viernes, 26 de diciembre de 2014

JESUCRISTO TE COMPRENDE PORQUE ÉL YA PASÓ POR EL CAMINO QUE HICISTE Y VAS A HACER.

Lectura: Lucas 2:15-20 … Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. —Mateo 1:23 ¿Un establo? ¡Qué lugar para dar a luz al Mesías! La primera experiencia humana de nuestro Salvador fueron los olores y los ruidos de un corral. Como sucede con los bebés, tal vez lloró ante el ruido de los animales y los movimientos de personas extrañas junto a su cuna temporal. Si así ocurrió, aquellas fueron las primeras de muchas lágrimas. Jesús llegaría a conocer lo que significan la pérdida y la tristeza humanas, las dudas de sus familiares sobre Él, y el dolor de su madre al verlo torturado y muerto. Todas estas dificultades, y muchas más, le aguardaban a este bebé que trataba de dormir aquella primera noche. No obstante, desde entonces, Jesús fue «Dios con nosotros» (Mateo 1:23), y supo qué significaba pertenecer a la raza humana. Así seguiría durante algo más de tres décadas, hasta su muerte en la cruz. Por su amor a ti y a mí, Jesús se hizo plenamente humano. Esto le permite identificarse con nosotros. Nunca podremos volver a decir que nadie nos entiende, ya que Él sí lo hace. Que esta Navidad, la Luz que entró en el mundo aquella noche ilumine los rincones más profundos de nuestra alma y nos dé esa paz en la Tierra de la que hablaron los ángeles hace tanto tiempo. —Padre, ayúdanos a conocer el amor de Cristo y a honrarlo a Él con total devoción en esta temporada y durante todo el año. Te amamos. Jesucristo comprende.

lunes, 15 de diciembre de 2014

VISIÓN DE DANIEL JUNTO AL RÍO TIGRIS

Daniel 10:1-21 Dios Habla Hoy 10 Durante el tercer año del reinado de Ciro de Persia, Daniel, llamado también Beltsasar, tuvo una revelación verdadera, pero de significado muy difícil de entender. Sin embargo, Daniel puso toda su atención en ello y pudo comprender el sentido de la revelación. 2 «En aquellos días, yo, Daniel, estuve muy triste durante tres semanas. 3 No comí alimentos exquisitos, ni probé carne ni vino, ni me puse ningún perfume hasta que pasaron esas tres semanas. 4 El día veinticuatro del primer mes del año, estaba yo a la orilla del gran río Tigris. 5 De pronto, me fijé y vi un hombre vestido con ropas de lino y un cinturón de oro puro. 6 Su cuerpo brillaba como el topacio, su cara resplandecía como un relámpago, sus ojos eran como antorchas encendidas, sus brazos y sus pies brillaban como el bronce, su voz parecía la de una multitud. 7 »Sólo yo pude ver la visión, pues los hombres que estaban conmigo no se dieron cuenta de nada, porque el miedo se apoderó de ellos y corrieron a esconderse. 8 Yo estaba solo cuando tuve esta gran visión. Me puse completamente pálido y sentí que me faltaban las fuerzas. 9 Cuando le oí hablar, caí desmayado y quedé tendido en el suelo. 10 En seguida, una mano me agarró y me levantó, hasta dejarme apoyado sobre mis manos y rodillas. 11 Luego me dijo: “Daniel, a quien Dios ama, escucha bien lo que te voy a decir: levántate; porque yo he sido enviado a ti.” »Tan pronto como terminó de decir estas palabras, yo, tembloroso, me puse de pie. 12 Entonces me dijo: “No tengas miedo, Daniel, porque desde el primer día en que trataste de comprender las cosas difíciles y decidiste humillarte ante tu Dios, él escuchó tus oraciones. Por eso he venido yo. 13 El ángel príncipe del reino de Persia se me ha opuesto durante veintiún días; pero Miguel, uno de los ángeles príncipes más altos, vino en mi ayuda, pues yo me había quedado solo junto a los reyes de Persia. 14 Así que he venido a explicarte lo que va a pasarle a tu pueblo en el futuro, porque la visión que has tenido se refiere a ese tiempo.” 15 »Mientras me decía esto, yo estaba con la mirada fija en el suelo y sin decir una sola palabra. 16 De pronto, alguien parecido a un hijo de hombre me tocó los labios. Entonces le dije al que estaba ante mí: “Señor, esta visión me ha llenado de angustia y me ha dejado sin fuerzas. 17 ¿Cómo va a poder hablar contigo este siervo tuyo, si estoy completamente sin fuerzas y hasta me falta el aliento?” 18 »Aquel que parecía un hijo de hombre me volvió a tocar, me dio nuevas fuerzas 19 y me dijo: “No tengas miedo ni te preocupes. Dios te ama; ¡anímate y ten valor!” »Mientras me hablaba, sentí que me iba reanimando, y dije: “Señor, háblame, pues me has devuelto las fuerzas.” 20 Entonces me dijo: “¿Sabes por qué he venido a verte? Pues porque ahora tengo que volver a luchar con el ángel príncipe de Persia. Y cuando haya terminado de luchar con él, vendrá el ángel príncipe de Grecia. 21 Ahora voy a decirte lo que está escrito en el libro de la verdad: En mi lucha contra ellos sólo tengo la ayuda de Miguel, el ángel príncipe de Israel.”

sábado, 6 de diciembre de 2014

APLICACIONES PARTICULARES

Gálatas 6:1-17 Dios Habla Hoy 6 Hermanos, si ven que alguien ha caído en algún pecado, ustedes que son espirituales deben ayudarlo a corregirse. Pero háganlo amablemente; y que cada cual tenga mucho cuidado, no suceda que él también sea puesto a prueba. 2 Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo. 3 Si alguien se cree ser algo, cuando no es nada, a sí mismo se engaña. 4 Cada uno debe juzgar su propia conducta, y si ha de sentirse orgulloso, que lo sea respecto de sí mismo y no respecto de los demás. 5 Pues cada uno tiene que llevar su propia carga. 6 El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio, debe compartir con su maestro toda clase de bienes. 7 No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. 8 El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. 9 Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. 10 Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe. Advertencias y despedida 11 ¡Miren ustedes con qué letras tan grandes les estoy escribiendo ahora con mi propia mano! 12 Esos que quieren obligarlos a circuncidarse, lo hacen solamente para quedar bien con la gente y no ser perseguidos por causa de la cruz de Cristo. 13 Pero ni siquiera los que se circuncidan cumplen todo lo que la ley dice. En cambio quieren que ustedes se circunciden, para gloriarse de haberlos obligado a ustedes a llevar esa marca en el cuerpo. 14 En cuanto a mí, de nada quiero gloriarme sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Pues por medio de la cruz de Cristo, el mundo ha muerto para mí y yo he muerto para el mundo. 15 De nada vale estar o no estar circuncidados; lo que sí vale es el haber sido creados de nuevo. 16 Reciban paz y misericordia todos los que viven según esta regla, y todos los del Israel de Dios. 17 De ahora en adelante no quiero que nadie me cause más dificultades; pues llevo marcadas en mi cuerpo las señales de lo que he sufrido en unión con Jesús.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

MENSAJE CONTRA LOS MALOS GOBERNANTES

Miqueas 3:1-12 Dios Habla Hoy 3 Escuchen ahora, gobernantes y jefes de Israel, ¿acaso no corresponde a ustedes saber lo que es la justicia? 2 En cambio, odian el bien y aman el mal; despellejan a mi pueblo y le dejan los huesos pelados. 3 Se comen vivo a mi pueblo; le arrancan la piel y le rompen los huesos; lo tratan como si fuera carne para la olla. 4 Un día llamarán ustedes al Señor, pero él no les contestará. En aquel tiempo se esconderá de ustedes por las maldades que han cometido. Mensaje contra los profetas engañadores 5 Mi pueblo sigue caminos equivocados por culpa de los profetas que lo engañan, que anuncian paz a quienes les dan de comer pero declaran la guerra a quienes no les llenan la boca. El Señor dice a esos profetas: 6 «No volverán ustedes a tener visiones proféticas en la noche ni a predecir el futuro en la oscuridad.» El sol se pondrá para esos profetas, y el día se les oscurecerá. 7 Esos videntes y adivinos quedarán en completo ridículo. Todos ellos se quedarán callados al no recibir respuesta de Dios. 8 En cambio, a mí, el espíritu del Señor me llena de fuerza, justicia y valor, para echarle en cara a Israel su rebeldía y su pecado. Ruina de Jerusalén 9 Escuchen esto ahora, gobernantes y jefes de Israel, ustedes que odian la justicia y tuercen todo lo que está derecho, 10 que construyen Jerusalén, la ciudad del monte Sión, sobre la base del crimen y la injusticia. 11 Los jueces de la ciudad se dejan sobornar, los sacerdotes enseñan sólo por dinero y los profetas venden sus predicciones alegando que el Señor los apoya, y diciendo: «El Señor está con nosotros; nada malo nos puede suceder.» 12 Por lo tanto, por culpa de ustedes, Jerusalén, la ciudad del monte Sión, va a quedar convertida en barbecho, en un montón de ruinas, y el monte del templo se cubrirá de maleza.

domingo, 16 de noviembre de 2014

VISIÓN PREPARATORIA

Apocalipsis 17:1-18 Dios Habla Hoy 17 Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y me dijo: «Ven, te voy a mostrar el castigo de la gran prostituta que está sentada sobre las aguas. 2 Los reyes del mundo se han entregado a la prostitución con ella, y los habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su prostitución.» 3 Luego, en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó al desierto. LA MUJER SOBRE EL MONSTRUO Allí vi una mujer montada en un monstruo rojo, el cual estaba cubierto de nombres ofensivos para Dios y tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 Aquella mujer iba vestida con ropa de colores púrpura y rojo, y estaba adornada con oro, piedras preciosas y perlas. Tenía en la mano una copa de oro llena de cosas odiosas y de la impureza de su prostitución; 5 y llevaba escrito en la frente un nombre misterioso: «La gran Babilonia, madre de las prostitutas y de todo lo que hay de odioso en el mundo.» 6 Luego me di cuenta de que la mujer estaba borracha de la sangre del pueblo santo y de los que habían sido muertos por ser testigos de Jesús. Al verla, me quedé muy asombrado. 7 Entonces el ángel me dijo: «¿Por qué te asombras? Te voy a decir el significado secreto de esa mujer y del monstruo que la lleva, el que tiene las siete cabezas y los diez cuernos. 8 El monstruo que has visto es uno que antes vivía, pero ya no existe; sin embargo, va a subir del abismo antes de ir a su destrucción total. Los habitantes de la tierra cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la creación del mundo, se asombrarán cuando vean ese monstruo que antes vivía y ya no existe, pero que volverá a venir. 9 »Aquí se verá quién tiene sabiduría y entendimiento: Las siete cabezas representan siete montes sobre los que esa mujer está sentada; las cabezas, a su vez, representan siete reyes. 10 Cinco de estos reyes ya cayeron, uno de ellos gobierna ahora y el otro no ha venido todavía. Pero cuando venga, no durará mucho tiempo. 11 El monstruo que antes vivía y que ya no existe, es el octavo rey; aunque es también uno de los otros siete, y se encamina a su destrucción total. 12 »Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han comenzado a gobernar; pero por una hora recibirán, junto con el monstruo, autoridad como de reyes. 13 Estos diez reyes están de acuerdo, y darán su poder y autoridad al monstruo. 14 Pelearán contra el Cordero; pero el Cordero los vencerá, teniendo con él a los que Dios ha llamado y escogido y son fieles, porque el Cordero es Señor de señores y Rey de reyes.» 15 El ángel me dijo también: «Las aguas que viste, sobre las cuales está sentada la prostituta, son pueblos, gentes, lenguas y naciones. 16 Y los diez cuernos que viste y el monstruo odiarán a la prostituta, y la dejarán abandonada y desnuda; comerán la carne de su cuerpo, y la quemarán con fuego. 17 Dios les ha puesto en el corazón la determinación de hacer lo que él quiere que hagan: se pondrán de acuerdo para entregar su autoridad de reyes al monstruo, hasta que se cumpla lo que Dios ha dicho. 18 La mujer que viste es aquella gran ciudad que domina a los reyes del mundo.»

