lunes, 26 de diciembre de 2016

EL RELOJ DE DIOS NO SE ATRASA NI ADELANTA…

… cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo… (Gálatas 4:4). Lucas 2:25-38 A veces, bromeo que voy a escribir un libro titulado Puntual. Quienes me conocen se sonríen porque saben que suelo llegar tarde. Mi excusa es que mi retraso se debe al optimismo, no a mi falta de empeño. Con optimismo, me aferro a la creencia errónea de que «esta vez», como nunca antes, podré terminar más cosas en menos tiempo. Pero no puedo, y no lo hago; entonces, termino teniendo que disculparme otra vez por mi impuntualidad. En cambio, Dios siempre es puntual. Tal vez pensemos que llega tarde, pero no es así. La Biblia habla de personas que se impacientaron con el tiempo de Dios. Los israelitas esperaban y esperaban al Mesías prometido, y algunos se cansaron. Pero Simeón y Ana no, sino que siguieron día tras día en el templo, orando y esperando (Lucas 2:25-26, 37). Y su fe fue recompensada, ya que pudieron ver al niño Jesús cuando María y José lo llevaron al templo para su dedicación (vv. 27-32, 38). Cuando nos desanimamos porque Dios no responde según nuestro calendario, la Navidad nos recuerda que «cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, […] para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos» (Gálatas 4:4-5). El tiempo de Dios es perfecto siempre, y vale la pena esperar. Señor, ayúdame a tener paciencia. El tiempo de Dios es siempre correcto; espera con paciencia que Él actúe.

sábado, 24 de diciembre de 2016

LA LUZ DE DIOS TE VA A ALUMBRAR ESTA NOCHE COMO TODAS LAS NOCHES… ¿QUE VAS A HACER?

… los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos (v. 2). Isaías 9:1-7 Martin Niemoller, un destacado pastor alemán, pasó casi ocho años en campos de concentración nazis porque se oponía abiertamente a Hitler. La víspera de Navidad de 1944, compartió estas palabras de esperanza con sus compañeros de prisión en Dachau: «Mis queridos amigos, esta Navidad […] busquemos en el Bebé de Belén a Aquel que vino para soportar con nosotros todas las cargas que nos abruman […]. ¡Dios mismo construyó un puente hacia nosotros! ¡Un amanecer de lo alto nos ha visitado!». En Navidad, recordamos la buena noticia de que Dios, en Cristo, nos busca donde estemos y cierra la brecha que nos separa de Él. Inunda de luz nuestras prisiones de oscuridad y levanta la carga de tristeza, culpa o soledad que nos agobia. Aquella Nochebuena en la cárcel, Niemoller compartió esta buena noticia: «Del resplandor que rodeó a los pastores, un rayo brillante caerá en nuestra oscuridad». Sus palabras nos recuerdan al profeta Isaías: «El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos» (9:2). Independientemente de dónde te encuentres hoy, ¡Jesús ha penetrado nuestro mundo oscuro con su gozo y su luz! Jesús vino a éste mundo para que tengas la Luz de Dios sobre tu vida en los años que tengas que vivir y luego la vida eterna y sobre todo para mostrarte como debe vivir un Hijo de Dios Verdadero garantizando una vida en abundancia no solamente en cantidad de años sino en calidad de Vida. Vas a disfrutar un gozo que tu conoces ni los que viven en tinieblas…, pero tienes que aceptar lo que Jesús hizo por ti y por mi… Señor Jesús, saber que tu luz brilla en la oscuridad y prevalece sobre ella nos da esperanza y fuerzas. El gozo de la Navidad es Jesús.

domingo, 18 de diciembre de 2016

¿CONOCES AL QUE NACIÓ EN NAVIDAD?

«Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» (v. 15 RVC). Mateo 16:13-20 En 1929, en una entrevista, Alberto Einstein dijo: «Cuando era niño, me enseñaron de la Biblia y del Talmud. Soy judío, pero me cautiva la figura luminosa del Nazareno […]. Nadie puede leer los Evangelios sin sentir la presencia real de Jesús. Su personalidad palpita en cada palabra. Ningún mito contiene tanta vida». El Nuevo Testamento da otros ejemplos de compatriotas de Jesús, quienes percibían que Él tenía algo especial. Cuando les preguntó a sus seguidores: « ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?», ellos respondieron que unos decían que era Juan el Bautista; otros, que era Elías; y algunos, que era Jeremías o uno de los profetas (Mateo 16:14). Que lo mencionaran entre los grandes profetas de Israel era sin duda un elogio, pero Jesús no buscaba eso, sino que los escudriñaba para ver si tenían fe. Entonces, hizo una segunda pregunta: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» (v. 15 RVC). La declaración de Pedro expresa la verdad sobre la identidad de Jesús: «Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente» (v. 16). Jesús anhela que lo conozcamos a Él y su poder salvador. Por eso, en algún momento, debemos responder la pregunta: « ¿Quién dices tú que es Jesús?». ¿Conoces al que nació en “NAVIDAD”? ¿Sabes a que vino Jesús? ¿Sabes cuál es el propósito de Jesús para tu vida para que tengas esa vida completa que siempre nos ilusionamos tener y por supuesto una Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo? El tiene la fórmula ¿Sabes que gracias a El tenemos vida y podemos comer y beber y realizarnos como ser humano y más como verdaderos Hijos de Dios? Eso y todo lo que tú y yo y el mundo necesitamos tiene Ese niñito indefenso que vemos en un pesebre o Ese hombre colgado en una cruz en la cuál ya no está más sino más allá del tercer cielo sentado a la diestra de nuestro Padre Celestial esperando el momento indicado por Dios a poner verdadera justicia en la tierra. Cuando levantes una copa Dí aunque no lo conozcas: ¡Gracias Señor! Señor, deseo conocerte mejor, amarte más y seguirte de todo corazón. La identidad de Jesús es la cuestión central de la eternidad.

martes, 13 de diciembre de 2016

¿A QUE VINO JESÚS?

He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz… (v. 15). Nahum 1:7-15 Internet, televisión, radio, dispositivos portátiles… todos nos bombardean con noticias que, en su mayoría, son malas: crímenes, terrorismo, guerras, problemas económicos. Pero también aparecen noticias buenas que alivian la tristeza y la desesperación: actos de abnegación, descubrimientos médicos y posibles acuerdos de paz. Las palabras de dos hombres del Antiguo Testamento llevaron mucha esperanza a personas abrumadas por los conflictos. Nahum declaró en medio de un inminente juicio: «Ya se oyen sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz» (Nahum 1:15 RVC). E Isaías expresa una frase similar: « ¡Cuán hermosos son, sobre los montes, los pies del que trae buenas nuevas! Los pies del que anuncia la paz, del que trae buenas noticias, del que anuncia salvación» (Isaías 52:7 RVC). Las palabras de esperanza de ambos profetas se cumplieron definitivamente en la primera Navidad, cuando el ángel les dijo a los pastores: «No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor» (Lucas 2:10-11). El titular más importante cada día es la mejor noticia de todas: ¡Nació Cristo, el Salvador! Dios, gracias por la buena noticia de la salvación en Jesús. ¡El nacimiento de Jesús es la mejor noticia que ha recibido el mundo!

jueves, 8 de diciembre de 2016

LA PALABRA Y LA OBRA DE DIOS YA VIENE AMPLIFICADA DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO

… el alboroto de Jerusalén fue oído desde lejos (v. 43). Nehemías 12:27-43 Walt Disney Studios fue el primero en implementar un nuevo concepto de sonido para películas: el sonido estereofónico o envolvente. Se desarrolló porque los productores querían que el público escuchara la música de una manera novedosa. No obstante, esta no fue la primera vez que se usó sonido envolvente. Miles de años antes, Nehemías incorporó la idea en la dedicación de los muros reconstruidos de Jerusalén: «hice subir a los principales de Judá sobre la muralla y puse dos grandes coros de acción de gracias» (Nehemías 12:31 rva). Uno iba cantando hacia la izquierda y el otro hacia la derecha, rodeando la ciudad de Jerusalén con alabanzas mientras marchaban al templo (vv. 31, 37-40) y guiaban al pueblo que se regocijaba «porque Dios les había dado gran alegría» (v. 43); de este modo, «se oía desde lejos» (v. 43). ¿Qué nos ha dado Dios que nos haga rebosar de alabanzas? ¿Una dirección clara, el consuelo que solo Él puede dar, el supremo regalo de la salvación? Quizá no podamos generar un sonido envolvente con nuestra alabanza, pero sí tener gran alegría por lo que Dios nos ha dado. Entonces, otros podrán escucharnos y ver cómo obra el Señor en nuestra vida. En el Sermón del Monte se escuchó también desde lejos y se sigue escuchando luego de poco más de dos mil años… Señor, te alabamos con palabras, con acciones y con nuestra vida por tu gran poder, provisión amorosa y cuidado constante. ¡Es imposible excederse en alabanzas a Dios!

sábado, 3 de diciembre de 2016

¿QUIÉN ES EL?

