niños viven sin las preocupaciones ni las tristezas que agobian a los adultos. Su fe les permite confiar en Dios más fácilmente. Mientras los adultos solemos perdernos entre las pruebas y las angustias, los niños mantienen la perspectiva del salmista sobre la vida: eterna y consciente de la grandeza de Dios (Salmo 8:1-2). Podemos confiar en el Señor, y Él anhela que lo hagamos como los niños (Mateo 18:3). Andar cerca de Dios aparta tu mirada de las pruebas de hoy para que veas los triunfos eternos.

miércoles, 16 de octubre de 2013

LA ÉTICA LABORAL SEGÚN LA BIBLIA QUE DIOS BENDICE

“¿HAS VISTO UN HOMBRE CUIDADOSO EN SU TRABAJO? DELANTE DE LOS REYES ESTARÁ.” (Proverbios 22:29) El primer empleo del periodista Willian Zinsser fue para el periódico estadounidense The New York Herald Tribune. Los periodistas novatos solían empezar escribiendo obituarios, pero a Zinsser le frustraba tal encargo. ‘Podría estar haciendo reportajes de calidad dignos de ganar el premio Pulitzer’, pensó para sí mismo, ‘y aquí me he quedado, escribiendo necrológicas’. Por fin se armó de valor para preguntar al director: ‘¿Cuándo me van a encargar alguna historia importante?’ El director, un hombre mayor y gruñón, refunfuñó: ‘Mira, chico, nada de lo que escribas se leerá con tanta atención como lo que estás haciendo ahora. Si escribes mal un nombre o te equivocas en una fecha, la familia se molestará. Pero si haces justicia a la abuela de uno, o a la madre de otro; les alegrarás la vida, te estarán eternamente agradecidos y tus palabras saldrán en recordatorios’. ‘Las cosas cambiaron. Prometí que haría las llamadas que hiciera falta’, afirmó Zinsser. ‘Haría más preguntas de las necesarias. Daría un paso más’. De eso trata, en el fondo, el sermón del monte, de escribir obituarios para otros como te gustaría que otros los escribieran para ti, obituarios de los que merezcan la pena hacer recordatorios, porque algún día alguien así lo hará. Zinsser empezó a destacarse en otros géneros, y hasta publicó un libro para aprender a escribir, con más de un millón de ejemplares vendidos. Pero nada de eso habría ocurrido si no se hubiera dedicado de lleno a los obituarios. Entiende bien esto: Si no puedes experimentar el espíritu en el trabajo que haces hoy, entonces no podrás experimentar el Espíritu hoy (puesto que Él está siempre presente). Y como va la ética laboral en tu empleo? Estás haciéndolo con pasión, esfuerzo y dedicación? Esta, es la única forma que los nuevos ascensos y promociones vengan. No lo olvides: Aquel que es fiel en lo poco en lo MUCHO también lo será. Lucas 16:10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.

martes, 15 de octubre de 2013

SOY INVISIBLE

Isaías 40:25-31 [El Señor] da esfuerzo al cansado… —Isaías 40:29 Mi amiga Jane dijo algo en una reunión de trabajo, y nadie contestó. Entonces, lo repitió, y tampoco obtuvo respuesta; sus compañeros simplemente la ignoraron. Se dio cuenta de que su opinión no importaba mucho. Se sintió desvalorizada e invisible. Tal vez tú también conozcas ese sentimiento. El pueblo de Dios se sintió así como nación (Isaías 40). ¡Solo que los israelitas creían que era Dios quien no los veía ni entendía cuánto luchaban diariamente para sobrevivir! El reino del sur había sido llevado cautivo a Babilonia, y la nación exiliada se quejó: «… Mi camino está escondido del Señor, y de mi Dios pasó mi juicio» (v. 27). Si bien Isaías estaba de acuerdo en que, comparadas con Dios, «… las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas…» (v. 15), también quería que el pueblo supiera que Él da poder a los débiles y fortaleza a quienes la necesitan (v. 29). Y agregó que si esperaban en el Señor, Él les renovaría las fuerzas. Levantarían vuelo con alas como las de las águilas; correrían y no se cansarían (v. 31). Cuando te sientas invisible o desvalorizado, recuerda que Dios te ve y se interesa por ti. Espera en Él, y te dará nuevas fuerzas. Aunque no percibamos la presencia de Dios, su cuidado amoroso siempre nos rodea.