lunes, 10 de noviembre de 2014

LA IRA VENGADORA DE DIOS

Nahúm 1:1-15 Dios Habla Hoy 1 Libro de la profecía que Nahúm de Elcós recibió por revelación. Éste es el mensaje dirigido a la ciudad de Nínive. 2 El Señor es Dios celoso y vengador: se venga de los que se le oponen, y se enoja con sus enemigos. 3 El Señor es paciente pero poderoso, y no dejará de castigar al culpable. El Señor camina sobre la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies. 4 Amenaza al mar, y lo seca. Hace que se sequen todos los ríos. Los campos de Basán y el monte Carmelo se marchitan, y se marchitan también las flores del Líbano. 5 Ante él tiemblan las montañas; los cerros se derriten en su presencia. Toda la tierra se estremece al verlo; todo el mundo y los que en él viven. 6 ¿Quién podrá mantenerse de pie ante su ira? ¿Quién podrá resistir su enojo? Su furia se derrama como fuego, y ante él se parten en dos las peñas. 7 El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían. 8 Pero, como inundación que todo lo arrasa, destruye a los que se le oponen; la oscuridad alcanzará a sus enemigos. 9 ¿Qué están tramando ustedes en contra del Señor? ¡Él los destruirá por completo! ¡Nadie puede oponérsele dos veces! 10 Pues como espinos enmarañados, como paja seca, serán quemados por completo. 11 De ti, Nínive, salió el que trama lo malo en contra del Señor: un malvado consejero. 12 Por eso dice el Señor a su pueblo: «Aunque los asirios sean fuertes y numerosos, serán destruidos y pasarán. Yo te he hecho sufrir, pero no te haré sufrir más. 13 Haré pedazos el yugo que tienes encima y romperé tus cadenas.» 14 El Señor ordenó respecto a ti, rey de Nínive: «No tendrás descendientes que continúen tu nombre; del templo de tu dios destruiré los ídolos y las estatuas, y allí te voy a enterrar porque eres despreciable.» ANUNCIO DE LA CAÍDA DE NÍNIVE 15 (2.1) ¡Miren! ¡Ya viene sobre los montes el mensajero que trae noticias de paz! Celebra tus fiestas, Judá; cumple tus promesas. Nunca más te invadirán los malvados; han sido destruidos por completo.

sábado, 1 de noviembre de 2014

PROFECÍAS PARA ESTE TIEMPO

Nahúm 2:1-13 Dios Habla Hoy 2 (2) Nínive, el destructor marcha contra ti. ¡Monta tu guardia en la fortaleza! ¡Vigila el camino! ¡Cíñete la espada! ¡Reúne tus fuerzas! 2 (3) Porque el Señor va a restaurar el orgullo de Jacob, el orgullo de Israel, como era antes de que lo saquearan y lo dejaran como vid sin ramas. 3 (4) Rojo es el escudo de sus guerreros y rojo el uniforme de su ejército. ¡Están listos para el ataque! Sus carros parecen de fuego; sus caballos se impacientan. 4 (5) Los carros corren con furia por las calles, van de un lado a otro de las plazas, son como antorchas encendidas, pasan como relámpagos. 5 (6) Llama el rey a sus oficiales, y ellos se atropellan al correr a la muralla, al parapeto ya preparado. 6 (7) Se abren las compuertas del río, y el palacio se viene abajo. 7 (8) Al destierro llevan a la reina; la acompañan sus criadas, que gimen como palomas y lloran golpeándose el pecho. 8 (9) Como el agua a través de un dique roto, así huyen los habitantes de Nínive. «¡Deténganse! ¡Vuelvan!» les gritan, pero nadie vuelve. 9 (10) ¡Roben la plata! ¡Roben el oro! ¡Las riquezas de Nínive no tienen fin! 10 (11) Destruida, desierta, desolada, así está Nínive. Los corazones se deshacen de miedo, tiemblan las rodillas, a todos les faltan las fuerzas y los rostros pierden el color. 11 (12) ¿Qué queda de la cueva de los leones, de la guarida de los cachorros de león? Allí los leones y sus cachorros se sentían seguros; no había nadie que los espantara. 12 (13) Mataba el león a su presa, la repartía entre la leona y sus cachorros, y llenaba de rapiña sus cuevas. Destrucción total de Nínive 13 (14) El Señor todopoderoso afirma: «Aquí estoy contra ti: voy a quemar tus carros de guerra y a convertirlos en humo; voy a matar tus cachorros; acabaré con el robo que hay en tu tierra, y no se oirá más la voz de tus mensajeros.»

lunes, 27 de octubre de 2014

EXEQUÍAS CELEBRA LA PASCUA

2 Crónicas 30 Dios Habla Hoy 30 Ezequías mandó avisar en todo Israel y Judá, y también envió cartas a Efraín y Manasés, para invitarlos a acudir al templo del Señor en Jerusalén a celebrar la Pascua del Señor, Dios de Israel. 2 El rey, después de haber consultado con sus funcionarios y con toda la comunidad de Jerusalén, había decidido celebrar la Pascua en el segundo mes, 3 ya que no había podido celebrarla a su debido tiempo porque no había bastantes sacerdotes que se hubieran purificado ni el pueblo se había reunido en Jerusalén. 4 Y como tanto al rey como a toda la comunidad les había parecido buena la propuesta, 5 decidieron hacer circular por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, la invitación a ir a celebrar en Jerusalén la Pascua del Señor, Dios de Israel. Porque antes no la habían celebrado con mucha asistencia, como estaba prescrito. 6 Así pues, salieron mensajeros por todo Israel y Judá con cartas del rey y de sus funcionarios para proclamar la orden real: «Israelitas: vuélvanse al Señor, Dios de Abraham, Isaac e Israel, y él se volverá a ustedes, el resto que ha escapado de las manos de los reyes de Asiria. 7 No sean como sus antepasados y como sus hermanos, que por ser infieles al Señor, Dios de sus antepasados, él los entregó a la destrucción, como ustedes ven. 8 Por consiguiente, no sean tercos como sus antepasados; extiendan la mano al Señor para renovar la alianza y vengan a su santuario, que él ha consagrado para siempre. Sirvan al Señor su Dios, y él dejará de estar enojado con ustedes. 9 Si ustedes se vuelven al Señor, los enemigos que ahora tienen prisioneros a sus hermanos y a sus hijos tendrán compasión de ellos y los dejarán volver a este país, porque el Señor, el Dios de ustedes, es compasivo y misericordioso y no los rechazará a ustedes, si ustedes se vuelven a él.» 10 Los mensajeros recorrieron el territorio de Efraín y Manasés, yendo de ciudad en ciudad hasta llegar a Zabulón. Pero la gente se reía y se burlaba de ellos. 11 Sin embargo, algunos hombres de las tribus de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron ante Dios y acudieron a Jerusalén. 12 Dios también movió a la gente de Judá para que estuvieran de acuerdo en cumplir la orden del rey y de las autoridades, según lo mandado por el Señor. 13 Así pues, una multitud sumamente grande se reunió el segundo mes en Jerusalén para celebrar la fiesta de los panes sin levadura. 14 Empezaron por quitar todos los altares y lugares para quemar incienso que había en Jerusalén, y los echaron al arroyo Cedrón. 15 El día catorce del segundo mes mataron el cordero de la Pascua. Los sacerdotes y levitas, sintiendo vergüenza de sí mismos, se purificaron y llevaron al templo del Señor animales para los holocaustos. 16 Luego ocuparon sus puestos, según les está asignado en la ley de Moisés, hombre de Dios. Los sacerdotes rociaban la sangre que les entregaban los levitas. 17 Y como en la comunidad había muchos que no se habían purificado, los levitas tuvieron que matar para la Pascua los animales de todos aquellos que no se habían purificado, a fin de consagrarlos al Señor. 18 En efecto, un gran número de personas de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón participaron de la comida de la Pascua, pero no de acuerdo con lo prescrito, pues no se habían purificado. Pero Ezequías oró por ellos, diciendo: «Señor bondadoso, perdona a todos los de corazón sincero que te buscan a ti, 19 oh Señor, Dios de sus antepasados, aunque no se hayan purificado como lo requiere la santidad del templo.» 20 Y el Señor atendió la petición de Ezequías y perdonó al pueblo. 21 Así que, durante siete días, los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron con mucha alegría la fiesta de los panes sin levadura. Y los sacerdotes y levitas estuvieron alabando diariamente al Señor con los imponentes instrumentos de música sagrada. 22 Ezequías felicitó a todos los levitas que habían demostrado sus excelentes disposiciones para el servicio del Señor. Y después de haber participado de la comida de la fiesta durante siete días, de haber ofrecido sacrificios de reconciliación y de haber alabado al Señor, Dios de sus antepasados, 23 toda la comunidad decidió prolongar la fiesta por otros siete días, lo cual hicieron muy contentos; 24 porque Ezequías, rey de Judá, regaló a la comunidad mil becerros y siete mil ovejas, y por su parte las autoridades regalaron al pueblo mil becerros y diez mil ovejas. Muchos sacerdotes se purificaron. 25 Toda la comunidad de Judá se alegró, lo mismo que los sacerdotes, los levitas y toda la gente que había venido de Israel, y los extranjeros que llegaron del territorio de Israel o que vivían en Judá. 26 Hubo, pues, mucha alegría en Jerusalén, porque desde los tiempos de Salomón, hijo de David y rey de Israel, no había ocurrido nada semejante en Jerusalén. 27 Después los sacerdotes y levitas, de pie, bendijeron al pueblo; y el Señor los escuchó, y su oración llegó hasta el cielo, el lugar donde el Dios santo reside.

jueves, 23 de octubre de 2014

LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR

2 Pedro 3 Dios Habla Hoy 3 Ésta es, queridos hermanos, la segunda carta que les escribo. En las dos he querido, con mis consejos, hacerlos pensar rectamente. 2 Acuérdense de lo que en otro tiempo dijeron los santos profetas; y del mandamiento del Señor y Salvador, que los apóstoles les enseñaron a ustedes. 3 Sobre todo tengan esto en cuenta: que en los días últimos vendrá gente que vivirá de acuerdo con sus propios malos deseos, y que en son de burla 4 preguntará: «¿Qué pasó con la promesa de que Cristo iba a volver? Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el mundo fue creado.» 5 Esa gente no quiere darse cuenta de que desde tiempos antiguos ya existía el cielo, y también la tierra, que Dios con su palabra hizo salir del agua y la mantiene en medio del agua. 6 También por medio del agua del diluvio fue destruido el mundo de entonces. 7 Pero los cielos y la tierra que ahora existen, están reservados para el fuego por el mismo mandato de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los malos. 8 Además, queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 9 No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios. 10 Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios. 11 Puesto que todo va a ser destruido de esa manera, ¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes! 12 Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas; 13 pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno. 14 Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estas cosas, hagan todo lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa. 15 Tengan en cuenta que la paciencia con que nuestro Señor nos trata es para nuestra salvación. Acerca de esto también les ha escrito a ustedes nuestro querido hermano Pablo, según la sabiduría que Dios le ha dado. 16 En cada una de sus cartas él les ha hablado de esto, aunque hay en ellas puntos difíciles de entender que los ignorantes y los débiles en la fe tuercen, como tuercen las demás Escrituras, para su propia condenación. Conclusión 17 Por eso, queridos hermanos, ya que ustedes saben de antemano estas cosas, cuídense, para que no sean arrastrados por los engaños de los malvados ni caigan de su firme posición. 18 Pero conozcan mejor a nuestro Señor y Salvador Jesucristo y crezcan en su amor. ¡Gloria a él ahora y para siempre! Amén.

lunes, 20 de octubre de 2014

FRENTE A LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD

Tito 2 Dios Habla Hoy 2 Lo que digas debe estar siempre de acuerdo con la sana enseñanza. 2 Los ancianos deben ser serios, respetables y de buen juicio; sanos en su fe, en su amor y en su fortaleza para soportar el sufrimiento. 3 Igualmente, las ancianas deben portarse con reverencia, y no ser chismosas, ni emborracharse. Deben dar buen ejemplo 4 y enseñar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos, 5 a ser juiciosas, puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sujetas a sus esposos, para que nadie pueda hablar mal del mensaje de Dios. 6 Anima igualmente a los jóvenes a ser juiciosos 7 en todo, y dales tú mismo ejemplo de cómo hacer el bien. Al enseñarles, hazlo con toda pureza y dignidad, 8 hablando de una manera sana, que nadie pueda condenar. Así sentirá vergüenza cualquiera que se ponga en contra, pues no podrá decir nada malo de nosotros. 9 Aconseja a los siervos que obedezcan en todo a sus amos; que sean amables y no respondones. 10 Que no roben, sino que sean completamente honrados, para mostrar en todo qué hermosa es la enseñanza de Dios nuestro Salvador. 11 Pues Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad. 12 Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad y a los deseos mundanos, y a llevar en el tiempo presente una vida de buen juicio, rectitud y piedad, 13 mientras llega el feliz cumplimiento de nuestra esperanza: el regreso glorioso de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. 14 Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien. 15 Esto es lo que tienes que enseñar, animando y reprendiendo con toda autoridad. Que nadie te desprecie.