Ya el Antiguo Testamento hace referencia al Mesías que vendría, al Salvador y Redentor. Así, en la maldición de la serpiente inmediatamente posterior a la caída en el pecado, ya se encuentra oculta la primera mención al Redentor que vendría (Gn. 3:15). ¿Pero, quién es El? El autor de la epístola a los Hebreos ve una referencia a Jesucristo en los actos del rey y sacerdote Melquisedec, quien trae pan y vino a Abraham y lo bendice (Gn. 14:17-20; He. 7). ¿Pero, quién es El? Dios, el Hijo, acompañó al pueblo escogido, Israel, a través de la historia. El Apóstol Pablo describe expresamente la presencia de Cristo durante el peregrinaje por el desierto: “Nuestros padres [...] bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo" (1 Co. 10:1-4). ¿Pero, quién es El? Algunos profetas del Antiguo Testamento hacen referencia a detalles concretos relacionados con la venida del Redentor: • Isaías lo describió con nombres que subrayan su unicidad: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz" (Is. 9:6). • Miqueas anunció el lugar de nacimiento del Señor: “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Mi. 5:2). • Malaquías profetizó a alguien que prepararía el camino del Hijo de Dios: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos" (Mal. 3:1). El que prepararía el camino es Juan, el Bautista (Mt. 11:10). • Zacarías describió la entrada del Señor en Jerusalén: “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna" (Zac. 9:9). Así, tanto la encarnación del Hijo de Dios como su camino sobre la tierra, fueron vaticinados en el Antiguo Testamento. ¿Pero, quién es El? San Lucas escribe sobre el nacimiento de Jesús en Belén: “Sucedió en aquellos días que salió un decreto del emperador Augusto, ordenando se empadronase todo el Imperio. Este primer empadronamiento se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió de la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, en Judea, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto a ella y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada” (Lc. 2, 4-7) Continúa :“Unos pastores, que pasaban la noche al aire libre velando por turno su rebaño, de repente un ángel les dijo, no temáis, os anuncio una gran noticia que será de gran alegría para todo el pueblo, hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal, encontrareis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. De pronto una legión del ejército celestial, decía gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” (Lc. 2, 8-14). ¿Pero, quién es El? San Mateo escribe: “Habiendo nacido Jesús en Belén en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando ¿dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer, porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarle. El rey Herodes al oír esto, se turba y con él toda Jerusalén. Reúne a todos los príncipes del sacerdocio y a los escribas del pueblo preguntándoles dónde podía nacer el Mesías. Ellos le contestan en Belén de Judá, pues así está escrito. Los magos, guiados de nuevo por la estrella, caminan hasta pararse sobre el lugar donde estaba el niño. Entran en la casa, y ven al niño con María, su madre. De rodillas le adoran, y abriendo sus cofres le ofrecen los dones de oro, incienso y mira. Advertidos en sueños de no volver junto a Herodes, regresan a su tierra por otro camino” (Mt. 2, 7-12). ¿Pero, quién es El? Lucas 2:22-35 22 Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor 23 (como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor , 24 y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: Un par de tórtolas, o dos palominos. 25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. 26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. 27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, 28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: 29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra; 30 Porque han visto mis ojos tu salvación, 31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; 32 Luz para revelación a los gentiles, Y gloria de tu pueblo Israel. m 33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. 34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. ¿Pero, quién es El? Lucas 2:41-51 41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; 42 y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. 43 Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su madre. 44 Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos; 45 pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. 46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. 47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. 48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. 49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? 50 Más ellos no entendieron las palabras que les habló. 51 Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. ¿Pero, quién es El? Juan 2 Las bodas de Caná 2 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. 2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. 3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. 4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. 5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. 11 Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. 12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días. ¿Pero, quién es El? Mateo 3:13-17 (Mr. 1.9-11; Lc. 3.21-22) 13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Más Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo Una Voz de los cielos, Que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. ¿Pero, quién es El? (Mt. 21.12-13; Mr. 11.15-18; Lc. 19.45-46) 13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, 14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. 15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume. 18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto? 19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. 20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? 21 Más él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. ¿Pero, quién es El? 23 Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía. 24 Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos, porque conocía a todos, 25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre. ¿Pero, quién es El? • Sana al hijo del oficial del rey. ... • Sana a un hombre en Cafarnaún. ... • Sana a la suegra de Simón Pedro. ... • Sana a los enfermos al atardecer. ... • La pesca milagrosa. ... • Sana a un leproso. ¿Pero, quién es El? Jesús sano a los enfermos, hizo ver a los ciegos e hizo muchos Milagros más, entre ellos, Jesús obró también, según los evangelios, Milagros de tipo natural, en los que se pone de manifiesto la obediencia de las fuerzas naturales a su autoridad. ¿Pero, quién es El? Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas. Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? El les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco panes, y dos peces. Y les mandó que hiciesen recostar a todos por grupos sobre la hierba verde. Y se recostaron por grupos, de ciento en ciento, y de cincuenta en cincuenta. Entonces tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió los panes, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y repartió los dos peces entre todos. Y comieron todos, y se saciaron. Y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. ¿Pero, quién es El? Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo. Cuando descendieron del monte, Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos. ¿Pero, quién es El? Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. ¿Pero, quién es El? (Mr. 8.31--9.1; Lc. 9.22-27) 21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: !!Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. 24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. 28 De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino. ¿Pero, quién es El? Marcos 15:39 39 Y el centurión que estaba frente a él, viendo que después de clamar había expirado así, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. ¿Pero, quién es El? A VER…, AHORA, PARA NOSOTROS…, ¿QUIÉN ES EL?

lunes, 28 de noviembre de 2016

TODOS SOMOS IGUALES DELANTE DEL SEÑOR AUNQUE NOS PAREZCA QUE NO, YA QUE EL LE COMPLETA AL QUE LE FALTA

… Ella ha hecho una obra hermosa conmigo (Marcos 14:6). Lucas 7:36-50 Imagina a dos adolescentes. Una es fuerte y saludable. La otra nunca conoció la libertad de moverse sola. Desde su silla de ruedas, no solo enfrenta los desafíos emocionales comunes de la vida, sino también una serie de dolores y dificultades físicas. No obstante, ambas sonríen alegremente mientras disfrutan de la mutua compañía. Dos adolescentes hermosas; cada una viendo en la otra el tesoro de la amistad. Jesús dedicó gran parte de su tiempo a personas como la muchacha de la silla de ruedas; personas con discapacidades o deformidades físicas de por vida, o que eran despreciadas por los demás por diversas razones. En realidad, Jesús permitió que una de esas personas lo ungiera con aceite, desairando a los líderes religiosos (Lucas 7:39). En otra demostración similar de amor, Jesús dijo a quienes lo criticaban: «Déjenla en paz […]. Ella ha hecho una obra hermosa conmigo» (Marcos 14:6 NVI). Dios valora a todos por igual; no hay distinción ante sus ojos. Ciertamente, todos necesitamos desesperadamente el amor y el perdón del Señor. Su amor lo impulsó a morir en la cruz por nosotros. Veamos a cada persona como lo hacía Jesús: creada a la imagen de Dios, digna de su amor y hermosa. Señor, ayúdame a ver a las personas como tú las ves: suficientemente importantes como para haber muerto por ellas. Todas las personas con quienes nos encontramos llevan la imagen de Dios.

lunes, 21 de noviembre de 2016

AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS CON AMOR FRATERNAL; EN CUANTO A HONRA, PREFIRIÉNDOOOS LOS UNOS A LOS OTROS

La muerte y la vida están en poder de la lengua… (Proverbios 18:21). Efesios 4:25-32 Emilia escuchaba mientras unos amigos hablaban de sus costumbres para la fiesta de Acción de Gracias. Uno explicó: «Uno por uno, decimos por qué estamos agradecidos». Otro mencionó: «Aunque mi padre tenía demencia senil, su oración de gratitud al Señor era clara». Y otro compartió: «Nosotros cantamos juntos, ¡y mi abuela nunca para de cantar!». Emilia sintió celos y tristeza al pensar en su familia, y se quejó: «Nuestra costumbre es comer, mirar televisión y no mencionar a Dios ni dar gracias por nada». En ese momento, se sintió mal por su actitud y se preguntó: Tú eres parte de esa familia. ¿Qué te gustaría hacer para cambiar ese día? Entonces, decidió decirle a cada uno que daba gracias al Señor porque eran su hermana, sobrina, hermano o sobrina nieta. Llegó el día y así lo hizo, y todos se sintieron amados. Fue difícil porque no era habitual conversar así en familia, pero se sintió muy feliz de decirles que los amaba. El apóstol Pablo escribió: «No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan (Efesios 4:29 LBLA). Nuestras palabras de agradecimiento pueden recordarles a otros cuánto valen para nosotros y para Dios. Señor, muéstrame cómo puedo alentar a otros con mis palabras. El espíritu humano se llena de esperanza con el sonido de una palabra alentadora.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

TENEMOS UNA TRIBUNA IMPRESIONANTE EN LOS CIELOS QUE SABEN MUY BIEN QUE CON CRISTO SOMOS MAS QUE VENCEDORES

… corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante (12:1). Hebreos 11:32–12:3 En el estadio de la Universidad A&M de Texas, hay un cartel enorme que dice: «CASA DEL HOMBRE 12». Aunque los equipos pueden tener solo once jugadores en el campo, el Hombre 12 alude a los miles de alumnos que se quedan de pie durante todo el partido para alentar al equipo. Según la tradición, esto se remonta a 1992, cuando el entrenador llamó a un alumno de la tribuna para que se pusiera el uniforme y estuviera listo para reemplazar a un jugador lesionado. Aunque nunca entró a jugar, su presencia y disposición alentó enormemente al equipo. Hebreos 11 describe a héroes de la fe que enfrentaron grandes pruebas y permanecieron fieles a Dios. Y el capítulo 12 comienza diciendo: «Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante» (v. 1). No estamos solos en nuestro sendero de la fe. Santos destacados y personas comunes, fieles al Señor, nos alientan con su ejemplo y con su presencia en el cielo. Son como un Hombre 12 espiritual, de pie mientras nosotros seguimos en el campo. Mientras ellos nos alientan, mantenemos la mirada en Jesús, «el autor y consumador de la fe» (12:2). Señor, dame fuerza para seguir corriendo hoy la carrera de la fe. Los creyentes fieles del pasado son un estímulo para nosotros hoy.

viernes, 11 de noviembre de 2016

¿QUE ERES DEL SEÑOR: CONOCIDO/A, DISCÍPULO/A, SIERVO/A O AMIGO/A?

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando (v. 14). Juan 15:12-17 Ringo parece un perro fuerte; grande, musculoso, con pelo grueso, ¡y pesa más de 45 kilos! Aun así, su dueño lo lleva a hogares de ancianos y a hospitales para hacerlos sonreír. Una vez, una niña de cuatro años lo vio y quiso acariciarlo, pero tenía miedo de acercarse. Al final, su curiosidad superó su temor, y pasó un rato hablándole y tocándolo. Así descubrió que, aunque era fuerte, también era manso. Esta combinación de cualidades me recuerda lo que dice el Nuevo Testamento sobre Jesús: era accesible, ya que recibía a los niños (Mateo 19:13-15); fue amable con una desesperada mujer adúltera (Juan 8:1-11); y tuvo compasión al enseñar a las multitudes (Marcos 6:34). Al mismo tiempo, su poder era asombroso: ¡la gente miraba boquiabierta cuando Él echó demonios, calmó tormentas y resucitó muertos! (Marcos 1:21-34; 4:35-41; Juan 11). Nuestra manera de ver a Jesús determina cómo nos relacionamos con Él. Si nos enfocamos solo en su poder, podemos adorarlo de manera distante, como si fuera un superhéroe de historietas. O, si exageramos en cuanto a su bondad, corremos el riesgo de ser irrespetuosos. Lo cierto es que Jesús combina ambas cosas: es lo suficientemente grande como para que lo obedezcamos y humilde como para llamarnos amigos. ¿Que eres del Señor: conocido/a, discípulo/a, siervo/a o amigo/a…? …14 Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre. Señor, gracias por ser como eres y por conocerte. Nuestra manera de relacionarnos con Cristo muestra lo que pensamos de Él.