domingo, 13 de octubre de 2013

SER TESTIGOS

Lectura: Hechos 1:1-9 Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos… —Hechos 1:8 Cuando era joven, presencié un accidente automovilístico. Fue una experiencia tremenda, agravada por una serie de complicaciones. Como fui el único testigo del incidente, pasé los meses siguientes contándole a una serie de abogados y de agentes de seguros lo que había visto. No esperaban que explicara los daños físicos ni los detalles de las heridas de las personas involucradas; solo me pedían que relatara lo que había presenciado. Como seguidores de Jesús, somos llamados a dar testimonio de lo que Jesucristo ha hecho en y por nosotros. Para guiar personas a Cristo, no es necesario ser capaces de explicar cada cuestión teológica ni de responder todas las preguntas. Lo que debemos hacer es hablar del cambio que hemos experimentado en nuestra vida por la obra de la cruz y la resurrección del Salvador. Mejor aun, no tenemos que depender de nosotros solos para hacerlo, ya que Jesús dijo: «pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8). En la medida en que dependemos del poder del Espíritu, somos capaces de indicarle a un mundo que sufre el camino hacia el Cristo redentor. Con su ayuda, ¡podemos testificar del poder transformador de su presencia en nuestra vida! Nuestro testimonio es la prueba de lo que Dios ha hecho por nosotros.

miércoles, 9 de octubre de 2013

ABBA PADRE EN LA BIBLIA

“…HABÉIS RECIBIDO EL ESPÍRITU DE ADOPCIÓN, POR EL CUAL CLAMAMOS: ¡ABBA, PADRE!” (Romanos 8:15) Pablo escribió: “…habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” (Romanos 8:15). Los padres adoptivos entienden estas palabras. Saben lo que significa tener un vacío en el corazón, buscar, embarcarse en una misión, responsabilizarse de un niño con un pasado tenebroso y un futuro incierto. ¡Y eso es lo que Dios hizo por ti! Sabiendo de sobra lo difícil que ibas a ser y el precio que iba a pagar, te buscó, te encontró, pagó una suma tremenda, firmó los papeles, te adoptó, te llevó a casa y te dio el derecho a llamarle “Abba”, que significa literalmente: “Mi Papá”. ¿No te parece maravilloso? La adopción no es algo que ganas. Es un regalo que recibes. ¿Te imaginas a una pareja diciendo: “Nos gustaría adoptar a Juanito, pero primero queremos saber si tiene una casa, dinero para su educación, transporte al colegio todas las mañanas, y ropa para vestirse todos los días”? Ninguna agencia aceptaría esa forma de hablar. Les diría: “Un momento; ustedes no adoptan a Juanito por lo que tiene, lo adoptan por lo que necesita. Y lo que necesita es un hogar”. Pablo no dijo que hemos ganado el espíritu de adopción. Dijo que lo hemos recibido. ¿Por qué es eso importante? Porque si no podemos ganarlo por nuestros esfuerzos sobrehumanos, tampoco podremos perderle por nuestro pobre desempeño. ¡Qué tranquilizador! ¿Por qué quiere cualquier matrimonio tener hijos? Para amarlos y compartir su vida con ellos - ¡y así es como Dios se siente contigo!

martes, 8 de octubre de 2013

UNO VALE MUCHO

Lucas 15:1-10 ¿Qué hombre […] teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve […] y va tras la que se perdió…? —Lucas 15:4 Horas antes de la fiesta de graduación de la escuela secundaria de Kim Haskins, su padre murió en un accidente automovilístico, y las dejó a ella y a su madre hospitalizadas. Al día siguiente, Joe Garrett, director de la escuela, la visitó y le dijo que quería hacer algo especial por ella. Un artículo en el periódico The Gazette, de Colorado Springs, Estados Unidos, describió las abundantes demostraciones de amor y respaldo de los maestros, los administradores y los compañeros, quienes, profundamente conmovidos por la pérdida sufrida por Kim, llenaron el auditorio de la escuela días después, en una ceremonia de graduación exclusiva para ella. El director declaró: «En educación, hablamos mucho sobre no dejar de lado a ningún niño. En el ejército, hablan de no abandonar a ningún soldado. El tema de hoy es no dejar atrás a ningún graduado». Jesús señaló la importancia que cada persona tiene para Dios mediante tres historias sobre algo que se había perdido: una oveja, una moneda y un hijo (Lucas 15). En cada caso, alguien había perdido algo sumamente valioso. Al encontrarlo, los amigos y los vecinos son convocados para celebrar y regocijarse juntos. El concepto es claro: Todos somos sumamente valiosos para Dios, quien nos ofrece perdón y nueva vida por medio de Cristo. Y nos busca fielmente con su amor y gracia. Hay gran gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente (v. 7). Nuestro valor se mide en función de lo que Dios ha hecho por nosotros.