viernes, 17 de octubre de 2014

LA IRA VENGADORA DE DIOS

Nahúm 1:1-15 Dios Habla Hoy 1 Libro de la profecía que Nahúm de Elcós recibió por revelación. Éste es el mensaje dirigido a la ciudad de Nínive. 2 El Señor es Dios celoso y vengador: se venga de los que se le oponen, y se enoja con sus enemigos. 3 El Señor es paciente pero poderoso, y no dejará de castigar al culpable. El Señor camina sobre la tormenta, y las nubes son el polvo de sus pies. 4 Amenaza al mar, y lo seca. Hace que se sequen todos los ríos. Los campos de Basán y el monte Carmelo se marchitan, y se marchitan también las flores del Líbano. 5 Ante él tiemblan las montañas; los cerros se derriten en su presencia. Toda la tierra se estremece al verlo; todo el mundo y los que en él viven. 6 ¿Quién podrá mantenerse de pie ante su ira? ¿Quién podrá resistir su enojo? Su furia se derrama como fuego, y ante él se parten en dos las peñas. 7 El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían. 8 Pero, como inundación que todo lo arrasa, destruye a los que se le oponen; la oscuridad alcanzará a sus enemigos. 9 ¿Qué están tramando ustedes en contra del Señor? ¡Él los destruirá por completo! ¡Nadie puede oponérsele dos veces! 10 Pues como espinos enmarañados, como paja seca, serán quemados por completo. 11 De ti, Nínive, salió el que trama lo malo en contra del Señor: un malvado consejero. 12 Por eso dice el Señor a su pueblo: «Aunque los asirios sean fuertes y numerosos, serán destruidos y pasarán. Yo te he hecho sufrir, pero no te haré sufrir más. 13 Haré pedazos el yugo que tienes encima y romperé tus cadenas.» 14 El Señor ordenó respecto a ti, rey de Nínive: «No tendrás descendientes que continúen tu nombre; del templo de tu dios destruiré los ídolos y las estatuas, y allí te voy a enterrar porque eres despreciable.» Anuncio de la caída de Nínive 15 (2.1) ¡Miren! ¡Ya viene sobre los montes el mensajero que trae noticias de paz! Celebra tus fiestas, Judá; cumple tus promesas. Nunca más te invadirán los malvados; han sido destruidos por completo.

miércoles, 15 de octubre de 2014

ORDEN DE REPARAR EL TEMPLO DEL SEÑOR

2 Reyes 12 Dios Habla Hoy 12 1 (2) lo cual sucedió en el séptimo año del reinado de Jehú; y reinó en Jerusalén durante cuarenta años. Su madre se llamaba Sibiá, y era de Beerseba. 2 (3) Los hechos de Joás fueron rectos a los ojos del Señor, porque lo había educado Joiadá, el sacerdote. 3 (4) Sin embargo, no se quitaron los santuarios paganos, en los que el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemaba incienso. 4-5 (5-6) Un día, Joás dijo a los sacerdotes: —Recojan ustedes todo el dinero de las ofrendas que se traigan al templo del Señor, tanto la cuota que debe pagar cada persona como el total de las ofrendas voluntarias que cada uno traiga al templo del Señor. Pídanselo a los administradores del tesoro, para que se hagan todas las reparaciones necesarias en el templo. 6 (7) Pero llegó el año veintitrés del reinado de Joás, y los sacerdotes aún no habían reparado el templo. 7 (8) Entonces el rey Joás llamó al sacerdote Joiadá y a los otros sacerdotes, y les dijo: —¿Por qué no han reparado ustedes el templo? De ahora en adelante no recibirán más dinero de los administradores del tesoro; y el que tengan, deberán entregarlo para la reparación del templo. 8 (9) Los sacerdotes estuvieron de acuerdo en no recibir más dinero de la gente, y en no tener a su cargo la reparación del templo. 9 (10) Entonces el sacerdote Joiadá tomó un cofre, le hizo un agujero en la tapa y lo colocó al lado derecho del altar, según se entra en el templo del Señor; y los sacerdotes que vigilaban la entrada del templo ponían allí todo el dinero que se llevaba al templo del Señor. 10 (11) Cuando veían que el cofre tenía ya mucho dinero, llegaban el cronista del rey y el sumo sacerdote y contaban el dinero que encontraban en el templo del Señor; luego lo echaban en unas bolsas, 11 (12) y una vez registrada la cantidad, lo entregaban a los encargados de las obras del templo para que pagaran a los carpinteros y maestros de obras que trabajaban en el templo del Señor, 12 (13) así como a los albañiles y canteros, y para que compraran madera y piedras de cantera para reparar el templo y cubrieran los demás gastos del mismo. 13 (14) Pero aquel dinero que se llevaba al templo del Señor no se usaba para hacer copas de plata, despabiladeras, tazones, trompetas u otros utensilios de oro y plata, 14 (15) sino que era entregado a los encargados de las obras para que hicieran con él la reparación del templo del Señor. 15 (16) Sin embargo, no se pedían cuentas a los hombres a quienes se entregaba el dinero para pagar a los obreros, porque actuaban con honradez. 16 (17) Ahora bien, el dinero de las ofrendas por la culpa y por el pecado no se llevaba al templo, porque era para los sacerdotes. 17 (18) En aquel tiempo, Hazael, rey de Siria, lanzó un ataque contra Gat y la tomó, y después se dirigió contra Jerusalén. 18 (19) Pero Joás, rey de Judá, tomó todos los objetos sagrados que habían dedicado al culto los reyes Josafat, Joram y Ocozías, antepasados suyos en el reino de Judá; tomó también los que él mismo había dedicado, más todo el oro que se encontró en los tesoros del templo y del palacio real, y todo junto lo envió a Hazael, y este dejó entonces de atacar a Jerusalén. 19 (20) El resto de la historia de Joás y de todo lo que hizo, está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá. 20 (21) Sus propios oficiales tramaron un complot contra él, y lo mataron en el edificio del terraplén que está en la bajada de Silá. 21 (22) Así pues, Josacar, hijo de Simat, y Jozabad, hijo de Somer, oficiales suyos, lo hirieron de muerte, y cuando murió lo enterraron en la Ciudad de David. Después reinó en su lugar su hijo Amasías.

martes, 14 de octubre de 2014

UN CASO DE INMORALIDAD

1 Corintios 5 Dios Habla Hoy 5 Se ha sabido que uno de ustedes tiene como mujer a su propia madrastra. Este caso de inmoralidad es tan grave, que ni siquiera se da entre los paganos. 2 ¡Y aún se hinchan ustedes de orgullo! ¡Deberían llenarse de tristeza! El hombre que vive en semejante situación debe ser expulsado de entre ustedes. 3 En cuanto a mí, aunque en el cuerpo no estoy presente entre ustedes, lo estoy en el espíritu; y, como si estuviera presente, he dado ya mi sentencia sobre aquel que así actúa. 4 Cuando ustedes se reúnan, yo estaré con ustedes en espíritu, y también el poder de nuestro Señor Jesús estará con ustedes. Entonces, en el nombre de nuestro Señor Jesús, 5 ese hombre deberá ser entregado a Satanás, para que su cuerpo sea destruido y su espíritu se salve cuando el Señor venga. 6 Ustedes no tienen razón para sentirse orgullosos. Ya conocen el dicho: «Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.» 7 Así que echen fuera esa vieja levadura que los corrompe, para que sean como el pan hecho de masa nueva. Ustedes son, en realidad, como el pan sin levadura que se come en los días de la Pascua. Porque Cristo, que es el Cordero de nuestra Pascua, fue muerto en sacrificio por nosotros. 8 Así que debemos celebrar nuestra Pascua con el pan sin levadura que es la sinceridad y la verdad, y no con la vieja levadura ni con la corrupción de la maldad y la perversidad. 9 En mi otra carta les dije que no deben tener trato alguno con quienes se entregan a la prostitución. 10 Y con esto no quise decirles que se aparten por completo de todos los que en este mundo se entregan a la prostitución, o son avaros, o ladrones, o idólatras, pues para lograrlo tendrían ustedes que salirse del mundo. 11 Lo que quise decir es que no deben tener trato con ninguno que, llamándose hermano, se entregue a la prostitución, o sea avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón. Con gente así, ni siquiera comer juntos. 12-13 No me toca a mí juzgar a los de fuera; Dios será quien los juzgue. Pero ustedes ya están juzgando a los de dentro. Por eso, quiten a ese pecador de en medio de ustedes.

viernes, 10 de octubre de 2014

VISIONES Y REVELACIONES DE PABLO

2 Corintios 12 Dios Habla Hoy 12 Nada gana uno con gloriarse de sí mismo. Sin embargo, tengo que hablar de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor. 2 Conozco a un seguidor de Cristo, que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu; Dios lo sabe. 3 Pero sé que ese hombre (si en cuerpo o en espíritu, no lo sé, sólo Dios lo sabe) 4 fue llevado al paraíso, donde oyó palabras tan secretas que a ningún hombre se le permite pronunciarlas. 5 Yo podría gloriarme de alguien así, pero no de mí mismo, a no ser de mis debilidades. 6 Aunque si quisiera yo gloriarme, eso no sería ninguna locura, porque estaría diciendo la verdad; pero no lo hago, para que nadie piense que soy más de lo que aparento o de lo que digo, 7 juzgándome por lo extraordinario de esas revelaciones. Por eso, para que yo no me crea más de lo que soy, he tenido un sufrimiento, una especie de espina clavada en el cuerpo, que como un instrumento de Satanás vino a maltratarme. 8 Tres veces le he pedido al Señor que me quite ese sufrimiento; 9 pero el Señor me ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.» Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy. 11 Me he portado como un loco, pero ustedes me obligaron a hacerlo. Porque ustedes son quienes debían hablar bien de mí, pues en nada valgo menos que esos superapóstoles. ¡Y eso que yo no valgo nada! 12 Los sufrimientos que soporté con paciencia, los milagros, maravillas y prodigios de que ustedes fueron testigos, son la prueba de que soy un verdadero apóstol. 13 Perdónenme si los ofendí, pero sólo en una cosa han sido ustedes menos que las otras iglesias: ¡en que yo no fui una carga para ustedes!

lunes, 29 de septiembre de 2014

ACUERDENSE DE QUIENES LOS HAN DIRIGIDO Y LES HAN ANUNCIADO EL MENSAJE DE DIOS; MEDITEN CÓMO HAN TERMINADO SUS VIDAS, Y SIGAN EL EJEMPLO DE SU FE

Deuteronomio 34 Muerte y sepultura de Moisés 34 Moisés subió del desierto de Moab al monte Nebo, a la cumbre del monte Pisgá, que está frente a Jericó. Desde allí el Señor le hizo contemplar toda la región de Galaad hasta el territorio de Dan, 2 las regiones de Neftalí, Efraín y Manasés, todo el territorio de Judá hasta el mar Mediterráneo, 3 el Négueb, el valle del Jordán y la llanura de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Sóar. 4 Y el Señor le dijo: «Éste es el país que yo juré a Abraham, Isaac y Jacob que daría a sus descendientes. He querido que lo veas con tus propios ojos, aunque no vas a entrar en él.» 5 Y así Moisés, el siervo de Dios, murió en la tierra de Moab, tal como el Señor lo había dicho, 6 y fue enterrado en un valle de la región de Moab, frente a Bet-peor, en un lugar que hasta la fecha nadie conoce. 7 Murió a los ciento veinte años de edad, habiendo conservado hasta su muerte buena vista y buena salud. 8 Los israelitas lloraron a Moisés durante treinta días en el desierto de Moab, cumpliendo así los días de llanto y luto por su muerte. 9 Y Josué, hijo de Nun, recibió de Moisés sabiduría, pues Moisés puso sus manos sobre él; así que los israelitas le obedecieron e hicieron como el Señor había ordenado a Moisés. 10 Sin embargo, nunca más hubo en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor hablara cara a cara, 11 o que hiciera todos los prodigios y maravillas que el Señor le mandó hacer en Egipto contra el faraón, sus funcionarios y todo su país, 12 o que le igualara en poder y en los hechos grandes e importantes que hizo a la vista de todo Israel.