domingo, 6 de noviembre de 2016

CASA DE PAZ

… ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios (6:11). 1 Cor. 6:9-11; 13:4-7 Un joven japonés tenía miedo de salir de su casa. Para evitar a la gente, dormía de día y pasaba toda la noche mirando televisión. Era un hikikomori; o sea, un ermitaño moderno. El problema empezó cuando dejó de ir a la escuela por sus malas calificaciones. Cuanto más alejado estaba de la sociedad, más inadaptado social se sentía. Al final, dejó de comunicarse por completo con sus amigos y parientes. No obstante, para recuperarse, lo ayudó visitar un club juvenil llamado ibasho, un lugar seguro donde personas quebrantadas comenzaban a reinsertarse en la sociedad. ¿No podríamos pensar en la iglesia como un ibasho… y como mucho más? Sin duda, somos una comunidad de personas quebrantadas. Cuando Pablo les escribió a los corintios, describió su antiguo estilo de vida como antisocial, perjudicial y peligroso para ellos mismos y los demás (1 Corintios 6:9-10). Sin embargo, en Jesús, fueron transformados y sanados. Entonces, instó a estas personas rescatadas a amarse mutuamente, ser pacientes y amables, y a no tener celos, soberbia ni rudeza (13:4-7). La iglesia debe ser un ibasho donde todos, independientemente de las luchas o las angustias que enfrentemos, conozcamos y experimentemos el amor de Dios. Señor, ayúdame a honrar tu santo nombre y a amar a los demás como tú me amas. Solo Dios puede transformar un alma manchada por el pecado en una obra maestra de su gracia.

martes, 1 de noviembre de 2016

CON EL AGUA QUE NOS DA CRISTO NO TENDREMOS SED JAMAS

… el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás… (v. 14). Juan 4:1-15 Cuando Dave Mueller extendió su brazo y giró la llave, el agua comenzó a fluir de la tubería a un balde azul. A su alrededor, la gente aplaudía celebrando que el agua fresca y limpia llegaba por primera vez a su comunidad. Tener una fuente de agua potable le cambiaría la vida a este grupo de kenianos. Dave y su esposa trabajan arduamente para suplir las necesidades de la gente con la provisión de agua. Sin embargo, no solo se ocupan del H2O, sino que también le hablan de Jesucristo. Hace 2.000 años, un hombre llamado Jesús se detuvo junto a un pozo en Samaria y habló con una mujer que había ido a ese lugar a buscar agua para saciar su sed física, pero el Señor le dijo que lo que ella necesitaba aun más era agua viva para su salud espiritual. La historia ha avanzado y la humanidad se ha vuelto más sofisticada, pero la vida sigue dependiendo de la misma verdad: sin agua potable, morimos. Pero lo más importante es que, sin Jesucristo, la fuente de agua viva, estamos muertos en nuestros pecados. El agua es esencial para la vida: en el aspecto físico, con el H2O; en el espiritual, con Cristo. ¿Ya has probado el agua viva que provee Jesús, el Salvador? Señor, gracias por morir por nosotros en la cruz y resucitar para satisfacer nuestra sed espiritual y darnos vida. Solamente Jesús tiene el agua viva que apaga la sed espiritual.

jueves, 27 de octubre de 2016

PASO A PASO

Por órdenes del Señor, Moisés iba anotando cada etapa y cada lugar al que llegaban… (v. 2 RVC). Lectura: Núm 33:1-15, 36-37 Números 33 tal vez sea un capítulo de la Biblia que leemos sin reflexionar en lo que dice. Al parecer, es solo una larga lista de lugares por donde peregrinaron los israelitas desde Ramesés, en Egipto, hasta los campos de Moab. Sin embargo, seguramente es importante porque es la única porción de Números con estas palabras: «Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato del Señor» (v. 2). ¿Por qué guardar un registro de estas cosas? ¿Podría ser para que los israelitas que dejaban el desierto pudieran pensar en los 40 años de peregrinación y recordar la fidelidad de Dios en cada etapa? Imagino a un padre israelita sentado junto a una fogata recordando con su hijo: « ¡Nunca me voy a olvidar de Refidim! Estaba muerto de sed, y solo había arena por todos lados. Entonces, Dios le dijo a Moisés que golpeara una roca con su vara. Pensé que sería inútil, pero, ante mi sorpresa, ¡brotó agua de la piedra! Y miles bebimos y no tuvimos más sed» (ver Salmo 114:8; Números 20:8-13; 33:14). Entonces, ¿por qué no intentarlo? Reflexiona en tu vida, paso a paso, y recuerda todas las formas en que Dios te ha demostrado su fidelidad y amor desde que estuviste en el vientre de tu madre… Señor, gracias por todas tus bendiciones. Que pueda recordarlas una por una y reflexionar en tu bondad permanente en cada etapa de mi vida. La fidelidad de Dios se extiende a todas las generaciones.

sábado, 22 de octubre de 2016

¿QUE ESTAMOS HACIENDO COMO CUERPO DE CRISTO?

… en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis (v. 40). Mateo 25:31-40 Hace varios años, durante una crisis económica, el pastor de una iglesia no consideró tal situación una dificultad, sino una oportunidad. Entonces, se reunió con el intendente de la ciudad y preguntó: « ¿Qué puede hacer nuestra iglesia para ayudar?». El intendente quedó sorprendido. Por lo general, la gente iba a pedirle ayuda, pero allí estaba aquel pastor ofreciéndole los servicios de toda una congregación. Juntos, elaboraron un plan para ocuparse de varias necesidades imperiosas. El año anterior, más de 20.000 ancianos no habían recibido ninguna visita. Cientos de niños sin hogar necesitaban una familia. Y muchos otros chicos precisaban ayuda en la escuela. No todo requería recursos financieros, pero sí tiempo y dedicación. Eso era lo que la iglesia tenía que dar. Hoy a la tarde participé en una marcha por las calles de una ciudad de algunas iglesias con sus familias y con una reunión final en una plaza céntrica donde se oró por las autoridades, educación y fuentes de trabajo…, todo suma. Jesús les habló a sus discípulos sobre un día futuro en que les diría a sus seguidores fieles: «Venid, benditos de mi Padre, y heredad el reino» (Mateo 25:34). Como esta frase los sorprendería, les explicó: «en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (v. 40). La obra de Dios se hace cuando damos generosamente el tiempo, el amor y los recursos que Él nos ha provisto. ¿Qué persona solitaria trae ahora a tu mente el Espíritu? ¿Puedes visitarla, llamarla o escribirle? Hazlo ya. No solo los ricos deben dar, sino todos.

lunes, 17 de octubre de 2016

DECIMOS QUE DIOS ES GRANDE Y SIEMPRE NOS QUEDAREMOS CORTOS CON EL RECONOCIMIENTO

¿Pero lo reconocemos con nuestra búsqueda de su rostro o presencia en todo momento…? ¿Cuántos reconocimientos hacemos a diario sobre Dios con nuestras palabras y nuestros hechos se alinean con ellas…? Mas [Jesús] se apartaba a lugares desiertos, y oraba (Lucas 5:16). 1 Tes. 5:12-28 Julia comenzó la clase para niños con una oración y, luego, cantaron juntos. Emanuel, de seis años, se retorcía en su asiento cuando ella volvió a orar tras presentar al maestro, Aarón. Después, Aarón empezó y terminó la clase orando. Emanuel se quejó: «¡Cuatro oraciones! ¡Yo no puedo estar sentado quieto tanto tiempo!». Si piensas que el desafío de Emanuel era difícil, mira 1 Tesalonicenses 5:17: «Orad sin cesar»; o sea, estén siempre en espíritu de oración. Incluso los adultos podemos considerar que orar es aburrido. Quizá sea porque no sabemos qué decir o no entendemos que orar es conversar con nuestro Padre. Allá por el siglo xvii, François Fénelon escribió unas palabras sobre la oración que me han ayudado: «Dile a Dios todo lo que está en tu corazón, tal como uno descarga sus alegrías y tristezas con un amigo querido. Cuéntale tus problemas para que te consuele, tus alegrías para que las equilibre, tus anhelos para que los purifique». Y agregaba: «Háblale de tus tentaciones para que te proteja de ellas; muéstrale las heridas de tu corazón para que las sane […]. Si derramas todas tus debilidades, necesidades y problemas ante Él, siempre habrá algo que decir». Crezcamos en nuestra intimidad con Dios para que deseemos estar más con Él. Señor, quiero vivir en un espíritu de oración. La oración es una conversación íntima con Dios.