domingo, 6 de octubre de 2013

HALLAR TU PUESTO EN LA MESA

“Y LE HICIERON ALLÍ UNA CENA; MARTA SERVÍA Y LÁZARO ERA UNO DE LOS QUE ESTABAN SENTADOS A LA MESA CON ÉL” (Juan 12:2) Leemos que, después de que Jesús levantó a Lázaro de los muertos, él y sus hermanas invitaron a Jesús a cenar. Marta servía, María ungía los pies de Jesús y Lázaro hablaba con los huéspedes. Observa: hay sitio en la mesa de Dios para toda clase de gente. Miremos con más atención: Marta. Las Martas están generalmente en segundo plano, arremangadas,asegurándose de que todos tienen comida y bebida. Puesto que rara vez buscan estar en el foco de la atención, a menudo no las apreciamos - ¡hasta que no están! El lado ‘menos positivo’ de las Martas es que están inclinadas a considerar que su misión sea más importante que el Maestro. Necesitan recordar que la adoración también es servicio. María. Las Marías pueden olvidar que hay que pagar las facturas y cocinar. A veces están pensando tanto en lo espiritual que no atienden lo terrenal. Tienen que darse cuenta de que el servir es también adoración. Pero necesitamos Marías. Aportan pasión a nuestra adoración, y siempre se puede contar con ellas para interceder ante Dios a favor de otros. Lázaro. Escucha: “Gran multitud… fueron… para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos… a causa de él muchos… creían en Jesús” (Juan 12: 9,11). Lázaro tenía un testimonio tan asombroso que los que lo oyeron se convirtieron al instante. Él nos recuerda que cada uno tenemos una historia para compartir sobre la gracia y la misericordia de Dios. ¿Cuándo expusiste la tuya la última vez? Hoy, por lo tanto, si eres una “Marta”, Dios ve tu labor de amor. Si eres una “María”, Él se deleita en tu adoración. Y si eres un “Lázaro”, Él promete honrar tu testimonio. ¡Hay sitio a la mesa para todos nosotros!

viernes, 4 de octubre de 2013

HUBBLE, ZOOLÓGICOS Y NIÑOS

Hubble, zoológicos y niños Lectura: Salmo 148 … Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas. —Salmo 148:3 ¿Qué tienen en común el telescopio espacial Hubble, un zoológico y unos niños cantando? Según lo que enseña el Salmo 148, la conclusión es que todos ellos apuntan a la obra magnífica de Dios en la creación. Suele cuestionarse la idea de que Dios creó nuestro mundo; por eso, tal vez sea un buen momento para recordar que debemos unirnos a la creación para alabar a nuestro Padre celestial por la magnífica obra de sus manos. El Hubble puede ayudarnos mediante sus sorprendentes fotos del universo. Cada una muestra estrellas que centran su atención en la majestuosa creación divina. «…Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas», declara el v. 3. Una visita al zoológico nos muestra la gran diversidad de animales que Dios creó. Al leer los vv. 7 y 10, damos gracias a Dios por las criaturas marinas, los animales salvajes, los insectos y las aves. Y las alabanzas que los niños cantan sin inhibiciones a Dios simbolizan la verdad de que todos los habitantes de la Tierra deben elevar sus voces para honrar a nuestro Creador (vv. 11-13). Estrellas, animales y niños: «Alaben el nombre del Señor, porque sólo su nombre es enaltecido…» (v. 13). Unámonos para expresar nuestro agradecimiento por su creación. «¡Alabado sea el Señor!» La creación manifiesta el poder de Dios.