jueves, 18 de septiembre de 2014

HABLAR DE LA VERDADERA HISTORIA DE UNO, CON DIOS

1 Crónicas 16:7-13 Alabad al Señor, invocad su nombre, dad a conocer en los pueblos sus obras. —1 Crónicas 16:8 Cuando el destacado autor Studs Terkel buscaba un tema para su próximo libro, uno de sus amigos le sugirió que escribiera sobre la muerte. Aunque al principio se resistió, la idea fue tomando gradualmente forma, pero su voz se volvió extremadamente real cuando su esposa, con quien había estado casado 60 años, falleció. Entonces, el libro se convirtió en una investigación personal: un ansia de saber qué hay después de la muerte y adónde acababa de ir su amada. Las páginas del libro son un conmovedor recordatorio de nuestra propia búsqueda de Jesús, y de las preguntas y preocupaciones que tenemos sobre la eternidad, mientras recorremos el sendero de la fe. Estoy agradecido por la seguridad que podemos tener de que estaremos con Jesús después de la muerte si hemos confiado en Él para que perdone nuestro pecado. No hay mayor esperanza que esta. Ahora tenemos el privilegio de compartir esta esperanza con todos los que podamos. En 1 Pedro 3:15, se nos exhorta: «… estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros». Como declaró David, Dios nos da la oportunidad de «[invocar] su nombre, [dar] a conocer en los pueblos sus obras» (1 Crónicas 16:8). Las historias de muchas personas que amamos no han terminado aún, y el privilegio de hablarles del amor de Jesús es un regalo sumamente precioso. —Que diariamente anhelemos contar nuestra historia de Jesús, y que tengamos oportunidad de hacerlo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

HAY RECOMPENSAS A LOS QUE VENCEN

Cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 1 Corintios 3:8 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:21 Cada año los jefes de Estado y sus ministros conceden cierto número de condecoraciones a algunas personas que lo merecen en todas las disciplinas o profesiones. El día de la ceremonia los galardonados se presentan ante los altos funcionarios, quienes ponen una medalla en su pecho y los felicitan calurosamente. La prensa informa y publica fotos sobre el suceso. Los cristianos tenemos el privilegio de servir a un Señor. Y mucho más que las autoridades de este mundo, el Señor está atento a la fidelidad de los suyos. Él ve y sabe todo; no olvida nada de lo que hacemos por él. Jesús, el justo Juez, sabrá recompensarnos un día (Hebreos 11:6). En todo lo concerniente al juicio humano, puede haber injusticias: recompensas dadas injustamente o recompensas que no fueron atribuidas a personas que lo merecían. En oposición a las distinciones humanas, la recompensa que el Señor prepara para cada uno de los suyos no será el resultado de ningún error, sino que retribuirá exactamente todo lo que haya sido hecho para él. No obstante, aunque la Biblia menciona la recompensa para animar al creyente, éste no trabaja con miras a ella, sino por amor y agradecimiento a su Señor. Apocalipsis -2 7-Al que venciere, daré á comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios 11- El que venciere, no recibirá daño de la muerte segunda 17-Al que venciere, daré á comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. 26-Y al que hubiere vencido, y hubiere guardado mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las gentes; 27-Y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantados como vaso de alfarero, como también yo he recibido de mi Padre: 28- Y le daré la estrella de la mañana. Apocalipsis -3 5-El que venciere, será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 12-Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalem, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo 21-Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. ¿Qué podríamos desear más que la aprobación del Señor? “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse” (2 Timoteo 2:15).

domingo, 14 de septiembre de 2014

LA BIBLIA ES UNA DE LAS FORMAS DE CONOCER A DIOS

Persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 2 Timoteo 3:14-15 La Biblia no es un libro de ciencia, pero sus declaraciones no son opuestas a los descubrimientos de la ciencia. Si hay algo que parezca contradecir la Biblia, la mayoría de las veces sólo se trata de simples teorías o hipótesis. La Biblia lleva la huella de Aquel que la inspiró: movidos por el Espíritu Santo, los hombres hablaron de parte de Dios. ¿Qué decir de la influencia de la Biblia en todos los ámbitos? Este Libro marcó nuestra civilización. La Biblia hace un retrato exacto del hombre; es como un espejo que nos muestra lo que somos realmente. Por el efecto que produce demuestra su fuerza (Hechos 19:20). Pero cuando uno estudia, medita, cree y pone en práctica seriamente la Biblia, ésta actúa en él de forma saludable. Gracias a su influencia, personas encadenadas por el mal son liberadas; mediante su acción, el débil es fortalecido, y el que está desanimado es consolado… ¡La Biblia transforma vidas! Si una persona famosa nos escribiese, leeríamos su carta. El que se dirige a nosotros es nuestro Creador, quien también quiere ser nuestro Salvador. ¿Podríamos permanecer sordos a lo que nos dice? La Biblia tiene un objetivo esencial. Revela a una persona: Jesucristo, el Hijo de Dios, quien dio su vida en rescate por nuestros pecados. Gracias a ella podemos conocer a un Dios personal y vivo, que ama al hombre, y que nos invita a acercarnos a él para recibir la vida, la vida eterna.

viernes, 12 de septiembre de 2014

¿COMO LLEGAMOS A SER CRISTIANOS VERDADERAMENTE LIBRES?

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:31-32 La libertad es una de nuestras mayores preocupaciones, pero no olvidemos que la libertad de uno termina donde empieza la del otro. En efecto, si cada uno vive como bien le parece, pronto llegará la catástrofe. ¡Cuántas obligaciones, e incluso daños, se imponen a los demás bajo el pretexto de la libertad! En el mundo laboral, por ejemplo, el rendimiento que los accionistas exigen a las empresas puede esclavizarlas. ¿Dónde podemos hallar ese marco de respeto al prójimo y los límites al ejercicio de la libertad? Muchos se imaginan que el cristianismo es una serie de «deberes» como: ir a la iglesia, confesarse, dar ofrendas, casarse, ser fiel… ¡Cuántas obligaciones! Entonces, ¿en qué nos hace libres el hecho de ser cristianos, como lo afirma Jesús? La libertad cristiana no consiste en elegir entre una serie de reglas de conducta. Surge de lo siguiente: al ser liberados de la esclavitud del pecado, podemos vivir tratando de agradar a Dios, siguiendo a Jesús quien, aunque no tenía pecado ni obligaciones que cumplir, no buscó agradarse a sí mismo, sino que pudo decir: “Yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8:29). Mostró una libertad generosa y atenta, buscando sin parcialidad el bien de los que lo rodeaban. La verdadera libertad que Jesús promete a los que creen en él y le siguen es el ser libre de rechazar lo que lo deshonra, lo que daña al prójimo como a sí mismo; y –en la misma actitud de gracia que él– el ser libre de amar incluso a nuestros enemigos.

jueves, 11 de septiembre de 2014

SIN MI NADA PODÉIS HACER - Dijo: Jesús

Has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven. Salmo 56:13; 130:3-4 Hoy la palabra pecado es menospreciada, pero a los ojos de Dios, quien no puede soportar el mal (Habacuc 1:13), ella conserva todo su sentido. Estos son algunos de sus efectos repulsivos: “adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas” (Gálatas 5:19-21). Pero el pecado al principio es más insidioso: “Cada cual se apartó por su camino” (Isaías 53:6). Su fuente se halla en nuestra voluntad de independencia frente a Dios. La Biblia da la solución: “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7). Dios borra los pecados de todos los que se reconocen pecadores y creen en el valor de la sangre derramada en la cruz. A éstos Dios les da el derecho “de ser hijos de Dios” (Juan 1:12). Luego el cristiano tiene que velar para no hacer el mal. Dios me dice: “Huye también de las pasiones” (2 Timoteo 2:22), para que éstas no me conduzcan a pecar. A veces oímos decir: «Es más fuerte que yo, no puedo resistir». Si estoy solo, claro que es imposible. Pero Dios envió su Espíritu, el cual habita en el creyente y le da la fuerza para resistir al pecado. Sin embargo, para que su poder divino pueda actuar en mí, debo saber que Cristo murió no sólo para borrar mis pecados, sino también para cortar el vínculo entre el pecado y yo: estoy muerto al pecado (Romanos 6:11). Ya no tengo por qué obedecerle. ¿Lo acepto? Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

UNA DE LAS MARAVILLAS QUE DIOS PUEDE HACER

(Dios dijo Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que… será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11 ¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra? Jeremías 23:29 Cierta noche, en Brasil, un ladrón entró sigilosamente en una casa. De repente escuchó un ruido y se escondió debajo de una cama. Sintió mucho miedo porque todos los miembros de la familia se reunieron en la habitación donde él se había escondido. El padre de familia se sentó precisamente en esa cama, tomó un libro y leyó en voz alta. Las palabras escuchadas conmocionaron al ladrón. Cuando terminó la lectura, toda la familia se puso de rodillas para orar. El padre hablaba como a un amigo presente. El ladrón nunca había pensado que se podía hablar a Dios con tanta confianza y libertad. Luego cada uno se fue a dormir y el silencio reinó en la casa. El intruso, todavía temblando, salió de su escondite y rápidamente abandonó la casa sin llevar otra cosa que el misterioso libro negro que había quedado sobre la mesa. Era una Biblia, la cual empezó a leer asiduamente. Poco a poco comprendió que la verdadera felicidad estaba en ese libro. Al fin un día tomó la decisión de poner su vida en orden con Dios, creyó en el Señor Jesucristo, le confesó sus pecados y recibió su perdón. ¿Qué le quedaba por hacer? Devolver la preciosa Biblia a sus propietarios y contarles su historia. En la misma habitación, de rodillas, el padre de familia y el ladrón arrepentido dieron gracias al Señor por haberlos hecho hermanos en Cristo Jesús.

martes, 9 de septiembre de 2014

CUANDO UNA COSA NO SALE BIEN HAY QUE VOLVERLA A HACER HASTA QUE SE LOGRE

Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra del Señor, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero? Jeremías 18:3-6 Es interesante observar a un alfarero haciendo una vasija. Con los mismos movimientos de hace miles de años, ejerce suaves presiones sobre la arcilla que gira en el torno para así obtener la forma deseada. Si la vasija toma una forma defectuosa, el alfarero recoge la masa y vuelve a fabricar una nueva. Pero cuando se ha terminado la cocción, es demasiado tarde para modificar cualquier detalle: la vasija se utilizará tal como quedó o se desechará. Del mismo modo, nuestras vidas están en las manos de Dios. Desde Adán y Eva, nuestros primeros padres, tomaron una forma anormal debido a nuestra innata oposición a nuestro Creador. Sin embargo, si reconocemos ante Dios lo que somos, nuestro egoísmo, nuestros errores, nuestra maldad, él nos transforma. Nos da una nueva vida en Jesucristo. Lo único que debemos hacer es aceptarlo antes de que sea demasiado tarde. ¡Es preciso ir a Dios ahora mismo! Y nosotros, creyentes, ¿consideramos que tal vez nuestra vida ha sido desperdiciada? Debido a nuestra obstinación, a nuestra voluntad que le cuesta someterse a Dios, hemos sido vasijas defectuosas. Somos conscientes de nuestra incapacidad para levantarnos por nosotros mismos. Pero el divino Alfarero, del que habla el profeta Jeremías, no es tomado desprevenido. Cuando nos volvemos realmente a Dios, él puede dirigir nuevamente nuestra vida para su gloria.

lunes, 8 de septiembre de 2014

DISPARAR NO ES COBARDÍA SINO EVITAR UN DESORDEN

Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. 2 Timoteo 2:22 Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. 1 Corintios 15:33 Vivimos en una época en que las nociones del bien y del mal son tan confusas que corremos el peligro de adoptar un juicio completamente falso si no está basado en la Palabra de Dios. Sin duda el mundo ha evolucionado mucho más en los últimos cincuenta años que durante los cinco siglos precedentes. Pero al mismo tiempo la violencia sigue estando ahí, y la inmoralidad nos agrede de muchas y diferentes maneras. Por ello es muy oportuno recordar la firmeza y la pureza de José frente a la tentación, cuya historia está narrada en el primer libro de la Biblia (Génesis 39). José era esclavo, joven, hermoso, y su señor confiaba plenamente en él. La esposa de éste trató de seducirlo insistentemente para llevarlo a cometer adulterio. Frente a esta tentación José se hallaba solo, lejos de su familia en un país extranjero. ¿Cómo podía escapar de la red que lo encerraba? Huyendo lejos de esa mujer, como huimos ante una serpiente venenosa. Esta huida era la única actitud sabia. Normalmente, en una batalla, huir es una actitud cobarde, de derrota, pero en el ámbito de la fe significa ganar. Jóvenes cristianos, pidan al Señor la fuerza para permanecer puros y proseguir la santidad (Hebreos 12:14). Tengan el valor de apagar esa pantalla, de cerrar ese libro que los llena de malos pensamientos, de decir no a algunos compañeros que se burlan de ustedes porque no quieren actuar como ellos. Aborrezcan el mal. ¡Nunca olviden que Dios los ve!

domingo, 7 de septiembre de 2014

COMO SACERDOTES DEL ALTÍSIMO DEBEMOS INTERCEDER POR TODAS LAS PERSONAS

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia. Efesios 6:18 Hermanos, orad por nosotros. 1 Tesalonicenses 5:25 «Por favor, oren por mí», pedía a menudo una mujer a sus vecinos cuando iban a una reunión cristiana. Ella sabía que sus amigos creyentes no la olvidaban. Los cristianos tenemos el privilegio de dirigirnos a Dios mediante peticiones, súplicas y acciones de gracias (Filipenses 4:6), “con toda oración” (Efesios 6:18). Orar por “todos los hombres”, ¿no es acaso uno de nuestros primeros deberes hacia ellos? Esto es “bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos” (1 Timoteo 2:1-4). Nosotros que tenemos el gozo de conocer a Dios como un Padre que nos ama y responde a nuestras necesidades, oremos más por nuestros amigos, vecinos, compañeros de trabajo… Pensemos igualmente en las autoridades de nuestro país. Gracias a su protección podemos vivir “quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad” (1 Timoteo 2:2). Padres cristianos, oremos por nuestros hijos, para que ellos también descubran la verdad y reciban la vida eterna mediante una fe personal en el Señor Jesucristo. “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3). Oremos para que sean guardados, al igual que nosotros mismos, de todas las malas influencias que están en el mundo. Oremos asimismo por todos los que anuncian el Evangelio. Ellos encomiendan personalmente a Dios su vida y su ministerio, pero también cuentan con las oraciones de sus amigos creyentes.

viernes, 5 de septiembre de 2014

COMO DEBEN CRECER LOS CRISTIANOS?