miércoles, 12 de octubre de 2016

LA MUJER QUE TEME AL SEÑOR, ESA SERÁ ALABADA

David y Abigail 1 Samuel 25:2-43 2 Había en Maón un hombre muy rico, dueño de tres mil ovejas y mil cabras, que tenía sus negocios en la ciudad de Carmel, donde acostumbraba trasquilar sus ovejas. 3 Este hombre se llamaba Nabal, y era descendiente de Caleb; era un hombre rudo y de mala conducta. Por el contrario, Abigail, su esposa, era hermosa e inteligente. 4-5 Cuando David, que estaba en el desierto, supo que Nabal se encontraba en Carmel trasquilando sus ovejas, envió a diez de sus criados con la orden de saludar a Nabal de su parte 6 y darle el siguiente mensaje: «Recibe, hermano mío, mis mejores deseos de bienestar para ti y tu familia y todos los tuyos. 7 He sabido que te encuentras trasquilando tus ovejas. También tú sabrás que tus pastores han estado en Carmel con nosotros, y que mientras ellos estuvieron con nosotros nunca se les molestó ni se les quitó nada. 8 Puedes preguntar esto a tus criados, y ellos te lo confirmarán. Por esta razón te ruego que tengas ahora consideración con estos muchachos, que en buen momento llegan, y que nos des, tanto a ellos como a mí, lo que tengas a mano, pues soy como tu hijo.» 9 Los criados de David fueron y transmitieron este recado a Nabal, y se quedaron esperando la respuesta. 10 Pero Nabal les contestó: — ¿Quién es David? ¿Quién es ese hijo de Isaí? ¡Hoy en día son muchos los esclavos que andan huyendo de sus dueños! 11 ¿Acaso voy a tomar la comida y la bebida y la carne que he preparado para mis trasquiladores, y voy a dárselas a gente que no sé ni de dónde es? 12 Los criados de David tomaron el camino de regreso, y cuando llegaron ante David le contaron todo lo que Nabal había dicho. 13 Entonces David ordenó a sus hombres: — ¡Todos a las armas! Sus hombres se colocaron la espada al cinto, lo mismo que David; y así cuatrocientos hombres se fueron con él, mientras que otros doscientos se quedaron cuidando el material. 14 Pero uno de los criados de Nabal fue a decirle a Abigail, la mujer de Nabal: —Desde el desierto, David envió unos mensajeros a saludar a nuestro amo, pero él reaccionó muy groseramente. 15 Sin embargo, esos hombres se han portado muy bien con nosotros. Durante todo el tiempo que anduvimos con ellos por el campo, nunca nos molestaron ni nos quitaron nada. 16 Al contrario, de día y de noche nos protegían, tanto a nosotros como a nuestros rebaños. 17 Pero como el marido de usted tiene tan mal genio que no se le puede hablar, piense usted y vea lo que debe hacer, porque con toda seguridad algo malo va a venir contra él y contra toda su familia. 18 Rápidamente Abigail tomó doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas asadas, unos cuarenta litros de grano tostado, cien tortas de uvas pasas y doscientas tortas de higos secos; luego lo cargó todo en asnos, 19 y dijo a sus criados: —Adelántense ustedes, que yo los seguiré más tarde. Sin decir nada de esto a su marido, 20 Abigail montó en un asno y, a escondidas, comenzó a bajar del monte. De pronto vio que David y sus hombres venían a su encuentro, y fue a recibirlos. 21 David venía pensando que de balde había protegido todo lo que Nabal tenía en el desierto, sin quitarle nada de su propiedad, pues él le había pagado mal por bien. 22 Así que juró: « ¡Que Dios me castigue duramente si de aquí a mañana no acabo con todos los varones parientes suyos!» 23 En cuanto Abigail vio a David, se bajó del asno y se inclinó hasta el suelo en señal de respeto. 24 Luego se echó a sus pies y le dijo: — ¡Que la culpa, mi señor, recaiga sobre mí! Yo le ruego a usted que me permita hablarle, y que escuche mis razones. 25 No haga usted caso de Nabal, ese hombre grosero, porque él, haciendo honor a su nombre, es realmente un estúpido. Siempre actúa con estupidez. Esta servidora de usted no vio a los criados que usted mandó. 26 Sin embargo, con toda seguridad, el Señor no ha permitido que venga usted a derramar sangre y a hacerse justicia por su propia mano. ¡Quiera el Señor que todos los enemigos de usted, y todos los que procuran hacerle daño, corran la misma suerte que Nabal! 27 Y ahora le ruego a usted que estos regalos que yo le he traído sean repartidos entre los criados que le acompañan, 28 y que perdone usted a esta servidora suya. Ciertamente el Señor va a mantener a usted y a su dinastía en el poder, ya que usted lucha por la causa del Señor, y en toda su vida no sufrirá ningún mal. 29 Si alguien lo persigue a usted e intenta matarlo, la vida de usted estará segura bajo la protección del Señor su Dios. En cuanto a los enemigos de usted, el Señor los arrojará como quien tira piedras con una honda. 30 Así pues, cuando el Señor haga realidad todo lo bueno que ha anunciado respecto a usted, y lo nombre jefe de Israel, 31 no tendrá usted el pesar ni el remordimiento de haber derramado sangre inocente ni de haberse hecho justicia por su propia mano. Y cuando el Señor le dé a usted prosperidad, acuérdese de esta servidora suya. 32 David le respondió: —Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que te envió hoy a mi encuentro, 33 y bendita seas tú por tu buen juicio, porque hoy has evitado que yo llegue a derramar sangre y a hacerme justicia por mi propia mano.34 Pero te juro por el Señor, el Dios de Israel, que ha evitado que yo te haga daño, que si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, mañana no le quedaría a Nabal ni un solo varón vivo. 35 Luego David recibió de manos de ella lo que le había llevado, y le dijo: —Puedes irte tranquila a tu casa. Como ves, he atendido a tus razones y te he concedido lo que me pediste. 36 Cuando Abigail volvió a donde estaba Nabal, vio que éste se hallaba celebrando en su casa un banquete digno de un rey. Estaba muy contento y completamente borracho. Por eso, ella no le dijo nada hasta el otro día. 37 A la mañana siguiente, cuando ya se le había pasado la borrachera a Nabal, Abigail le explicó claramente lo ocurrido, y Nabal sufrió un ataque repentino que lo dejó paralizado. 38 Diez días después, el Señor lo hirió de nuevo, y Nabal murió. 39 Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: — ¡Bendito sea el Señor, que me ha vengado de la ofensa que me hizo Nabal! ¡Me ha librado de hacer lo malo, y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre Nabal mismo! Después David envió a Abigail una proposición de matrimonio. 40 Y cuando los criados de David llegaron a Carmel para hablar con ella, le dijeron: —David nos ha enviado por usted, porque quiere hacerla su esposa. 41 Abigail se inclinó hasta el suelo, en actitud de reverencia, y contestó: —Yo soy una simple servidora de David, dispuesta a lavar los pies de sus esclavos, si él así me lo ordena. 42 Después de haber dicho esto, se preparó rápidamente y, acompañada por cinco criadas, montó en un asno y se puso en camino tras los enviados de David, y se casó con él. 43 David se casó también con Ahinóam de Jezreel, y las dos fueron sus mujeres. 44 Saúl había entregado su hija Mical, la mujer de David, a Paltí, el hijo de Lais, que era de Galim.

viernes, 7 de octubre de 2016

EL TEMA CENTRAL DEL CRISTIANO ES CRISTO Y A ESTE CRUCIFICADO

… prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús (v. 12). Filipenses 3:7-12 En 1856, Charles Spurgeon, el gran predicador londinense, fundó un seminario de capacitación para el servicio cristiano. En 1923, se le cambió el nombre Universidad del Pastor por Universidad Spurgeon. En la actualidad, el escudo de la institución contiene una mano que toma una cruz y las palabras latinas Et Teneo, Et Teneor: «Me tomo y soy tomado». En su autobiografía, Spurgeon escribió: «Este es el lema de nuestra escuela. Nos […] tomamos de la cruz de Cristo con una mano enérgica […] porque esa cruz nos toma firmemente con su poder de atracción. Nuestro deseo es que todo ser humano se aferre a la Verdad y sea asido por ella; en especial, la verdad del Cristo crucificado». En su carta a los filipenses, Pablo declaró que esta verdad era el fundamento de su vida: «No que lo haya alcanzado ya […]; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12). Como seguidores de Cristo, transmitimos el mensaje de la cruz a otros mientras Jesús nos sostiene firmemente en su gracia y poder. «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí» (Gálatas 2:20). 1 Corintios 2 Proclamando a Cristo crucificado 2 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 2 Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; 4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. La revelación por el Espíritu de Dios 6 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. 7 Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, 8 la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. 9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. m 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. Jesús anuncia su muerte (Mt. 16.21-28; Lc. 9.22-27) 31 Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. 32 Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. 33 Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: !!Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. 34 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 35 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? 37 ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 38 Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. Nuestro Señor nos toma con su mano de amor todos los días… y nosotros extendemos su mensaje de amor a los demás. Señor, me aferro hoy a tu cruz. Toma mi mano. Nosotros nos aferramos a la cruz de Cristo y ella nos sostiene.

domingo, 2 de octubre de 2016

DEBEMOS RECORDAR…

Y les dijo: ¿Cómo aún no entendéis? (v. 21). Lectura: Marcos 8:11-21 Me he hecho un tablero para fijar recordatorios importantes ubicándolo en un lugar visible…, aunque hay un recordatorio que lo he colocado en el principal lugar de mi corazón y es el del principal y único sacrificio hecho por alguien en todos los tiempos por toda la humanidad… Porque somos muy propensos a dudar y olvidar. Por más que Jesús suplía con frecuencia las necesidades de quienes acudían a Él, sus discípulos temían que pudiera faltarles algo. A pesar de presenciar milagros, no entendieron el concepto más profundo que el Señor quería que recordaran. Una vez, mientras cruzaban el mar de Galilea, se dieron cuenta de que no habían llevado pan. Al escucharlos hablar del tema, Jesús les preguntó: ¿No entendéis ni comprendéis? […] ¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?» (Marcos 8:17-18). Entonces, les recordó que, cuando alimentó a 5.000 personas, habían sobrado doce cestas, que ellos mismos recogieron. Y tras alimentar a 4.000, sobraron siete cestas. Luego, agregó: « ¿Cómo aún no entendéis?». La provisión milagrosa del Señor para las necesidades físicas de la gente apuntaba a una verdad más importante: Él era el pan de vida, y su cuerpo sería roto por ellos y por nosotros. Cada vez que comemos el pan y bebemos de la copa en la Cena del Señor, se nos recuerda el gran amor de Dios y su provisión permanente. Hoy es un día como todos para recordar y anunciar que una vez y para siempre El Rey de Reyes y Señor de Señor entregó su vida en beneficio de toda la humanidad para que todo aquel que crea en EL no solo no se pierda por sus pecados sino que tenga vida eterna viviendo la vida en abundancia que nos vino a traer como regalo y esa si…, que es la voluntad de Dios… En la celebración de la Cena del Señor, Jesús nos dejó un gran recordatorio de su sacrificio. La Cena del Señor es un recordatorio de su amor y provisión. Te alabamos, Señor te damos toda gloria, honra y alabanza porque tú eres EL único digno de recibir ya que tuyo es el Poder y el Reino por los siglos de los siglos, amén.

martes, 27 de septiembre de 2016

DIOS CUIDA A SUS HIJOS

Lucas 12:22-34 22 Después dijo Jesús a sus discípulos: «Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. 23 La vida vale más que la comida, y el cuerpo más que la ropa.24 Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen granero ni troje; sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! 25 Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? 26 Pues si no pueden hacer ni aun lo más pequeño, ¿por qué se preocupan por las demás cosas? 27 »Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. 28 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡cuánto más habrá de vestirlos a ustedes, gente falta de fe! 29 Por tanto, no anden afligidos, buscando qué comer y qué beber. 30 Porque todas estas cosas son las que preocupan a la gente del mundo, pero ustedes tienen un Padre que ya sabe que las necesitan. 31 Ustedes pongan su atención en el reino de Dios, y recibirán también estas cosas. Riqueza en el cielo 32 »No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. 33 Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir.34 Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón. Dios puso en el Edén al hombre y le proveyó de todo lo necesario, lo que tenía que hacer la imagen de Dios era lo mínimo que fue ponerle nombre a los animales y comer de todos los frutos que había en el huerto menos uno…, cuando el hombre al desobedecer pierde esa posición de privilegio debe ir a ganarse su pan con el sudor de su frente como castigo… hasta que Dios restaura con Jesucristo al hombre a la misma posición que tenía al principio…, pasando a proveerle de todo lo necesario. Pero nuevamente el hombre es tentado y subyugado a desobedecer a Dios buscando por sus medios acumular riquezas sin saber si las va a poder disfrutar él o sus descendientes desoyendo el consejo de Dios de compartir con los necesitados las riquezas que El Señor compartió con toda la humanidad en Cristo… y volvemos a ver personas que no viven la verdadera vida en abundancia que Cristo vino a traer que no es en cantidad de cosas que uno pudiera disponer sino en calidad de vida y tampoco cantidad de años sino en el tiempo que Dios dispusiera pero en el ritmo del Padre que es sintiéndose completos en todas sus áreas personales como el apóstol Pablo revelándole lo que significaba la verdadera riqueza que es la ausencia de alguna necesidad compartiendo y ayudando al necesitado. Alguien dijo que cuando El Señor se fue a preparar lugar para nosotros y que esta registrado…, a partir de ese momento está comenzando a edificar nuestra morada en base a las riquezas que enviamos desde aquí y bueno algunos se van a encontrar con grandes mansiones porque enviaron muchas riquezas haciendo mucho en obras vivas y no muertas acá en la tierra, mientras que otros se encontrarán con edificaciones muy precarias porque a través de sus obras vivas realizadas acá en la tierra no alcanzó para realizar otra morada mejor…