miércoles, 2 de octubre de 2013

VALENTIA COLORIDA

Lectura: 1 Corintios 4:10-17 Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. —1 Corintios 11:1 Una publicidad radial sobre relojes sugiere que los oyentes compren un reloj con una correa de color brillante y que después lo lleven puesto junto con ropa de otros colores. El anuncio dice que cuando la gente note tu reloj por el color contrastante, «verán que tienes una “valentía colorida” y querrán ser como tú». A todos nos gusta que los demás sigan nuestro ejemplo. Si haces una lectura rápida de 1 Corintios 4, tal vez pienses que el apóstol Pablo suena un poco arrogante al decir que sigamos su ejemplo de sacrificio personal (v. 16). Sin embargo, una consideración más detallada de sus palabras muestra por qué escribió con tanta jactancia: podía pedir que lo imitaran porque él imitaba a Cristo (11:1), el Siervo más maravilloso de todos. La persecución que soportó y la posición que mantuvo en la iglesia (4:10-17) tuvieron lugar porque Pablo seguía a Jesucristo. Cuando señaló que aunque los corintios tuvieran 10.000 maestros, él seguiría siendo su padre en la fe (v. 15), estaba reconociendo que Jesús es la única razón por la cual las personas podían confiar en sus enseñanzas. Si queremos que la gente nos imite, debemos primeramente imitar a nuestro Señor. Si hay alguna razón para que los demás sigan nuestro ejemplo (y nuestra valentía al guiar a otros para que acudan al Salvador), todo se debe a Él, no a nosotros. Los demás deben imitarnos solo si imitamos a Dios.

martes, 1 de octubre de 2013

¿QUIEN SOY?

Éxodo 3:7-15 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón […]? —Éxodo 3:11 Hace años, el mundialmente famoso evangelista Billy Graham tenía programado hablar en la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, pero no se sentía capacitado para dirigir la palabra ante aquellos pensadores sofisticados. No tenía títulos importantes ni había asistido a ningún seminario. Le confesó a un amigo íntimo: «No recuerdo haberme sentido nunca tan inadecuado y totalmente incompetente para una misión». Oró a Dios pidiendo ayuda, y Él lo utilizó para compartir la sencilla verdad del evangelio y la cruz de Cristo. Moisés también se sintió incapaz cuando Dios lo seleccionó para la tarea de decirle a Faraón que liberara a los israelitas. Preguntó: «¿Quién soy yo para que vaya a Faraón…?» (Éxodo 3:11). Aunque quizá haya cuestionado su eficacia porque era «tardo en el habla y torpe de lengua» (4:10), Dios afirmó: «yo estaré contigo» (3:12). Como sabía que tendría que explicar el plan de rescate divino y decirles a los israelitas quién lo enviaba, Moisés preguntó: «¿qué les responderé?». Dios respondió: «YO SOY me envió a vosotros» (vv. 13-14). El nombre «YO SOY» revelaba el carácter eterno, autoexistente y todopoderoso de Dios. Aun cuando cuestionemos nuestra capacidad para hacer lo que el Señor nos ha pedido que hagamos, podemos confiar en Él. Su suficiencia supera nuestras debilidades. Cuando preguntemos: «¿quién soy yo?», podemos recordar que Dios dijo: «Yo Soy». No tienes por qué temer hacia dónde vas cuando sabes que Dios va contigo.

domingo, 29 de septiembre de 2013

¡GRABADO EN SUS PALMAS!