El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa del Señor, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes. Salmo 92:12-14 La palmera crece en las regiones cálidas. Posee un largo tronco y su follaje siempre está verde. A pesar de su altura, puede soportar fuertes vientos sin romperse, gracias a las fibras especiales que lo componen. Sus raíces, igual de largas que su tronco, buscan agua en lugares muy profundos y le dan su estabilidad. La savia circula por la parte central del tronco de la planta, y no solamente bajo la corteza, como sucede en los demás árboles. Como creyentes, aprendamos la lección de la palmera, la misma que nos enseña la Biblia. Nuestro Dios quiere que vivamos, en toda circunstancia, con la mirada puesta en el cielo, dándole las gracias y gozosos. Seamos como aquella mujer que fue sanada por Jesús: “se enderezó luego, y glorificaba a Dios” (Lucas 13:13). Pero para que esta actitud sea constante, debemos tener un fundamento estable, estar “arraigados y cimentados en amor” (Efesios 3:17), edificados en Jesús “y confirmados en la fe” (Colosenses 2:7). El alimento interno de nuestra alma, extraído de Cristo, guardado en lo más profundo de nuestro ser y protegido de las influencias exteriores, tendrá como resultado un vigoroso crecimiento y nos permitirá llevar fruto para Dios. Así no nos desanimaremos si la tormenta llega, pues tendremos los recursos para ir hasta el final de la prueba con paciencia y confianza. “Será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17:8).

ESTRATEGIAS DE GUERRA DE NUESTRO ENEMIGO Nº1

Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8 El mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. 2 Corintios 11:14 Podríamos considerar el camaleón como un monstruo en miniatura. ¡Es un animal muy raro! Sus movimientos son extremadamente lentos. Es muy miedoso, y su medio de defensa es esa extraña facultad que tiene de cambiar voluntariamente de color para ocultarse. Su piel está compuesta por células de diversas pigmentaciones que puede retractar o dilatar y mezclar, de modo que produce toda una gama de colores según el paisaje que lo rodea. Ese camuflaje le permite pasar desapercibido tanto de sus enemigos como de sus presas. ¡Excelente truco para captar al imprudente insecto que se acerca! Con un rápido movimiento de la lengua, sin mover su cuerpo, el camaleón engulle a su víctima. Asimismo el diablo, camuflado en un mundo que a veces tiene aspectos seductores, está listo para atrapar a los hombres en sus redes. Como sabe que en la naturaleza humana hay diferentes tipos de codicia, se presenta a cada uno bajo el aspecto que más le conviene. Ya en el huerto de Edén, la voz del tentador no pareció insólita a nuestros primeros padres, Adán y Eva. Desde entonces su técnica no ha cambiado: bajo su camuflaje, Satanás atrae el corazón de sus presas y las seduce. Primero provoca la duda, luego la incredulidad y la rebelión… Estemos atentos, huyamos de este peligroso enemigo tan pronto como percibamos su astucia, y no tratemos de desafiarle.

jueves, 4 de septiembre de 2014

EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA UN CUERPO ESPIRITUAL OPTIMO

Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera. 1 Timoteo 4:7-8 En Grecia, en tiempos del joven Timoteo, el ejercicio físico era muy importante: cada mañana los jóvenes ricos iban al gimnasio para practicar diversos deportes. Los animaba la perspectiva de participar en una competencia o incluso de servir como soldados. A eso hace alusión el apóstol Pablo en el versículo del encabezamiento. No desconoce la utilidad del ejercicio físico, pero exhorta a Timoteo a entrenarse metódicamente y con perseverancia para la piedad, a fin de no dejar que su comunión con Dios se interrumpa, para ser guardado en paz e igualmente para poder enfrentarse a las luchas que forman parte de la vida del cristiano. La palabra piedad designa el conjunto de las relaciones que tenemos con Dios: la lectura de la Biblia, mediante la cual Dios nos habla; la oración, a través de la cual hablamos a Dios, y la obediencia como consecuencia de ello. Ejercitarse para la piedad tiene otras consecuencias: las fuerzas que recibimos del Señor son puestas a prueba sobre el terreno, frente a las dificultades y a las tentaciones. Cuando se trata de luchar en nuestra vida cotidiana, la piedad nos mantiene en una buena condición espiritual: no confiamos en nuestras propias fuerzas, porque hemos aprendido a conocer la voluntad de Dios, a ponerla en práctica, sin buscar a nuestro alrededor ayudas ilusorias. “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre” (1 Timoteo 6:11).

martes, 2 de septiembre de 2014

LA ÚNICA SALVACIÓN QUE DISPONE EL HOMBRE

En el nombre de Jesucristo… por él este hombre está en vuestra presencia sano. Y en ningún otro hay salvación. Hechos 4:10, 12 Toda práctica religiosa que pretenda dar una respuesta a la conciencia atormentada y la paz con Dios es ilusoria si propone al individuo conseguirlo por sus propios medios. Esto sólo halaga el orgullo del hombre haciéndole creer que puede merecer su salvación. Pero la salvación sólo puede venir de Dios. Dios detesta el pecado y lo condena, pero ama al pecador y quiere reconciliarlo con él. Como es justo, no puede cerrar los ojos ante nuestras faltas. La justicia divina condena el pecado y exige su justa retribución. El hombre es culpable y debe sufrir las consecuencias; nadie puede pagar a Dios el rescate por sus pecados. La Biblia dice que el hombre por sí mismo no lo logrará jamás, pues la redención de su vida es de gran precio (Salmo 49:8). Pero Dios, en su amor, nos dio un Salvador, Jesucristo, su propio Hijo. En la cruz Jesús fue mi sustituto, ocupó mi lugar; sufrió lo que yo merecía, recibió el castigo por mis faltas. Sufrió la justa ira de Dios por mis pecados. Si lo creo, Dios me concede su perdón y me libera gratuitamente, pues el precio ya fue pagado. “Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18). Contemplando, Señor, el miserable estado Y el abismo del mal do estuvimos aquí Quisiste Tú morir, librarnos del pecado, Que por nos en la cruz, llevaste sobre Ti. El sepulcro y Satán por Ti fueron vencidos; Vida e inmortalidad Tú sacaste a la luz; En gloria do Tú estás, pronto a tus redimidos Tendrás, cual galardón de la obra de tu cruz.

lunes, 1 de septiembre de 2014

...Y DIOS SE ACORDÓ DE NOE

Salmo 13 Nuestra alma espera al Señor; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. —Salmo 33:20 Esperar resulta siempre difícil; pero, cuando pasan días, semanas y meses sin que nuestras oraciones parezcan tener respuesta, es fácil creer que Dios se ha olvidado de nosotros. Quizá podamos enfrentar el día envueltos en sus distracciones, pero, durante la noche, cuesta el doble luchar contra nuestras ansiedades. Las preocupaciones parecen inmensas y los horas de oscuridad, interminables. El agotamiento hace que parezca imposible enfrentar el nuevo día. El salmista se angustiaba con la espera (Salmo 13:1). Se sentía abandonado, como si sus enemigos estuvieran triunfando (v. 2). Es fácil desanimarse cuando esperamos que Dios resuelva una situación difícil o responda una oración repetida varias veces. Satanás susurra que el Señor nos ha abandonado y que nada cambiará. Tal vez seamos tentados a caer en la desesperación. ¿Para qué molestarnos en leer la Biblia u orar? ¿Para qué esforzarnos para adorar junto con otros creyentes en Cristo? Sin embargo, en la espera es cuando más necesitamos nuestros salvavidas espirituales, ya que estos nos mantienen aferrados al amor de Dios y nos vuelven sensibles a su Espíritu. El salmista tenía un remedio: se centraba en todo lo que sabía sobre el amor de Dios, evocaba las bendiciones del pasado y alababa deliberadamente al Señor, quien no se olvidaría de él. Nosotros podemos hacer lo mismo. —Vale la pena esperar a Dios; su tiempo siempre es el mejor.

domingo, 31 de agosto de 2014

TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE.

2 Crónicas 15:1-12 Asa […] cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá […] y reparó el altar del Señor… —2 Crónicas 15:8 Cuando una marmota empezó a comerse nuestro garaje (bueno, solo el reborde), compré una trampa pensando trasladar el animalito a un parque. Puse en el interior una variedad de cosas ricas y le abrí la puerta. A la mañana siguiente, me entusiasmé al ver un pequeño bicho en mi trampa… hasta que noté que no era una marmota; había atrapado un zorrillo. Busqué en Internet para ver cómo sacar el zorrillo de la trampa sin que… bueno, no hace falta que te lo diga. Con suma cautela, se describía cómo protegerse mientras se liberaba el animal. Bolsas de plástico, guantes, lonas, mantas, gafas protectoras. La tarea parecía intimidante y peligrosa. Entonces, mi yerno dio un paso frente para solucionarlo. Simplemente se acercó a la trampa, abrió la puerta y, con unos chorros de agua de la manguera del jardín, persuadió a nuestro amigo con rayas para que saliera. A veces, nuestros temores pueden guiarnos a la inactividad. Nos preocupa tanto protegernos que, sencillamente, no damos un paso al frente para solucionar las cosas. Cuando el rey Asa se enteró de que el Señor quería que quitara los ídolos de Israel, «cobró ánimo» (2 Crónicas 15:8). Si lo hacía, tal vez enfrentaría una rebelión, pero dio un paso al frente y, como resultado, la nación se regocijó (v. 15). ¿Estás enfrentando un desafío espiritual? El Señor te ayudará a dar un paso al frente con valentía y a dejar el resultado en sus manos. —La valentía es el miedo que ya elevó una oración.