jueves, 22 de septiembre de 2016

LA PUERTA DEL CIELO

Entrad por sus puertas con acción de gracias […]; alabadle, bendecid su nombre (v. 4). Lectura: Salmo 100 Al entrar en ciertas ciudades importantes, uno puede encontrar puertas famosas, como la Puerta de Brandenburgo (Berlín), la Puerta de Jaffa (Jerusalén) y las puertas de Downing Street (Londres). Construidas con fines defensivos o ceremoniales, todas representan la diferencia entre estar fuera o dentro de ciertas zonas de la ciudad. Algunas están abiertas; otras están cerradas para todos, excepto para unos pocos. Las puertas a la presencia de Dios están siempre abiertas. El Salmo 100 era una invitación para que los israelitas entraran en la presencia de Dios por las puertas del templo. Se les decía: «Cantad alegres […]; venid ante su presencia con regocijo» (vv. 1-2). Cantar alegres era una expresión apropiada al saludar a un monarca en el mundo antiguo. ¡Toda la tierra debía cantar con alegría a Dios! Él les había dado su identidad (v. 3). Entraban por las puertas con alabanza y acción de gracias por la bondad, la misericordia y el amor del Señor, que permanece para siempre (vv. 4-5). Incluso cuando se olvidaban de su identidad y se alejaban de Dios, Él seguía siendo fiel y los invitaba a entrar en su presencia. Las puertas en la presencia de Dios siguen abiertas, invitándonos a ir y adorar. ¿Qué debe motivarnos a adorar a Dios? ¿Qué palabras de alabanza puedes ofrecerle hoy? Aunque hay un lugar súper maravilloso al que estamos especialmente invitados a ingresar…, y una puerta no menos maravillosa… Juan 10:1-21 10 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 2 Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Jesús, el buen pastor 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. 20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos? Cuál sería la especial adoración a Dios sino la de tomar a Jesús como la Puerta para nuestro ingreso al Reino de los Cielos. La puerta a la presencia de Dios está siempre abierta y con sus brazos abiertos. Jesucristo.

sábado, 17 de septiembre de 2016

¿QUE HAREMOS?

Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: "-¿Recibió alguna beca en la escuela?" el joven respondió "no". -"¿Fue tu padre quien pagó tus estudios? " -" Si."-respondió. -"¿Dónde trabaja tu padre? " -"Mi padre hace trabajos de herrería." El director pidió al joven que le mostrara sus manos. El joven mostró un par de manos suaves y perfectas. -"¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo? " -"Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo. El director dijo: -"Tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana." El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos. Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó. Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran el precio que tuvo que pagar por su educación, sus actividades de la escuela y su futuro. Después de limpiar las manos de su padre, el joven se puso en silencio a ordenar y limpiar el taller. Esa noche, padre e hijo hablaron durante un largo tiempo. A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director. El director se dio cuenta de las lágrimas en los ojos del joven cuando le preguntó: -"¿Puedes decirme qué has hecho y aprendido ayer en tu casa?" El joven respondió: -"lavé las manos de mi padre y también terminé de asear y acomodar su taller" -"Ahora sé lo que es apreciar, reconocer. Sin mis padres, yo no sería quien soy hoy. Al ayudar a mi padre ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir hacer algo por mi cuenta. He llegado a apreciar la importancia y el valor de ayudar a la familia. El director dijo: "Esto es lo que yo busco en mi gente. Quiero contratar a una persona que pueda apreciar la ayuda de los demás, una persona que conoce los sufrimientos de los demás para hacer las cosas, y una persona que no ponga el dinero como su única meta en la vida". "Estás contratado". Está historia me hace meditar en otra…, mirando mis manos, pies y todo mi cuerpo como lo tenga en este momento…, perfecto o imperfecto pero con vida Gracias a Dios, pero para esto Alguien tuvo entregar su vida perfecta, santa y digna de vivir. Fue un perfecto sacrificio clavando en la cruz del calvario por todos los hombres y mujeres de todos los tiempos redimiendo los pecados de todos… ¿qué haremos? Esta pregunta hizo los que escucharon el mensaje de salvación para toda la humanidad: Hechos 2:36-42 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: ARREPENTÍOS, y BAUTÍCESE cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. ¿QUÉ HAREMOS?

lunes, 12 de septiembre de 2016

SED SOBRIOS, Y VELAD…

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora (v. 13). Lectura: Mateo 25:1-13 «Tengo hambre», dijo mi hija de 8 años. «Lo siento —le dije—, pero no tengo nada para que comas. Juguemos a algo». Habíamos estado esperando por más de una hora la llegada de la novia a la iglesia. Se suponía que la boda sería al mediodía. Mientras me preguntaba cuánto tiempo más habría que aguardar, esperaba mantener a mi hija ocupada hasta que comenzara la ceremonia. Sentí como si estuviéramos viviendo una parábola. Nuestra casa está a pocos pasos de la iglesia, pero sabía, que si iba a buscar unas galletas, la novia podría llegar en cualquier momento y yo no podría verla cuando entrara. Mientras empleaba varias técnicas de distracción con mi hija, pensé en la parábola sobre las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). Cinco llegaron preparadas con suficiente aceite para mantener encendidas sus lámparas mientras esperaban al novio, pero cinco no. Así como era muy tarde para que yo fuera hasta nuestra casa, también era tarde para que las jóvenes fueran a comprar más aceite para sus lámparas. Jesús contó esta parábola para enfatizar que debemos estar preparados porque, cuando Él vuelva, rendiremos cuentas de cómo está nuestro corazón. ¿Estamos esperando preparados? ¿No nos estaremos confiando demasiado…? ¿Cómo esperas el regreso de Jesús? ¿Has dejado algo sin hacer que podrías haber realizado hoy? Efesios 5:18-19 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 1 Tesalonicenses 5:16-18 16 Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 2 Timoteo 4 Predica la palabra 4 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 1 Pedro 5:8-9Reina-Valera 1960 (RVR1960) 8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Tenemos que estar preparados para cuando Cristo venga otra vez.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA GLORIA DE DIOS

La gloria de Dios es la belleza de Su espíritu. No es una belleza estética o material, sino una belleza que emana de Su carácter, de todo lo que Él es. Santiago 1:10 hace un llamado al hombre rico para que se “gloríe en su humillación,” indicando una gloria que no tiene que ver con la riqueza, el poder o la belleza material. Esta gloria puede coronar a un hombre o llenar la tierra. Es vista dentro de un hombre y en la tierra, pero no es de ellos; es de Dios. La gloria del hombre es la belleza del espíritu del hombre, la cual es falible y eventualmente pasajera, y por lo tanto es humillación – como lo dice el verso. Pero la gloria de Dios, la cual es manifiesta en el conjunto de todos Sus atributos, jamás se desvanece. Es eterna. Isaías 43:7 dice que Dios nos creó para Su gloria. En contexto con otros versos, puede decirse que el hombre “glorifica” a Dios porque a través del hombre, la gloria de Dios puede ser vista en cosas tales como el amor, la música, el heroísmo, etc. – cosas pertenecientes a Dios que nosotros llevamos en “vasos de barro” (2 Corintios 4:7). Somos los vasos que “contienen” Su gloria. Todas las cosas que somos capaces de hacer y de ser, encuentran su fuente en Él. Dios interactúa con la naturaleza de la misma manera. La naturaleza exhibe Su gloria. Su gloria es revelada en la mente del hombre a través del mundo material en muchas formas, y con frecuencia de diferentes maneras para diferentes personas. Una persona puede quedar cautivada por la vista de las montañas, y otra persona puede amar la belleza del mar. Pero quién está detrás de ambos (la gloria de Dios) le habla a ambas personas y las conecta con Dios. De esta manera, Dios es capaz de revelarse a Sí mismo a todos los hombres, sin importar su raza, herencia o lugar. Como dice el Salmo 19:1-4. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras.” El Salmo 73:24 llama “gloria” al mismo cielo. Solía ser común escuchar a los cristianos hablar de la muerte como ser “recibido en la gloria,” la cual es una frase tomada de este Salmo. Cuando el cristiano muere, él será llevado a la presencia de Dios, y en Su presencia estará naturalmente rodeado por la gloria de Dios. Seremos llevados al lugar donde literalmente reside la belleza de Dios – la belleza de Su Espíritu estará allí, porque Él estará allí. Nuevamente, la belleza de Su Espíritu (o la esencia de Quien Es Él) es Su “gloria.” En ese lugar, Su gloria no necesitará venir a través del hombre o la naturaleza, en vez de ello será vista claramente, así como lo dice 1 Corintios 13:12, “Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.” En el sentido terrenal/humano, la gloria es una belleza o vitalidad que descansa sobre lo material de la tierra (Salmo 37:20, Salmo 49:17), y en ese sentido, es pasajera. Pero la razón de su desvanecimiento es porque las cosas materiales no perduran. Éstas se marchitan y mueren, porque la gloria que se encuentra en ellas pertenece a Dios, y vuelve a Él cuando el deterioro o la muerte se adueñan de lo material. Piensa en el hombre rico que mencionamos antes. Los versos dicen, “El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación, pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba.” ¿Qué significa esto? El verso está advirtiendo al hombre rico, que se dé cuenta que su riqueza, poder y belleza proceden de Dios, y que se humille al recapacitar en que es Dios quien hizo lo que él es, y le dio todo cuanto tiene. Y el estar consciente de que él perecerá como la hierba, lo traerá a la conclusión de que la gloria procede de Dios. Que Dios es la fuente, el manantial de donde emanan todas las pequeñas glorias. Puesto que la gloria procede de Dios, Él no permitirá establecer la afirmación de que la gloria proviene del hombre, o de los ídolos del hombre, o de la naturaleza. En Isaías 42:8, vemos un ejemplo del celo de Dios por Su gloria. Este celo por Su propia gloria es de lo que Pablo está hablando en Romanos 1:21 cuando habla sobre las maneras en las que la gente adora a la criatura en vez de al Creador. En otras palabras, ellos miran al objeto a través del cual procede la gloria de Dios, y en vez de dar a Dios el crédito por ello, ellos adoran a ese animal, o árbol u hombre como si la belleza que poseyeran se hubiera originado dentro de ellos. Este es el corazón mismo de la idolatría y es un hecho muy común. Todo aquel que haya vivido, ha cometido este error en uno u otro momento. Todos nosotros hemos “cambiado” la gloria de Dios a favor de la “gloria del hombre.” Este es el error que mucha gente continúa haciendo: confiando en cosas terrenales, en relaciones terrenales, en sus propios poderes, talentos o belleza, o en la bondad que ven en otros. Pero cuando estas cosas se desvanecen y caen como lo harán inevitablemente (siendo sólo contenedores temporales de la gloria mayor), esta gente cae en la desesperación. Lo que todos necesitamos considerar es que la gloria de Dios es constante, y que los que viajamos a través de la vida, la veremos manifestada aquí y allá, en esta persona, o ese bosque, o en una historia de amor o heroísmo, ficticia o no, o en nuestras propias vidas. Pero al final, todo eso regresa a Dios. Y el único camino a Dios es a través de Su Hijo, Jesucristo. Es en Él donde encontraremos la fuente misma de toda la belleza en el cielo, si estamos en Cristo. Nada será una pérdida para nosotros. Todas esas cosas que se desvanecieron en la vida, las encontraremos nuevamente en Él.