“NUNCA ME OLVIDARÉ… QUE EN LAS PALMAS DE LAS MANOS TE TENGO ESCULPIDA” (Isaías 49:15b,16) ¡Grabado en sus palmas! Liz Curtis Higgs cuenta la historia de una mujer que en uno de sus seminarios tenía escrita la palabra “REC” en su mano. Liz pensó: Tal vez esté dando clases de vuelo y necesita comprobar la Rapidez, la Energía, y la Capacidad. O a lo mejor sea una camarera y los platos especiales del día sean Rabiolli, Espinacas y Calamares. Al final, optó por preguntarle a la mujer. Ésta la miró y exclamó: ¡Ay, madre mía, se me olvidó! Antes de salir hoy de casa tenía pensado poner el vídeo en “REC para grabar un programa”. Dios no escribió tu nombre en sus manos por si Él te olvida. No, ¡simplemente es la muestra de que Le perteneces! Escucha: ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz? ¡Aunque ella lo olvide, Yo nunca me olvidaré de ti! He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida” (Isaías 49:15,16). Nunca dejes que las circunstancias te convenzan de que no eres importante para Dios o de que otras personas más “espirituales” Le importan más. No, Él te ama como una madre quiere a su hijo, ¡y eso nunca cambiará! J. I. Packer dijo: “Lo que cuenta no es que yo conozco a Dios, sino que Él me conoce. Mi nombre está esculpido en las palmas de sus manos. Nunca estoy lejos de sus pensamientos. Su amor por mí es absolutamente irrealista, basado totalmente en el conocimiento previo de lo peor acerca de mí, de modo que nada de lo que descubra de mí pueda desilusionarle a la manera en la que, a menudo, yo me desilusiono conmigo mismo, ni tampoco quitar su determinación de bendecirme”. EN ESAS PALMAS QUE ATRAVESARON LOS CLAVOS ROMANOS. Dios te ama. Mantén esto bien claro en tu mente, independientemente de lo que suceda. ¿Ok?

sábado, 28 de septiembre de 2013

SIN IMPORTANCIA

Lucas 3:2-6, 15-18 … vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. —Lucas 3:2 Se denomina «líderes innovadores» a las personas que ascienden en la escalera de la influencia y el éxito. Lucas 3 menciona siete líderes destacados que controlaban la sociedad de su época. El emperador romano Tiberio César ejercía el poder sobre la vida y la muerte de las personas de su vasto imperio. Poncio Pilato representaba a Roma como gobernador en Judea; mientras que Herodes, Felipe y Lisanias comandaban la región. Anás y Caifás eran sumos sacerdotes, y tomaban seriamente su autoridad religiosa. Mientras estos agentes del poder actuaban autoritariamente, «vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto» (v. 2). ¿Quién podía parecer menos importante que este extraño hombre que vivía en el desierto y escuchaba la voz de Dios? ¿Qué podría lograr Juan el Bautista «predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados» (v. 3)? Sin embargo, multitudes acudían a él buscando la verdad, dejando sus maldades y preguntándose si era el Mesías (vv. 7, 15). Juan les dijo: «… viene uno más poderoso que yo […]; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego» (v. 16). La vida de Juan nos ayuda a entender qué significa ser importante a los ojos de Dios. Como en su caso, que todo lo que digamos y hagamos guíe a otros a Cristo. Dios obra de manera significativa en nuestra vida cuando nos rendimos a Él.

jueves, 26 de septiembre de 2013

LA CONFIANZA EN DIOS

“NO PERDÁIS, PUES, VUESTRA CONFIANZA…” (Hebreos 10:35) Se les puede identificar en cualquier grupo. Tienen un “algo” especial que les distingue de los demás. ¿Qué es? ¡Su sentido de dirección, una seguridad de que saben a dónde van, el conocimiento de sus propias habilidades, su sinceridad, sus éxitos pasados, su capacidad de comunicarse con los ojos y usar el lenguaje corporal!, en una palabra: ¡Confianza! Pablo la tenía. Escucha: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:12,13). Estos versículos no pueden ser separados, porque hay una relación clara entre experimentar los momentos bajos de la vida y disfrutar los altos. Pablo descansa en la certeza de que su fortaleza proviene sólo de Cristo. ¡El saber eso le dio la habilidad de enfrentarse a cualquier circunstancia que le salió al pasó! La confianza es aceptar tu situación actual sin importarte el obstáculo al que te enfrentas, las limitaciones con las que vives, la enfermedad crónica que te desgasta, aquello que ha destrozado tus sueños – sean lo que sean los factores en la vida que tienden a hundirte (reconociendo que no te gustan) pero nunca diciendo: “No le puedo hacer frente”. En cuanto dices: “No puedo seguir”, estás: (a) contradiciendo las promesas de Dios (b) no estás usando los recursos que Él ya te ha dado. La confianza significa tener la capacidad de hacerle frente a cualquier prueba, porque Cristo ha puesto su fuerza a disposición – ¡por medio de ti!