viernes, 29 de agosto de 2014

DIOS DE PACTOS

Lucas 6:27-37 … perdonad, y seréis perdonados. —Lucas 6:37 Si eres como yo, raras veces lees todo el texto de los contratos de servicios por Internet antes de aceptar sus condiciones. Tienen una gran cantidad de páginas y la mayor parte de la jerga legal no tiene sentido para las personas comunes y corrientes como yo. Por eso, me sorprendió bastante cuando una amiga de África me mencionó un singular contrato de servicio para programas de computación. En lugar de ser una licencia llena de palabras donde se le dice a la gente cómo no usarla, el fabricante brinda una sencilla bendición al instar a los usuarios a utilizarla con buenas intenciones: Que hagas bien y no mal. Que encuentres perdón para ti y perdones a los demás. Que compartas generosamente, sin nunca tomar más de lo que das. En un principio, pensé: ¡Vaya! Imagina lo que sería si se escribieran más condiciones de contratos de servicios en forma de bendición en lugar de hacerlo como documentos legales. Después, pensé: El contrato que Jesús hace con nosotros es así. Él nos ofrece perdón del pecado, paz con Dios y la presencia del Espíritu Santo. A cambio, lo único que pide es que hagamos el bien (Gálatas 6:10), perdonemos como hemos sido perdonados (Lucas 6:37) y amemos a los demás como Él nos ama (Juan 13:34). —Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos... —Gálatas 6:10

miércoles, 27 de agosto de 2014

QUE NO SE REPITA ESE RECIBIMIENTO A JESÚS EN LAS PERSONAS QUE TENEMOS AL LADO NUESTRO

Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Lucas 9:58 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:11-12 Si uno ha sido mal recibido por alguien, no siente el deseo de invitar a esa persona y tratarla como un rey. Sin embargo, el Hijo de Dios respondió con amor al odio del hombre. Dios creó al hombre para que fuese feliz, y lo colmó de sus bendiciones, pero el hombre se alejó de Él. Cuando Dios, después de hacer tantos llamados en vano a través de los profetas, envió a su Hijo a la tierra, ¿cómo fue recibido? “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron” (Juan 1:11). “No había lugar para ellos (María, José y el niño Jesús) en el mesón” (Lucas 2:7). Su pueblo no quiso saber nada de él. Incluso pidió a grandes gritos que lo crucificasen (Lucas 23:23). Prefirió liberar a Barrabás, un ladrón, y condenar a muerte a Jesús. ¡El mundo no tenía un lugar para Jesús! Y hoy, ¿tendría un lugar? Al amor que el Salvador nos mostró, respondimos con odio. ¡Jesús fue condenado y crucificado injustamente! Pero el Señor respondió así a este rechazo: “En la casa de mi Padre muchas moradas hay… voy, pues, a preparar lugar para vosotros… Os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). Él ofrece este lugar a todos los que reconocen su rebelión contra Dios y se arrepienten. Ahora nos invita a ir a él. ¿Qué nos tiene preparado? Una felicidad eterna en la casa del Padre. “Mas a todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). Quizás pensemos que si se repitiera la historia de que Jesús no tuviera donde ir..., nosotros le daríamos lugar. El ya está en el mejor lugar..., pero acá ha muchos en esas condiciones..., Él dejó dicho que si lo hacemos con ellos es lo mismo que hacerlo con Él. Dios nos ayude.

martes, 26 de agosto de 2014

TODO LO QUE DIOS PERMITE...

Entonces (Jesús) les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras. Lucas 24:45 Bien lo ha hecho todo. Marcos 7:37 Algunos estudiantes cristianos, en América Central, se habían propuesto dedicar sus vacaciones a predicar el Evangelio. Para desplazarse alquilaron un pequeño bus en el cual cruzarían la frontera de Guatemala, en donde los esperaban para realizar algunas reuniones. La aduana quedaba al otro lado del río, y los jóvenes se dieron cuenta de que tendrían que pasar por un puente provisional hecho con tablas, cuya resistencia era relativa. Entonces, por precaución el grupo pasó a pie, mientras que el bus tuvo que hacer un recorrido de más de 50 kilómetros a lo largo del río hasta hallar otro puente. En este recorrido gastó casi la mitad del día. Los jóvenes decidieron aprovechar ese contratiempo para reunirse en la plaza principal del pueblo y cantar algunos himnos. El alcalde pasó por allí y se detuvo. Los escuchó durante un rato, luego se acercó y los invitó a su casa a cantar y a hablar a su mujer, quien estaba cuidando a sus dos hijos enfermos. Nuestros amigos tomaron sus Biblias, anunciaron las buenas nuevas y oraron en la casa que les abrió sus puertas. El alcalde y su mujer fueron alcanzados por ese testimonio. Sus corazones se abrieron a la Palabra de Dios. Ambos recibieron a Cristo en sus vidas. ¡Qué experiencia inolvidable! A menudo nos irritamos ante un contratiempo, pero pensemos: ¿No es el Señor quien lo permite para que sea el punto de partida de una rica bendición para otros y para nosotros mismos?

lunes, 25 de agosto de 2014

JOVEN, MAYOR, ANCIANO... A TI TE DIGO: LEVÁNTATE.

(Jesús dijo al que había muerto Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios. Lucas 7:14-16 (Lea Lucas 7:11-17) En la entrada de la ciudad de Naín se encontraron dos multitudes. Una iba tras un féretro en el cual yacía el hijo único de una viuda, y la otra seguía a Jesús. ¡Qué contraste entre esos dos cortejos! Uno iba tras el “Autor de la vida”, Jesús (Hechos 3:15), y el otro tras la muerte, esa despiadada muerte que se apodera de uno sin preocuparse por los dolores que causa. La multitud que formaba el cortejo fúnebre mostró una verdadera simpatía por la madre, pero, ¡qué débil consuelo ante la irremediable realidad! Al ver a la madre, Jesús se compadeció de ella y le dijo: “No llores” (v. 13). Sólo él podía hablar así, pues sólo él podía devolver la vida, y lo hizo mediante una frase: “Joven, a ti te digo, levántate” (v. 14). Con ternura devolvió a la madre su hijo único vivo. ¡Qué extraordinario consuelo! Esas palabras tan personales de Jesús: “Joven, a ti te digo”, quizá también se dirijan a usted que lee estas líneas, sea joven o mayor. ¿Su vida es triste y carece de sentido? ¿Se siente incomprendido, anónimo? Jesús tiene para usted y sólo para usted una palabra personal. Usted y su historia son únicos para Dios, incluso si su vida le parece poco interesante o incluso dolorosa. “Levántate” (v. 14). En el evangelio este verbo está ligado a la resurrección. Una vida totalmente nueva le será dada. Hoy usted puede tener un encuentro con el Señor si escucha y recibe su Palabra. Lea la Biblia, pida al Señor que abra también su corazón a Su mensaje, y usted vivirá.

domingo, 24 de agosto de 2014

BRILLA EN EL SITIO DONDE ESTÉS

Yo soy la luz del mundo. Juan 8:12 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres. Mateo 5:14-16 Dios coloca a sus hijos, testigos de lo que él es, aquí o allá en el mundo, tal como un buen urbanista ubica farolas en las calles de una ciudad. Cuanto más oscuro es el lugar, más útiles son las farolas. Pero así como las lámparas deben estar conectadas a una red eléctrica para dar luz, nosotros también debemos estar en contacto con una fuente de energía. El Señor advirtió a los suyos: “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Las lámparas no escogieron el lugar donde fueron colocadas; lo importante es que alumbren ahí donde están. En el campo moral, el creyente alumbra en un mundo que prefiere la oscuridad, y esta luz es el resplandor de la vida de Jesús. Cada uno se encuentra en un contexto y lugar de trabajo determinados, en condiciones que tal vez quisiera cambiar, pero que no son fortuitas. Si Dios me colocó en determinado sitio, él sabe por qué lo hizo, y espera que yo reproduzca a mi alrededor las perfecciones morales de Jesús: bondad, humildad, dulzura, gozo, paciencia, abnegación. Los que no leen la Palabra de Dios deberían, en cierto modo, poder leerla en mi vida. ¿Qué se necesita para ello? ¡Que haya corriente! Que permanezca en contacto con la fuente divina, que mantenga efectiva la comunión con Dios, con el Señor. Irradiar luz es la razón de ser del cristiano en la tierra. ¡Cumplamos con nuestra vocación!

sábado, 23 de agosto de 2014

ME ES NECESARIO HACER LAS OBRAS DEL QUE ME ENVIÓ, ENTRE TANTO EL DÍA DURA; LA NOCHE VIENE, CUANDO NADIE PUEDE TRABAJAR.

Por la noche durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría. Salmo 30:5 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Romanos 13:12 Desde el primer capítulo de la Biblia, Dios anuncia el triunfo de la luz sobre la oscuridad. Después de cada etapa de la creación se repite la misma expresión: “Y fue la tarde y la mañana” (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31). Quizás hubiésemos invertido los dos términos, pero no es un orden fortuito, pues evoca el hecho de que en los planes de Dios, la luz triunfará. Toda la historia de la humanidad es una sucesión de períodos más o menos sombríos durante los cuales el hombre se fue alejando cada vez más de su Creador. La tarde más tenebrosa, la más terrible, fue la que vino sobre la tierra cuando Jesús, el Hijo de Dios, fue crucificado. Aquel que había ido de lugar en lugar haciendo el bien sólo tuvo como recompensa una cruz en la que aceptó morir. ¡Qué gran momento cuando la noche invadió la tierra para esconder la escena de la crucifixión del Salvador del mundo! (Mateo 27:45). Pero las tinieblas dieron lugar a la mañana de la resurrección. Dios quedó satisfecho con el sacrificio de Jesucristo y lo hizo salir de la tumba. Ese nuevo día abre un camino a todos los que depositan su confianza en el Salvador para recibir el perdón de sus pecados. Ahora los rescatados por Cristo esperan otra mañana, una mañana sin nubes, mañana en la cual Jesús vendrá a buscar a los suyos para llevarlos a la casa de su Padre, donde no habrá más noche (Apocalipsis 21:25). “Y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:17-18).

viernes, 22 de agosto de 2014

PUESTOS LOS OJOS EN JESÚS AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20 Hudson Taylor, uno de los primeros misioneros cristianos en entrar en China en 1854, tenía una vida de fe excepcional. Experimentó que Dios, en su amor, su poder y su fidelidad, puede darnos una salida en las situaciones más difíciles. ¡Qué descanso cuando dejamos a Jesucristo la dirección de nuestra vida! La biografía de Hudson Taylor comprende una voluminosa correspondencia. A continuación podemos leer un fragmento: «Ahora creo que las luchas, los esfuerzos, las aspiraciones, el esperar días mejores, no son el verdadero medio para llegar a la felicidad, a la santidad, a una vida útil. El más santo es el que posee mejor a Cristo dentro de sí y se goza totalmente en su obra cumplida en la cruz. Se trata de descansar, de no hacer esfuerzos para luchar; de poner la mirada en Jesús, de confiar en él para vencer… de descansar en el amor de un Salvador todopoderoso, gozosos por tener una salvación completa y porque estamos liberados del pecado. No se trata de luchar para tener la fe, sino de mirar a Aquel que es fiel, y de confiar totalmente en él, pues prometió que permanecería junto a mí y que nunca me abandonaría. No pensemos que esta experiencia, estas verdades, son sólo para una minoría. Ellas están al alcance de cada hijo de Dios. El único poder para ser liberado del pecado o para consagrarse realmente a Dios es Jesucristo.

jueves, 21 de agosto de 2014

CUANDO TENEMOS UN PROBLEMA O INCONVENIENTE QUE NOS SUPERA ¿A DONDE VAMOS? A ALGUIEN QUE SABEMOS NOS PUEDE AYUDAR..., BUENOOO ¡¡¡A ORAR SEA DICHO!!!

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Santiago 4:8 Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y él me escuchará. Salmo 77:1 «Hacer una oración». Esta es una expresión que a veces se usa de forma irónica para hablar de una forma de misticismo o de superstición. La oración también puede ser la fórmula mágica para quienes desean que un proyecto les salga bien o que un deseo se cumpla. Como son conscientes de su incapacidad para resolver un problema, evocan la oración como último recurso. Pero, ¿eso es orar? La oración de un cristiano tampoco consiste en un conjunto de frases aprendidas de memoria que repetimos como una letanía, sino en una verdadera comunicación, una conversación con Dios. Es la expresión de confianza y dependencia con respecto a una persona que conocemos, igual que una petición de un niño a su padre. Conocer a Dios como un Padre que nos ama es haber aceptado la salvación que ofrece a todo hombre. Dios, por amor, quiso salvarme, adoptarme para que fuese su hijo. Mi primera oración consistirá en darle las gracias. Y teniendo esta buena relación puedo ir a él en todo momento. Ninguno de mis problemas es demasiado pequeño o demasiado grande para él. Sentiré la oración como una necesidad; será como la respiración de mi alma. ¿Disfruta usted el privilegio de tener una relación así con el gran Dios del cielo y de la tierra? “Acercaos a Dios” (Santiago 4:8). “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16).

miércoles, 20 de agosto de 2014

TU ERES PEDRO Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE MI IGLESIA..." (Mt. 16, 13:20).