miércoles, 31 de agosto de 2016

NUNCA OS CONOCÍ

Mateo 7:21-23 (Lc. 13.25-27) 21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Tenemos que escuchar atentamente lo que dice Jesús. Tengamos en cuenta que Jesús se dirige al pueblo judío. Algunos ya estaban llamándole Señor, sin embargo más tarde se niegan a aceptar la obra de la cruz. Sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre. Jesús no está hablando de las obras. Él está hablando de “voluntad”. En otro lugar, Jesús dijo: “Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. “ – Juan 6:40 Si conectamos estos dos versos vemos que es posible hablar de Jesús como Señor, pero nunca realmente recibirlo como nuestro Salvador. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” – Efesios 2:8-9. La Escritura no nos dice que somos salvos por las obras. Las obras que se nos da para hacer después de ser salvos, son las obras asignadas a nosotros por el Espíritu Santo, y estas no son obras para la salvación, son obras que glorifican a nuestro Padre. Tenemos que tener en cuenta la diferencia entre la ‘voluntad’ y ‘obras’. En Mateo 7:22-23, Jesús dijo: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? “Y entonces les declararé: Nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad”. ¿Quiénes son estas personas que se dedicaron a ‘profetizar’, ‘echar fuera demonios’, y hacer ‘milagros’ que se hicieron supuestamente en nombre del Señor? Estos son los falsos profetas y maestros. Note lo que Jesús dijo: “Nunca os conocí.” Esto sólo puede significar que estas personas no habían nacido del Espíritu de Dios. Si Él “nunca” supo de estas personas, entonces no le pertenecían. En el Antiguo Testamento leemos las palabras que se dieron a conocer a Jeremías acerca de los falsos profetas de los últimos días. “Al final de los tiempos lo comprenderán con claridad. Yo no envié a esos profetas, pero ellos corrieron; ni siquiera les hablé, pero ellos profetizaron.” – Jeremías 23:20-21. El mundo está lleno de falsos profetas que hoy en día hablan por medio de espíritus mentirosos. Estos falsos profetas dicen hablar en nombre del Señor. Pero su mensaje no es un mensaje de arrepentimiento y aceptación. Es un mensaje de prosperidad y bendiciones.“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, amadores del dinero, jactanciosos, soberbios, blasfemos. . .” – 2 Timoteo 3:2. Y Jesús nos dice en Mateo 6:24 que: “Nadie puede servir a dos señores. Porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios ya las riquezas”. Jesús describe a aquellos que serán capaces de invocar su nombre en el Día del Juicio. Serán aquellos que escuchan sus palabras y las ponen en práctica, las mismas que se refiere el versículo 21 como aquellos que obedientemente hacen la voluntad del Padre en el cielo. Los verdaderos creyentes son los buenos árboles que producen frutos buenos (Gálatas 5:22-23), las verdaderas ovejas que miran a Cristo, dependen de Él, se comprometen a Él, confían en Él, y creen en Él para la justicia, la salvación, y la vida eterna. Estos son los que entrarán en el reino de los cielos.

viernes, 26 de agosto de 2016

¡ISAÍAS! ¿A QUIEN ENVIARÉ?

Isaías 6:1-8 Dios Habla Hoy 6 El año en que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono muy alto; el borde de su manto llenaba el templo. 2 Unos seres como de fuego estaban por encima de él. Cada uno tenía seis alas. Con dos alas se cubrían la cara, con otras dos se cubrían la parte inferior del cuerpo y con las otras dos volaban. 3 Y se decían el uno al otro: «Santo, santo, santo es el Señor todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.» 4 Al resonar esta voz, las puertas del templo temblaron, y el templo mismo se llenó de humo. 5 Y pensé: «¡Ay de mí, voy a morir! He visto con mis ojos al Rey, al Señor todopoderoso; yo, que soy un hombre de labios impuros y vivo en medio de un pueblo de labios impuros.» 6 En ese momento uno de aquellos seres como de fuego voló hacia mí. Con unas tenazas sostenía una brasa que había tomado de encima del altar, 7 y tocándome con ella la boca, me dijo: «Mira, esta brasa ha tocado tus labios. Tu maldad te ha sido quitada, tus culpas te han sido perdonadas.» 8 Entonces oí la voz del Señor, que decía: « ¿A quién voy a enviar? ¿Quién será nuestro mensajero?» Yo respondí: «Aquí estoy yo, envíame a mí.» Isaías, como una de las tantas veces que se presenta ante El Señor, es como siempre sorprendido no solamente por ver a Dios sino por la reacción que provoca en EL al limpiarle su área sucia. Pero ¿para que hace esto El Señor? El Señor a continuación dice: Necesito un mensajero… ¿a quien voy a enviar? tranquilamente Dios le podría haber dicho…, bueno Isaías tengo que mandar a alguien y solamente estas vos y en condiciones… sin embargo la caballerosidad del Señor es tan impecable que pregunta ¿a quien enviaré? Y el mismo Espíritu que impulso a David para enfrentar al gigante en muy enorme inferioridad de condiciones aparentes, el que hubo en Sansón al enfrentar a un ejercito con la mandíbula de un burro y a tantos otros, también actuó en Isaías para decir: Aquí estoy yo, envíame a mi. Esta escena se habrá repetido tantas veces y de manera diferente como lo haya dispuesto el Señor con tantos siervos y siervas que ha enviado a sus mies que hoy también lo está haciendo con nosotros…y ¿que le respondemos? Esto me hace recordar que una vez Dios tenía que enviar un mensajero al mundo y preguntó en el Cielo ¿a quien voy a mandar a una misión muy especial…? Y había uno solo para enviar ¡Gloria a Dios y al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! Tenía que ser así para que se hiciera con toda justicia…, el único, su hijo amado, el admirable, consejero, Príncipe de Paz, Padre eterno y Dios nuestro, Jesucristo El Señor y Salvador del mundo. Y ahora disponemos de una sangre preciosa que nos limpia de todo pecado poniéndonos en la debida relación con nuestro Padre Celestial y perfectamente aptos para cumplir la misión que el nos encomiende… y somos tú y yo quienes estamos solos en su presencia, que podamos decirle aquí estoy Señor envíame a mi.

domingo, 21 de agosto de 2016

EL SEMBRADOR SALE A SEMBRAR PERO… ¿PARA DONDE SIEMBRA? PARA LA CARNE O PARA EL ESPÍRITU

Gálatas 6:7-9 Primeramente debo compartir lo que Dios me ha estado enseñando en estas últimas semanas a través de su palabra. Una de las cosas que más me interesa en esta vida, es poder agradarle a Dios, sé que así como yo, piensan ustedes, que joven o grande no quisiera agradar a Dios. En pocas palabras, mi anhelo es ver sonreír a Dios, ver que él se agrade de mi vida y no solamente que él se agrade, sino que yo también pueda vivir esta vida sin ningún peso de conciencia, es decir no quisiera acercarme a Dios siempre para pedirle perdón, sino más bien para conversar tranquilamente. (aunque siempre vamos a estar en inferioridad de condiciones…) La única manera que esto pase, es viviendo en santidad, y ¿qué es lo que no nos deja vivir en santidad? La respuesta es el pecado. Desarrollo. I. La Semilla del Pecado Dios en Su palabra, habla de diferentes tipos de semillas, que para que den fruto, necesitan obligatoriamente un terreno, para el crecimiento de las mismas. La Biblia habla de: • La semilla de la Palabra de Dios. • La semilla de la fe. • La semilla de nuestro dinero, entre otras. Debemos entender que todas estas semillas, obran de acuerdo a la ley de “La Siembra y la Cosecha”. Veamos dos cosas que nos enseña la ley de la siembra y la cosecha. • Lo que se siembra, eso es lo que se cosecha. (Por ejemplo, si siembras una semilla de mango, obligatoriamente cosecharas mango. Nunca, mientras siembres mango , cosecharas patilla, es imposible) • Toda siembra tiene que tener un tiempo para la cosecha. El pecado como semilla. ¿Es el pecado una semilla? Claro que si, según Gálatas 6:7-8, entonces la semilla del pecado debe obligatoriamente obrar de acuerdo a la ley divina de la siembra y la cosecha. Es decir, siembras pecado y cosecharás hábitos, costumbres y prácticas pecaminosas, todo a su debido tiempo. II. ¿Cómo es que esto ocurre? Claramente el Apóstol Pablo, nos enseña que el pecado es una semilla que es sembrada en nuestra carne con el fin de dar un fruto pecaminoso. Veamos el siguiente ejemplo de cómo se puede cosechar un fruto pecaminoso: Resulta que un día Mario decide en su corazón irrespetar a su novia Sheila, en el mismo instante que él propuso su corazón a hacer tal pecado, la semilla pecaminosa fue sembrada en su carne. Resulta que Mario impulsado por la semilla pecaminosa que ha sido sembrada en su carne, trata de irrespetar a su novia pero rápidamente siente un remordimiento de conciencia de parte del Espíritu Santo y dicho remordimiento lo lleva a pedir perdón por ese pecado. Pero días más tarde vuelve a venir el mismo impulso de pecado y una vez más cae en lo mismo pero con un poco mas de intensidad, casi al borde de caer, el Espíritu Santo actúa y libra a Mario y a Sheila de tal error, vuelve a pedir perdón por el mismo pecado y comienza de nuevo. Una semana más tarde, Mario y Sheila, se encontraban solos en su casa, y de inmediato el mismo impulso pecaminoso regreso al corazón de Mario y de Sheila, esta vez el ambiente se puso más difícil, aquel impulso sexual que semanas antes había sido sembrado en el corazón de ellos, llegaría a su clímax más intenso, el Espíritu Santo, trato de actuar, como las otras veces, pero era demasiado tarde, ya la semilla que fue un día sembrada, produciría el fruto. Analicemos este caso: • Primero, todo comenzó con un pensamiento. • Luego, dicho pensamiento fue sembrado en el corazón carnal • Se pide perdón, pero no decide arrancar de su vida el pecado. Tenemos que entender, que el pedir perdón es importante, pero la pregunta es ¿Por qué siempre pedimos perdón por el mismo pecado? La respuesta es, que dicho pecado esta sedimentado en la carne, y hasta que no lo arranquemos de raíz y empecemos a trabajar para que nunca se repita, no alcanzaremos la victoria y la libertad que tanto deseamos. III. ¿Qué tenemos que hacer? La Carta a los Hebreos 12:1, dice: “Despojémonos del peso y del PECADO que nos ASEDIA (acorrala, encierra, bloquea, cierra) y corramos la carrera que tenemos por delante” Es importante saber el significado literal de la palabra Asedia en Hebreos 12:1 Asedia: acorralar, encerrar, bloquear ¿Qué nos quiere decir esto? • Todos tenemos un pecado que no nos deja correr con libertad hacia la santidad • Ese pecado que nos asedia, yo lo llamo: “EL PECADO FRECUENTE” Todos cometemos errores y fallamos, pero siempre va haber un pecado que se repite una y otra vez, ese pecado que siempre le lo llevamos al señor todos los días, y le prometemos incluso a Dios que lo vamos a dejar, pero al final, volvemos a caer en lo mismo. • Ese pecado frecuente, la Biblia lo llama: “ATADURA” La atadura es algo que nos mantiene atados a siempre cometer el mismo error, ese pecado frecuente o atadura que lógicamente son actitudes sin fe y por dejar de hacer todo lo bueno que debemos hacer como naturaleza del vivir cristiano y por no andar como anduvo Jesús… IV. Santidad vs. Pecado. Debemos vivir hoy más que nunca en una santidad extrema, no “SANTURRONERÍA”, sino santidad genuina. Vivir en santidad no es dejar de hacer cosas prohibidas, vivir en santidad es el resultado de estar cerca del señor, al estar cerca del Señor, todas las cosas del mundo son una porquería, no hay nada mejor que vivir en santidad. El Apóstol Pablo sabía lo que era vivir en cuerpo de muerte o sea programado para el pecado y lo débil que somos ante esa lucha para lo cual ante su ruego por tres veces de ser protegido le dijeron que le bastara La Gracia del Señor porque ahí se fortalecería en El, nunca iba a ser fuerte por sus propios medios o fuerza de voluntad sino andando con Cristo en todo momento y sirviéndole. En vez de sembrar semilla de pecado en nuestra vida, sembremos semilla de vida, como la oración, la comunión, la palabra, la alabanza, la adoración y veremos que cosecharemos frutos de bendición, pidiendo oportunidades para presentar el mensaje del Reino de los Cielos junto a la realización de obras vivas en las que Dios sea glorificado, ya no nos acercaremos a Dios, cabizbajos y apenados por el pecado, sino que nos acercáremos para verdaderamente conversar con él, sé que siempre vamos a fallar, pero no por el mismo pecado, si somos libres, actuemos como libres, y que el pecado no nos mantenga esclavizados. El Apóstol dijo: no digo que sea perfecto pero una cosa hago…, prosigo al blanco… y lo que ando lo ando en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.