1 Corintios 3:1-11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. —1 Corintios 3:11 La ciudad de Nördlingen, en Baviera, es única. Está ubicada en el medio del cráter Ries, una gran depresión circular causada hace muchos años por el impacto de un meteorito. La tremenda presión que produjo ese impacto dio como resultado una roca inusualmente cristalizada y millones de diamantes microscópicos. En el siglo xiii, estas piedras moteadas se usaron para construir la Iglesia de San Jorge. Los visitantes pueden ver los hermosos depósitos de cristal en su cimiento y en sus paredes. Podría decirse que tiene un fundamento celestial. La Biblia habla de una clase distinta de fundamento. El Señor Jesús vino a este mundo desde el cielo (Juan 3:13). Cuando regresó allí, después de su muerte y resurrección, dejó a sus seguidores, quienes se convirtieron en el «templo viviente» de Dios, del cual Él es el cimiento. El apóstol Pablo afirma: «Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo» (1 Corintios 3:11). El edificio de esa iglesia en Baviera está construido sobre un cimiento de trozos de roca del cielo físico, pero la Iglesia espiritual (todos los creyentes en Cristo) está cimentada en el supremo fundamento celestial: Jesucristo (Isaías 28:16; 1 Corintios 10:3-4). Alabemos a Dios porque, debido a lo que Jesús hizo, nuestra salvación es segura. ¿Sobre qué fundamento Cristo edificó su Iglesia? ¿Sobre un hombre? ¿Sobre un edificio? De ninguna manera. Sino de un entendimiento y conocimiento mutuo e individual con el Señor Jesucristo. —Cristo, la Roca, es nuestra esperanza segura.

martes, 19 de agosto de 2014

CRISTO ES EL ÚNICO QUE TE ACOMPAÑA HASTA DONDE VAS A ESTAR REALMENTE SEGURO

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4 Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23:43 Muchas veces oímos hablar del acompañamiento a personas moribundas. En esos momentos difíciles, el acompañamiento consiste en no dejar al enfermo solo, en ayudarle prodigándole cuidados, escuchándolo, animándolo y mostrándole simpatía. Personas formadas para ello tratan de calmar al paciente que está a punto de partir. Pero esas personas, que se ocupan con tanto esmero de acompañar a los moribundos, ¿saben ellas mismas a dónde van? Y si lo saben, ¿pueden libremente hablar de Cristo? ¡Acompañar, sí! Pero ¿a dónde? Una palabra de aliento no tiene sentido si el que la pronuncia carece de seguridad sobre el más allá. Sólo Jesucristo puede acompañar perfectamente a alguien a través de la muerte. Él conoce el camino, pues lo recorrió cuando él mismo pasó por la muerte, cuando fue clavado en la cruz. Pero es necesario haber tenido un encuentro con él en la vida, antes de enfrentarse a la muerte. Muchos no lo reconocen, pero en el fondo tienen miedo a ese paso de la vida a la muerte. Jesús desea llevar al moribundo no sólo palabras de consuelo, sino la paz de la conciencia y certitudes a las cuales la fe puede aferrarse. Para el creyente, la muerte es un pasaje que lo introduce en la presencia de su Salvador y lo conduce a la casa de su Padre. Y ante la muerte, puede recordar las palabras que Jesús dijo en la cruz al ladrón arrepentido: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).

lunes, 18 de agosto de 2014

AUNQUE EL SOL SE OSCUREZCA TENEMOS QUE CONFIAR

Apocalipsis 22:12-21 Ciertamente vengo en breve… —Apocalipsis 22:20 En un campo de concentración alemán, durante la Segunda Guerra Mundial, algunos presos norteamericanos elaboraron una radio casera sin ser descubiertos por los guardias. Un día, llegó la noticia de que los alemanes se habían rendido, lo cual puso fin a la guerra. Sin embargo, por problemas de comunicaciones, los guardias todavía no lo sabían. Una gran celebración estalló cuando corrió la noticia entre los prisioneros. Durante tres días, cantaron, saludaron con la mano a los guardias e hicieron bromas sobre la comida. Al cuarto día, cuando se despertaron, descubrieron que todos los alemanes habían huido. La espera había terminado. Varias historias bíblicas se centran en esperar: Abraham espera un hijo (Génesis 12–21); los israelitas esperan ser librados de Egipto; los profetas esperan el cumplimiento de sus predicciones; los discípulos esperan que Jesús actúe como el poderoso Mesías que aguardaban. Las últimas palabras del Señor al final de Apocalipsis son: «vengo en breve», seguidas de una oración resonante e inmediata: «Amén; sí, ven, Señor Jesús» (22:20). Por esta razón, seguimos esperando. Ahora bien, me pregunto: Mientras esperamos, ¿por qué solemos estar temerosos y angustiados? Como los prisioneros aliados, podemos actuar en función de la buena noticia que decimos que creemos. Después de todo, tener fe en Dios es creer de antemano lo que solamente tiene sentido al revés. —La espera prueba nuestra fe; por eso, aguardamos esperanzados.

domingo, 17 de agosto de 2014

!!MIRAD CUÁN BUENO Y CUÁN DELICIOSO ES HABITAR LOS HERMANOS JUNTOS EN ARMONÍA!!

Juan 17:20-26 … [soportaos] con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. —Efesios 4:2-3 Desde una altura de 320 kilómetros, Chris Hadfield, astronauta canadiense y comandante de la Estación Espacial Internacional, se unió a un grupo de alumnos en un estudio en la Tierra para cantar una canción titulada ¿Hay alguien cantando?, escrita en forma conjunta por Hadfield y Ed Robertson. Una frase de la canción me llamó la atención: «No se distinguen las fronteras desde aquí arriba». Aunque los seres humanos trazamos muchas líneas para separarnos los unos de los otros (nacionales, étnicas, ideológicas), la canción me hizo pensar que Dios no percibe tales distinciones. Lo importante para el Señor es que lo amemos a Él y los unos a los otros (Marcos 12:30-31). Como un padre amoroso, Dios desea que su familia esté unida. No podemos llevar a cabo lo que Él tiene preparado para nosotros si nos negamos a reconciliarnos unos con otros. En su oración más apasionada, una noche antes de que lo crucificaran, Jesús le rogó a Dios que uniera a sus seguidores: «para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros…» (Juan 17:21). El canto ilustra el concepto de la unidad, ya que armonizamos en la letra, la melodía y los ritmos. También puede promover la unidad al unirnos en un vínculo de paz, proclamar el poder de Dios mediante la alabanza y demostrar su gloria al mundo. —Cantar alabanzas a Dios nunca pasará de moda.

sábado, 16 de agosto de 2014

USTEDES SON CARTAS ABIERTAS

2 Corintios 5:16-21 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo… —2 Corintios 5:20 El primer contacto que tuvo Pete Peterson con Vietnam fue durante la guerra en ese país. En 1966, durante un bombardeo, su avión fue atacado y lo tomaron prisionero. Después de más de 30 años, volvió a Vietnam como embajador de los Estados Unidos. El artículo de un periódico lo llamó «un cartel andante de la reconciliación». Años antes, él se había dado cuenta de que Dios no le había salvado la vida para que viviera enojado, así que utilizó el resto de su existencia y su posición para promover mejores estándares de seguridad para los niños vietnamitas. Es un gran honor y responsabilidad ser nombrado representante del país natal ante otra nación. Como seguidores de Cristo, somos «embajadores en nombre de Cristo» (2 Corintios 5:20). Tal como Dios envió a Jesucristo para reconciliarnos con Él (v. 18), nosotros tenemos ahora el ministerio de la «reconciliación» (v. 19). Nuestro mensaje es que todos pueden hallar redención en Cristo porque Dios, «al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él» (v. 21). En respuesta al amor reconciliador que Jesús nos ofrece, podemos compartir ese amor con otras personas. Asumamos nuestra tarea con seriedad. Dondequiera que el Señor nos coloque en este mundo, puede utilizarnos como carteles andantes de la reconciliación en nombre de Jesucristo. Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. (2 Corintios 3:2-3) —Las buenas noticias que no se dan no son noticia en absoluto.

viernes, 15 de agosto de 2014

¿Y DESPUÉS DE LA MUERTE QUÉ?

Mateo 28:1-10 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo… —Mateo 28:6 Estaba sentada al lado de la tumba de mi padre, esperando con mi familia que comenzara la sepultura privada de mi madre. El encargado del funeral llevaba la urna con las cenizas de ella. Yo tenía el corazón adormecido y la mente nublada. ¿Cómo podré enfrentar la pérdida de los dos en un lapso de solo tres meses? En medio de mi dolor, me sentía vacía, sola y con pocas esperanzas de poder enfrentar el futuro sin ellos. Después, el pastor leyó acerca de otra tumba. En la madrugada del primer día de la semana, las mujeres fueron al sepulcro de Jesús, llevando especias para colocar sobre su cuerpo (Mateo 28:1; Lucas 24:1). Se sorprendieron al descubrir que la tumba estaba abierta y vacía… y al ver un ángel. «No temáis», les dijo (Mateo 28:5). No tenían que tenerle miedo ni al sepulcro vacío ni al ángel, ya que este tenía una buena noticia para darles. Recuperé la esperanza cuando escuché: «No está aquí, pues ha resucitado, como dijo…» (v. 6). ¡La muerte había sido derrotada porque Jesús había vuelto a vivir! Apenas unos días antes de su muerte, Él les recordó a sus seguidores: «…porque yo vivo, vosotros también viviréis» (Juan 14:19). Aunque lamentamos la pérdida de nuestros seres amados, la resurrección de Jesús y su promesa de que hay vida después de la muerte nos dan esperanza. —Señor, gracias por el consuelo y la esperanza. ¿Qué haríamos sin ti? Porque Él vive, nosotros también vivimos.

jueves, 14 de agosto de 2014

ENSEÑANZA PRACTICA

1 Pedro 2:9-12 … para que […] glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras. —1 Pedro 2:12 Todavía recuerdo el rostro sorprendido de mi amigo cuando entré corriendo por la puerta delantera de su casa hace casi 50 años, rodeado de una «banda» de abejas. Cuando salí por la puerta de atrás, me di cuenta de que las abejas ya no estaban. Bueno, en cierto modo… ¡ya que las había dejado dentro de la casa! Poco después, él también salió corriendo, perseguido por las abejas que yo le había llevado. Yo tuve varias picaduras sin muchas consecuencias, pero la experiencia de él fue diferente. Aunque solo tenía una o dos picaduras de «mis» abejas, se le inflamaron los ojos y la garganta tras una reacción alérgica. Mis acciones le habían provocado mucho dolor a mi amigo. Este es un cuadro de lo que sucede en nuestras relaciones interpersonales. Cuando no actuamos como cristianos, herimos a los demás. Aun después de pedir disculpas, la «picadura» sigue. La gente tendría razón al esperar que los seguidores de Cristo no fueran ásperos y mostraran paciencia. A veces, nos olvidamos de que las personas que luchan con la fe, la vida o con ambas cosas observan expectantes a los creyentes. Esperan ver menos enojo y más misericordia, menos juicio y más compasión, menos crítica y más estímulo. Jesús y Pedro nos dijeron que vivamos vidas buenas para que Dios sea glorificado (Mateo 5:16; 1 Pedro 2:12). Que nuestras acciones y reacciones guíen a los que nos rodean hacia nuestro Padre amoroso. —Que los demás vean menos de mí y más de Jesús.

miércoles, 13 de agosto de 2014

NO LE DIGAS A DIOS CUAN GRANDES SON TUS PROBLEMAS DECILE A TUS PROBLEMAS CUAN GRANDE ES TU DIOS

Salmo 93 El Señor reina; se vistió de magnificencia; el Señor se vistió, se ciñó de poder. —Salmo 93:1 Las Cataratas del Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil, son un espectacular conjunto de saltos de agua con 275 cascadas en una extensión de 2,7 kilómetros del Río Iguazú. Del lado brasilero, grabadas sobre un muro, están las palabras del Salmo 93:4: «El Señor, en las alturas, se muestra poderoso: más poderoso que el estruendo de las muchas aguas, más poderoso que los embates del mar» (nvi). Debajo de este texto, aparecen estas palabras: «Dios siempre es mayor que todos nuestros problemas». El autor del Salmo 93, que escribió sus palabras en una época cuando gobernaban reyes, sabía que, en definitiva, Dios es Rey por encima de todos. «El Señor reina», declaró. «Firme es tu trono desde entonces; tú eres eternamente» (vv. 1-2). Por más altas que sean las olas y furiosas las inundaciones, el Señor sigue siendo mayor que todo. El rugir de las cascadas es ciertamente majestuoso, pero es muy distinto estar en medio de las aguas que corren a toda velocidad hacia ellas. Quizá hoy estés en una situación así. Los problemas físicos, financieros o relacionales amenazan con ser cada vez peores y te sientes como si fueras a caer por las cataratas. En situaciones semejantes, los creyentes tienen Alguien a quien acudir: el Señor, «que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos» (Efesios 3:20), porque es mayor que todos nuestros problemas. —Nunca midas el poder ilimitado de Dios según tus limitadas expectativas.