martes, 16 de agosto de 2016

¡¡¡TIMOTEO,CUÍDATE DE TI MISMO Y DE LA DOCTRINA…!!!

“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren” (1. ª Timoteo 4:16). Las palabras del texto citado son muy solemnes y deben ser tomadas en cuenta por todos aquellos que tenemos que presentar a las almas la Palabra de Dios y la doctrina. El inspirado apóstol dirige estas palabras a su amado hijo Timoteo, las cuales contienen la más preciosa instrucción para cada uno de los que son llamados por Dios para ministrar en la asamblea o para predicar el Evangelio. Con toda seguridad, tomar parte en tal ministerio es un santo y elevado privilegio; pero, al mismo tiempo, el que lo ejerce tiene una enorme responsabilidad. El pasaje citado en el epígrafe expone ante el obrero del Señor dos deberes sumamente importantes; deberes absolutamente esenciales a los cuales debe prestar atención con diligente oración y vigilancia, si quiere ser un obrero útil en la Iglesia de Dios, un “buen ministro de Jesucristo” (1. ª Timoteo 4:6). Primeramente, debe cuidar de sí mismo, y luego cuidar de la enseñanza o doctrina. 1. “Ten cuidado de ti mismo” Consideremos en primer lugar este solemne mandato: “Ten cuidado de ti mismo.” Sería difícil expresar todo el alcance moral de estas palabras. Es importante que todo creyente las observe, pero principalmente un obrero del Señor, pues a éste se dirigen en particular. Él, más que nadie, necesita cuidarse a sí mismo. Debe cuidar el estado de su corazón, de su conciencia, de su hombre interior todo. Tiene que conservarse “puro” (1. ª Timoteo 5:22). Sus pensamientos, sus afectos, su espíritu, su carácter, su lenguaje, todo debe mantenerse bajo el santo control del Espíritu y de la Palabra de Dios. Es necesario que esté ceñido con la verdad y vestido con la coraza de justicia. Su condición moral y su marcha práctica deben concordar con la verdad que ministra; de lo contrario, el enemigo, con seguridad, ganará ventaja sobre él. El maestro debería ser la expresión viviente de lo que enseña; al menos, tal debería ser el objeto perseguido por él con sinceridad, con vehemencia y con perseverancia. Es de desear que esta santa medida esté constantemente ante “los ojos de su entendimiento” (Efesios 1:18). Desgraciadamente, el mejor comete faltas y permanece siempre por debajo de esa medida; pero si su corazón es sincero, si su conciencia es delicada, si el temor de Dios y el amor de Cristo ocupan en él su debido lugar, el obrero del Señor no se sentirá satisfecho con nada que esté por debajo de la medida divina, ya sea en su estado interior o en su andar exterior. En todo tiempo y en todo lugar, su ardiente deseo será manifestar en su conducta el efecto práctico de su enseñanza, y ser “ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1. ª Timoteo 4:12). Y en cuanto a su ministerio, todo obrero del Señor debería poder decir: “No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como siervos por amor de Jesús” (2. ª Corintios 4:5). Sin embargo, jamás debemos perder de vista el tan importante hecho moral de que el maestro debe vivir la verdad que enseña. Moralmente, es en extremo peligroso que un hombre enseñe en público lo que su vida privada desmiente —peligroso para sí mismo, deshonroso para el testimonio y perjudicial para aquellos a quienes enseña—. ¡Qué deplorable y humillante es para un hombre, cuando contradice con su conducta personal y su vida doméstica la verdad que presenta públicamente en la asamblea! Esto es algo que ha de temerse sobremanera y que terminará indefectiblemente en los más funestos resultados. (Los hijos miran y aprende lo que ven y no lo que le dicen sus padres) Y El Señor les dijo a los religiosos de su época Mateo 23:23 23 !Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. Que el firme propósito y el vigoroso anhelo de todos los que ministran la Palabra y presentan la doctrina sea pues el de alimentarse con la preciosa verdad de Dios, el de apropiarse de ella, el de vivir y moverse en su atmósfera, de modo que su hombre interior sea fortalecido y formado por ella; que ella habite ricamente en ellos, y que de ese modo pueda correr hacia los demás con su vivo poder, sabor, unción y plenitud. Es algo muy pobre, e incluso muy peligroso, sentarse ante la Palabra de Dios como un mero estudiante, con el objeto de preparar conferencias o sermones para predicar a los demás. Nada podría ser más fatigoso o desecante para el alma. El uso meramente intelectual de la verdad de Dios, acumular en la memoria ciertas doctrinas, puntos de vista y principios, y luego exponerlos con alguna facilidad de palabras, es a la vez desmoralizador y engañoso. Podríamos estar extrayendo agua para los demás y al mismo tiempo ser, nosotros mismos, como cañerías oxidadas. No hay nada más triste que esto. El Señor dice: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. No dice extraiga. La verdadera fuente y el poder de todo ministerio en la Iglesia, se hallará siempre al beber nosotros mismos del agua vivificante y no al extraerla para los demás. El Señor sigue diciendo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:37-38). Es necesario que permanezcamos muy cerca de la fuente eterna, el corazón de Cristo, y beber de ella largos sorbos y continuamente. De ese modo nuestras propias almas se refrescarán y serán enriquecidas; ríos de bendición correrán de ellas para refrigerio de los demás, y raudales de alabanzas subirán al trono y al corazón de Dios por Jesucristo. Éste es el ministerio cristiano; el cristianismo mismo; y toda otra cosa carece absolutamente de valor. 2. “Ten cuidado de la doctrina” Detengámonos ahora un momento en el segundo punto de nuestro tema; me refiero a la doctrina o la enseñanza; esta última palabra expresa el verdadero sentido del original. ¡Cuántas cosas se encuentran encerradas allí! “Ten cuidado de la enseñanza.” ¡Qué solemne advertencia! ¡Cuánto cuidado y qué santa vigilancia se requieren! ¡Cuánto se necesita esperar en Dios con oración y con perseverancia, para saber lo que hay que decir y la manera de decirlo! Sólo Dios conoce el estado y la necesidad de las almas. Nosotros no sabemos lo que necesitan. Podríamos ofrecer “alimento sólido” a los que sólo son capaces de “beber leche”, y ocasionarles así un positivo perjuicio. El apóstol dice: “Si alguno habla, sea conforme a la Palabra de Dios” (1. ª Pedro 4:11;). No dice: «Hable conforme a palabra de hombre o a las palabras de Dios». Un hombre puede levantarse en la asamblea y hablar durante una hora, estando cada una de sus palabras en estricto acuerdo con la letra de las Escrituras, y, sin embargo, no haber hablado de ningún modo la voz de Dios —como vocero o portavoz de Dios—. Puede haber presentado la verdad, pero no la verdad que se necesitaba en ese momento. Todo esto es muy solemne y nos hace sentir la seriedad de la advertencia del apóstol: ¡“Ten cuidado de la enseñanza”! ¡Qué urgente necesidad tenemos de ser despojados de nosotros mismos, para depender por completo del poder y la dirección del Espíritu Santo! En esto estriba el precioso secreto de todo ministerio eficaz, sea oral o escrito. Alguien podría hablar durante horas y escribir muchos volúmenes sin decir o escribir nada que sea anti escriturario, pero si no lo hace en el poder del Espíritu, sus palabras sólo serán metal que resuena o címbalo que retiñe, y sus volúmenes un montón de papel de desecho. Necesitamos permanecer más a los pies del Maestro y abrevarnos más de su Espíritu; es necesario estar en comunión con su corazón lleno de ese amor que tiene por los preciosos corderos y ovejas de su rebaño. Entonces nuestras almas estarán en condiciones de dar el alimento en el tiempo conveniente. (El Señor se maravillaba de que los religiosos de aquella época hablaran tan bien siendo tan malos como EL sabía y ahora pasa lo mismo) Sólo el Señor sabe exactamente lo que sus amados necesitan a cada instante. Nosotros quizá podríamos sentirnos profundamente interesados en un orden especial de verdades y juzgar que eso es lo que le conviene a la asamblea, pero podemos equivocarnos por completo. No es la verdad lo que nos interesa, sino que lo que tenemos que presentar es la verdad que responde a las necesidades de la asamblea, y para hacerlo es necesario esperar constantemente en el Señor de toda gracia. Deberíamos fijar nuestros ojos en Él, con tesón y con simplicidad, y decirle: «Señor, ¿qué quieres que les diga a tus santos amados? Dame el mensaje que les conviene.» Entonces el Señor se serviría de nosotros como canales suyos; la verdad fluiría de su amante corazón a los nuestros, y de allí se derramaría en los corazones de los suyos, según el poder de su Espíritu. ¡Ojalá que esto fuese así para todos los que hablan y escriben para la Iglesia de Dios! ¡Qué resultados podríamos esperar! ¡Qué poder, crecimiento y manifiesto progreso en la vida divina se vería! Los verdaderos intereses del rebaño de Cristo serían el objeto de todo lo que se dice o se escribe. No habría nada equivocado; no se presentaría nada extraño ni nada que cause sobresalto o asombro. De los labios o de las plumas sólo brotaría lo que es sano, sobrio y oportuno. Sólo se oirían “sanas palabras” (1. ª Timoteo 6:3; 2. ª Timoteo 1:13), que no pueden ser condenadas; y se presentaría únicamente lo que es bueno para la edificación. Que en toda la Iglesia de Dios cada obrero se aplique a sí mismo la advertencia del apóstol: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina (enseñanza)... pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” “Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2. ª Timoteo 2:14-15)

jueves, 11 de agosto de 2016

ENCOMIENDA TU CAMINO EN DIOS CONFÍA EN EL Y EL HARÁ.