martes, 12 de agosto de 2014

Y HALLÁNDOSE EN FORMA DE HOMBRE, SE HUMILLÓ ASÍ MISMO

2 Timoteo 2:1-7 Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, […] ejemplo os he dado, para que […] vosotros también hagáis. —Juan 13:14-15 Se cuenta que, a fines del siglo xix, un grupo de pastores europeos asistió a una conferencia bíblica de D. L. Moody en los Estados Unidos. Como era su costumbre, dejaron los zapatos fuera de la habitación antes de irse a dormir, esperando que los empleados del hotel los limpiaran. Cuando Moody vio los zapatos, les mencionó a otros lo que había que hacer, ya que conocía la costumbre de aquellos hombres. Pero nadie le hizo caso. Entonces, Moody los juntó y él mismo los limpió. Un amigo que, inesperadamente, había ido a su cuarto reveló lo que Moody había hecho. Se corrió la voz y, durante las noches siguientes, otros se turnaron para limpiarlos. El estilo humilde de liderazgo de Moody inspiró a otros a seguir su ejemplo. El apóstol Pablo le recordó a Timoteo que «[se esforzara] en la gracia que es en Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros» (2 Timoteo 2:1-2). Cuando recordamos que nuestra fortaleza resulta de la gracia de Dios, eso nos mantiene humildes. Entonces, con humildad, transmitimos la verdad divina al ser un ejemplo que anima e inspira a otros a seguirlo. Jesús es nuestro ejemplo de servicio; dio su propia vida por nosotros. —Señor, sé poco sobre la humildad. Enséñame mientras leo sobre tu ejemplo en tu Palabra. Dame la gracia para ser humilde y servir a los demás. La humildad es el resultado de conocer a Dios y de conocerse a uno mismo.

lunes, 11 de agosto de 2014

TODO LO QUE RESPIRA ALABE AL SEÑOR

Apocalipsis 4 … no cesaban […] de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. —Apocalipsis 4:8 «Cuando estás divirtiéndote, el tiempo vuela». Este dicho no tiene una base científica, pero la experiencia hace que parezca cierto. Cuando la vida es placentera, el tiempo pasa demasiado rápido. Dame una tarea que me gusta o una persona con la que me agrada estar, y el tiempo parece irrelevante. Mi experiencia en cuanto a esta «realidad» me ha dado una nueva perspectiva de la escena descrita en Apocalipsis 4. Antes, cuando pensaba en los cuatro seres vivientes sentados alrededor del trono de Dios, los cuales repetían las mismas palabras, pensaba: ¡Qué existencia tan aburrida! Ya no pienso lo mismo, sino que imagino las escenas que presenciaron con sus numerosos ojos (v. 8); considero la vista que tienen desde su lugar alrededor del trono de Dios (v. 6); pienso en su asombro ante la sabiduría del Señor y su amorosa interacción con los seres humanos descarriados. Después, reflexiono: ¿Qué mejor reacción podría haber? ¿Qué otra cosa puede decirse, sino «santo, santo, santo»? ¿Es aburrido repetir las mismas palabras todo el tiempo? No cuando estás en la presencia de alguien a quien amas; no cuando estás haciendo aquello para lo cual fuiste creado. Como los cuatro seres vivientes, fuimos hechos para glorificar a Dios. Nuestra vida nunca será aburrida si nos concentramos en Él y cumplimos ese propósito. —Un corazón en armonía con Dios no puede evitar alabarlo.

viernes, 8 de agosto de 2014

¿EN QUE SUSTENTO MI LIBERTAD?

Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Así que, si el Hijo (de Dios, Jesucristo) os libertare, seréis verdaderamente libres. Juan 8:34, 36 ¿Soy realmente libre? ¿Qué es la libertad? ¿Es sencillamente hacer lo que quiero? La Biblia nos lleva al principio, cuando Adán sólo tenía que respetar un mandamiento: no comer el fruto de cierto árbol. Pero comió precisamente de ese árbol. Por este primer acto de desobediencia, que demuestra un deseo de independencia, el pecado y la muerte entraron en el mundo (Romanos 5:12). Jesús nos habla de un joven que reivindicaba su libertad. Pidió a su padre la parte de su herencia y luego se fue a un país lejano donde malgastó todo. Pero allí, libre de ir de desenfreno en desenfreno, se halló en tanta necesidad que incluso deseaba saciar su hambre con la comida de los cerdos (Lucas 15:11-17). La libertad para hacer lo que queremos, ¿nos hace realmente felices cuando dejamos a Dios de lado? Satanás, siempre opuesto a Dios, lo afirma y hace toda clase de promesas. Por su parte, el hombre siempre ha buscado la independencia y evadido las obligaciones. Algunos incluso confunden la libertad con la permisividad e incluso con la impunidad. Los gobiernos crean leyes para tratar de poner ciertos límites a los excesos. Pero en nombre de la libertad uno se hace esclavo. Muy pronto las ilusiones se esfuman y la miseria moral llega inevitablemente. La verdadera felicidad y libertad sólo emergen cuando el hombre reconoce sinceramente su pecado, se arrepiente y se vuelve a Dios para hallar la salvación que da la cruz de Cristo. Para el creyente, la verdadera felicidad no consiste en disfrutar de la vida haciendo lo que le place, sino viviendo con Dios, tratando de hacer lo que le agrada.

jueves, 7 de agosto de 2014

QUE LA LUZ DE CRISTO SE PROYECTE A TRAVÉS MIO.

Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Efesios 5:8-10 ¡Qué bella se ve la luna en el cielo! ¡Qué dulzura, hermosura y emoción ha producido la luna en la noche de los hombres! Sin embargo, la luna no tiene luz propia; lo único que hace es reflejar la luz del sol. Nos ofrece una luz que no proviene de ella. ¿Qué nos evocan esos espléndidos claros de luna? Amigos creyentes, somos “luz en el Señor”. ¿De qué luz se trata? Por supuesto, no se trata de una luz propiamente dicha, como la del sol. Tampoco es una luz intelectual, ni una luz de éxito social, ni siquiera proviene de las artes o de la cultura. La luz de la que habla el Evangelio es la luz de la vida (Juan 8:12). Emana del Señor Jesús, quien es “la luz del mundo”. Cuando él vino a la tierra, se levantó una nueva luz sobre la humanidad, la cual puso todo al descubierto. Para poder emitir esta luz de la vida, primero debemos ir a Jesús, a fin de tener la vida (Juan 5:40), una vida de relación con Dios. Es una relación de confianza que se traduce por un diálogo entre el creyente y Dios. Cuando leemos la Biblia, Dios nos habla; cuando oramos, somos nosotros quienes le hablamos. Entonces nuestra vida resplandece; brilla ante los que nos rodean mediante una forma de hablar llena de amor, justicia y verdad. ¿Sucede esto en mi vida? Así como la luna refleja un poco la luz de sol, ¿lo que digo y lo que hago muestra un poco la luz de Cristo a los que me rodean?

miércoles, 6 de agosto de 2014

COMO LIBERARSE

Romanos 8:1-11 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús… —Romanos 8:1 El elefante es el animal más grande de la Tierra… y uno de los más poderosos. No obstante, solo hace falta una cuerda fuerte para controlarlo. Se consigue de este modo: cuando el elefante es joven, se lo ata a un árbol grande. Durante semanas, hará fuerza y tirará, pero la soga lo mantiene inmóvil. Entonces, con el tiempo, no lo intenta más. Más tarde, cuando el animal alcanza todo su tamaño y fuerza, ya no lucha para liberarse, porque, en cuanto siente resistencia, se detiene. Sigue creyendo que está cautivo y que no puede soltarse. Satanás puede aplicar una treta similar para mantenernos esclavizados. La Biblia nos asegura que «…ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu» (Romanos 8:1). Hemos sido «[librados] de la ley del pecado y de la muerte» (v. 2). Pero el enemigo de nuestra alma trata de hacernos creer que seguimos dominados por el pecado. ¿Qué hacemos, entonces? Reflexionar en lo que Cristo ha hecho: murió por nuestros pecados y puso fin a su control sobre nosotros (v. 3). Resucitó de los muertos y nos dio el Espíritu Santo. Ahora recibimos poder para vivir de manera victoriosa en Él porque «el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también [nuestros] cuerpos mortales por su Espíritu que mora en [nosotros]» (v. 11). En Cristo, somos liberados. —Experimenta la verdadera libertad: somete todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

lunes, 4 de agosto de 2014

¿DONDE VIVES?

Romanos 5:15-21 … abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios… —Romanos 5:15 La mansión Graceland, en Menfis, Tennessee, en los Estados Unidos, es una de las casas más visitadas de ese país. Se construyó en la década de 1930 y se le puso ese nombre en honor a la tía abuela (Grace) del dueño original. Posteriormente, se hizo famosa por ser la casa del cantante Elvis Presley. Me encanta el nombre Graceland [Tierra de la gracia] porque describe el territorio asombroso donde Dios me colocó cuando perdonó mis pecados y me hizo hijo suyo. Me sacó de las tinieblas y me introdujo en su «tierra de la gracia». El apóstol Pablo afirma que «abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo» (Romanos 5:15). ¡Estaré siempre agradecido porque ese «muchos» me incluye a mí y porque el amor de Dios me ha trasladado al territorio de su gracia maravillosa, infinita e incomparable! Piensa en la bendición de estar en la tierra de la gracia del Señor. Es un ámbito donde tenemos entrada a su presencia y donde esa misma gracia continúa fluyendo diariamente en nuestra vida. Pablo señala que, aun en tiempos de desesperación, Dios nos concede la gracia suficiente para que salgamos adelante (ver 2 Corintios 12:9). Independientemente de lo que nos suceda, nada puede sacarnos de la esfera de la gracia divina.

jueves, 31 de julio de 2014

ESFUÉRZATE Y SE MUY VALIENTE

Hechos 28:11-16, 30-31 … al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. —Hechos 28:15 Mientras leía el aviso fúnebre de Eugene Patterson, unos de los ganadores del Premio Pulitzer durante el siglo pasado, me sorprendieron dos cosas. En primer lugar, Patterson fue durante muchos años un valiente defensor de los derechos humanos en una época en que muchos se oponían a la igualdad racial. Además, escribió una columna en un periódico todos los días durante ocho años. ¡Esto equivale a 2.922 artículos! Día tras día, año tras año. La valentía y la constancia fueron factores clave en el impacto que produjo su vida. Estas mismas cualidades las vemos en el apóstol Pablo. Hechos 13–28 registra su coraje en una situación horrorosa tras otra. Después de naufragar mientras viajaba para ser juzgado ante el César, desembarcó al sur de Roma, donde lo recibieron muchos hermanos en Cristo (Hechos 28:11-15). Lucas escribió: «… al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento» (v. 15). Durante los dos años siguientes, ya prisionero, le permitieron vivir en una casa alquilada por él mismo, donde «… recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento» (vv. 30-31). Cada seguidor de Cristo puede ser un dador constante y un receptor de valentía. El Señor puede utilizarnos hoy para animarnos y fortalecernos unos a otros. —Cuando las personas te hablen sobre sus temores, comparte con ellos tu valentía.

lunes, 28 de julio de 2014

CONFIRMA LA OBRA DE NUESTRAS MANOS

Isaías 17:7-11 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, […] la cosecha será un montón inservible… —Isaías 17:10-11 La primavera acababa de convertirse en verano y los granos empezaban a dar fruto mientras nuestro tren recorría la fértil zona por donde íbamos. Las fresas estaban maduras, y había personas arrodilladas cortándolas entre el rocío de la mañana. Los arándanos absorbían tanto los rayos solares como los nutrientes de la tierra. Después de pasar por varios campos con frutas maduras, llegamos a un montón de metal corroído y abandonado. La imagen áspera de la chatarra anaranjada que asomaba de la tierra contrastaba tremendamente con los verdes suaves de los granos. El metal no produce nada. Por el contrario, el fruto crece, madura y nutre a los seres humanos hambrientos. El contraste entre el fruto y el metal me recuerda las profecías de Dios contra las ciudades antiguas, como Damasco (Isaías 17:1, 10-11: «Porque te olvidaste del Dios de tu salvación […] la cosecha será un montón inservible». Esta profecía sirve como una advertencia contemporánea sobre el peligro y la inutilidad de pensar que podemos producir algo con nuestra propia fuerza. Separados de Dios, la obra de nuestras manos se convertirá en un montón inservible. Sin embargo, cuando nos unimos al Señor en la obra de sus manos, Él bendice nuestro esfuerzo y provee alimento espiritual para muchos. —Señor, quiero ser parte de lo que estás haciendo en el mundo. Fuera de ti, lo que hago no sirve. Guíame, lléname, utilízame. …separados de mí nada podéis hacer. —Jesús (Juan 15:5).