EN QUIÉN ENCOMIENDAS TU CAMINO… ¿EN VOS MISMO, O EN EL MUNDO, O EN TU CAPACIDAD, O EN TU TRABAJO O PROFESIÓN, EN TUS FAMILIARES, O EN AMIGOS, O EN ABOGADOS O JUECES, O EN MÉDICOS, O EN UN DEPORTE, O EN TU IGLESIA, O EN EL GOBIERNO DE TU PAÍS, O EN TU PASTOR O EN TU ESPIRITUALIDAD…, O EN DIOS? FUE BASTANTEMENTE CLARO JESÚS CUANDO DIJO “YO SOY EL CAMINO…., NADIE VIENE AL PADRE SINO ES POR MI. SEGURAMENTE DECIMOS RÁPIDAMENTE EN DIOS LÓGICAMENTE HE ENCOMENDADO MI CAMINO…, PERO LOS RESULTADOS DE NUESTRO CAMINAR NO SON COMPATIBLES A LOS DE LAS PROMESAS QUE HEMOS RECIBIDO DE PARTE DEL SEÑOR… ¿ENTONCES? BUENO, PUEDE OCURRIR DOS COSAS…, QUE NUESTRA FE ES PUESTA A PRUEBA O ESTAMOS COSECHANDO LO QUE HEMOS SEMBRADO ¿Y COMO DISCERNIR AMBOS CASOS? PRIMERO: PRUEBA DE FE Santiago 1:2-3 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. O SEA LA PRUEBA DE FE PRODUCE GOZO… Y SEGUNDO: COSECHA COMO HEMOS SEMBRADO… COSECHAMOS… Gálatas 6:7-9 Dios Habla Hoy 7 No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, se cosecha. 8 El que siembra en los malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte. El que siembra en el Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna. 9 Así que no debemos cansarnos de hacer el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. O SEA EL QUE SIEMBRA PARA LO QUE NO ES DE DIOS PRODUCE CONFUSIÓN, MUERTE Y TRISTEZA ESPIRITUAL MIENTRAS QUE LA SIEMBRA PARA EL ESPÍRITU PRODUCE VIDA, PAZ Y GOZO EN EL ESPÍRITU SANTO… ¿QUE SENTÍS EN ESTOS MOMENTOS QUE ESTAS EN PRUEBA O EN COSECHA….?

miércoles, 20 de julio de 2016

ALGÚN DÍA ME PREGUNTARAN: ¿”POR QUE SOPORTASTE ESO”?

PARA CUANDO ME PIDAN AGUA YA YO CONOZCA LA SED. PARA CUANDO ME PIDAN COMIDA YO YA CONOZCA EL HAMBRE. PARA CUANDO ME ENCUENTRE EN UNA SITUACIÓN DIFÍCIL, RECORDAR QUE YO PASE SITUACIONES PEORES Y LAS SUPERÉ. PARA RECORDAR Y VALORAR LAS COSAS SIMPLES, COMO TOMAR UN BAÑO O TOMAR UNA CAMA CALIENTE AUNQUE QUE JESÚS NO TUVO NI ALMOHADA PARA RECOSTAR SU CABEZA. Y TENER SIEMPRE PRESENTE QUE EL SUFRIMIENTO ES PASAJERO, PERO EL APRENDIZAJE ES PARA SIEMPRE. Hebreos 4:15Reina-Valera 1960 (RVR1960) 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. JESUCRISTO ES MI SUMO SACERDOTE… ¿ES TU SUMO SACERDOTE TAMBIÉN? JESUCRISTO ES MI MEJOR AMIGO… ¿ES TU MEJOR AMIGO TAMBIÉN? JESUCRISTO YA ANDUVO POR EL CAMINO QUE TENGO QUE HACER Y POR ESO ES MI GUÍA… ¿ES TU GUÍA TAMBIÉN? JUAN 15:13-15 13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. FELIZ DÍA DEL GRAN Y ÚNICO AMIGO: ¡JESUCRISTO! Y DE TODOS LOS QUE ANDAN EN EL. GLORIA AL PADRE, GLORIA AL HIJO Y GLORIA AL ESPÍRITU SANTO.

domingo, 19 de junio de 2016

¿QUÉ SE LE PODRÍA REGALAR A DIOS EN EL DÍA DEL PADRE?

FELIZ DÍA DEL PADRE A TODOS LOS QUE DE UNA FORMA U OTRA HAN CUMPLIDO CON ESTE ROL TAN IMPORTANTE Y SI NO HEMOS LLEGADO…, PIDÁMOSLE A DIOS QUE NOS ENSEÑE COMO SACAR DE DENTRO NUESTRO ESE PADRE PERFECTO PARA LA GLORIA DE EL Y EL BIEN DE NUESTRO HIJOS. ESE PENSAMIENTO LO TENÍA ANTES CON MI PADRE BIOLÓGICO Y LÓGICAMENTE SU REPUESTA ERA DE QUE YO ESTUVIERA BIEN…, CREO QUE ES EL PENSAMIENTO DE TODO PADRE…, AHORA HOY EN EL DÍA DEL PADRE DESPERTÉ CON ESE PENSAMIENTO EN UNA ORACIÓN MEDITADA Y BUENO VIENEN ESAS RESPUESTA DE QUE TODO ES DE DIOS Y TRATAR DE REGALARLE ALGO QUE VA A SER DE EL…, NO ME DEJABA CONFORME…, SIN EMBARGO EL GRAN DIOS DE LAS SORPRESAS SIEMPRE PERO SIEMPRE TIENE UNA RESPUESTA PARA SUS HIJOS…, SIENTO QUE EL ME DICE QUE ES VERDAD TODAS LAS COSAS SON DE EL Y NOS LA HA DADO PARA SU GLORIA Y BENEFICIO NUESTRO PERO HAY UNA COSA QUE NOS HA DEJADO A NUESTRO CRITERIO DE USO…: LA LIBERTAD DE ALBEDRÍO DE OTRA MANERA NOS HUBIERA HECHO UNA CUERDA CON UN MOTORCITO Y NOS MANEJARÍA A SU ANTOJO. NUESTRA DECISIÓN. Y ME LLEVÓ A UN PASAJE DE LAS SANTAS ESCRITURAS LUCAS 15:11-32 7 Al fin se puso a pensar: “¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! 18 Regresaré a casa de mi padre, y le diré: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; 19 ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a uno de tus trabajadores.” 20 Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre. EL HIJO PRODIGO SE DECIDIÓ POR VOLVER A LA CASA DEL PADRE Y ES ESA LA MEJOR DECISIÓN Y ES EL MEJOR REGALO QUE SE LE PUEDE HACER A DIOS COMO PADRE NO SOLAMENTE EN ESTE DÍA SINO EN TODOS LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA. Y ME DIJO ALGO QUE ME HIZO ESTREMECER HASTA LO MAS INTIMO DE MI SER…: DECILE A MIS HIJOS QUE SE FUERON COMO EL PRODIGO QUE YO ESTOY SENTADO EN LA PUERTA DE CASA ESPERÁNDOLOS MIRANDO HACIA EL CAMINO POR DONDE SE FUERON QUE SE DECIDAN A VOLVER DESDE DONDE SEA QUE YO LOS VOY A TRAER… ¡FELIZ DÍA PADRE MIO!

jueves, 26 de mayo de 2016

ORACIÓN QUE VALE…, Y ES A NUESTRO FAVOR…, GRACIAS A DIOS.

Juan 17:11 11 »Yo no voy a seguir en el mundo, pero ellos sí van a seguir en el mundo, mientras que yo me voy para estar contigo. Padre santo, cuídalos con el poder de tu nombre, el nombre que me has dado, para que estén completamente unidos, como tú y yo. La hizo Nuestro Señor Jesucristo y no me cabe la menor duda que fue, es y será así. ¡CUIDADOS! Acá el Señor tiene que hacer el viaje que todos esperamos hacer algún día…, o sea a la mismísima presencia de Dios. Hasta ese momento El estaba a cargo muy diligentemente del rebaño…, pero tiene que pasar a otra etapa en su vida y podríamos decir a la final… Ahora, como El conoce a su rebaño sabe que la reacción del mismo no iba a ser muy tranquila que digamos ante su ausencia; acá como en toda Santa Escritura hay varias lecturas pero miremos la siguiente: El se elevaba pero no nos dejaba huérfanos o sea le pidió Al Padre que nos cuidara…, sigamos fijándonos a quién le pidió… ¡AL PADRE! A alguien que única y realmente merece toda nuestra confianza y que llevaría más que a la perfección esa acción. Para esto debía llegarnos Dios en una de las manifestaciones mas sublimes de su existencia y que con El mismo siguiera teniendo el control de TODO… ¡Gloria a Dios! Por su ¡Espíritu Santo! Con ésta manifestación se cumpliría todo lo anunciado por miles de años desde el principio de todas las cosas o sea todas las profecías, promesas, enseñanzas y obra del Señor con su verdadero significado; se instalaba más perfectamente el Reino de los Cielos con todos sus cuidados para la Iglesia del Señor Jesucristo. Pero hay una condición…: Hay que pertenecer al Señor Jesucristo para que se cumpla esta palabra… ¿como sabemos? Hay que vivir en contacto con nuestro Salvador y Señor Jesucristo sintiendo su presencia siempre y si no es así buscarlo permanentemente como cuando buscamos algo que queremos mucho…. A EL sea la gloria, honra y poder por los siglos de los siglos. Amén.