domingo, 21 de agosto de 2016

EL SEMBRADOR SALE A SEMBRAR PERO… ¿PARA DONDE SIEMBRA? PARA LA CARNE O PARA EL ESPÍRITU

Gálatas 6:7-9 Primeramente debo compartir lo que Dios me ha estado enseñando en estas últimas semanas a través de su palabra. Una de las cosas que más me interesa en esta vida, es poder agradarle a Dios, sé que así como yo, piensan ustedes, que joven o grande no quisiera agradar a Dios. En pocas palabras, mi anhelo es ver sonreír a Dios, ver que él se agrade de mi vida y no solamente que él se agrade, sino que yo también pueda vivir esta vida sin ningún peso de conciencia, es decir no quisiera acercarme a Dios siempre para pedirle perdón, sino más bien para conversar tranquilamente. (aunque siempre vamos a estar en inferioridad de condiciones…) La única manera que esto pase, es viviendo en santidad, y ¿qué es lo que no nos deja vivir en santidad? La respuesta es el pecado. Desarrollo. I. La Semilla del Pecado Dios en Su palabra, habla de diferentes tipos de semillas, que para que den fruto, necesitan obligatoriamente un terreno, para el crecimiento de las mismas. La Biblia habla de: • La semilla de la Palabra de Dios. • La semilla de la fe. • La semilla de nuestro dinero, entre otras. Debemos entender que todas estas semillas, obran de acuerdo a la ley de “La Siembra y la Cosecha”. Veamos dos cosas que nos enseña la ley de la siembra y la cosecha. • Lo que se siembra, eso es lo que se cosecha. (Por ejemplo, si siembras una semilla de mango, obligatoriamente cosecharas mango. Nunca, mientras siembres mango , cosecharas patilla, es imposible) • Toda siembra tiene que tener un tiempo para la cosecha. El pecado como semilla. ¿Es el pecado una semilla? Claro que si, según Gálatas 6:7-8, entonces la semilla del pecado debe obligatoriamente obrar de acuerdo a la ley divina de la siembra y la cosecha. Es decir, siembras pecado y cosecharás hábitos, costumbres y prácticas pecaminosas, todo a su debido tiempo. II. ¿Cómo es que esto ocurre? Claramente el Apóstol Pablo, nos enseña que el pecado es una semilla que es sembrada en nuestra carne con el fin de dar un fruto pecaminoso. Veamos el siguiente ejemplo de cómo se puede cosechar un fruto pecaminoso: Resulta que un día Mario decide en su corazón irrespetar a su novia Sheila, en el mismo instante que él propuso su corazón a hacer tal pecado, la semilla pecaminosa fue sembrada en su carne. Resulta que Mario impulsado por la semilla pecaminosa que ha sido sembrada en su carne, trata de irrespetar a su novia pero rápidamente siente un remordimiento de conciencia de parte del Espíritu Santo y dicho remordimiento lo lleva a pedir perdón por ese pecado. Pero días más tarde vuelve a venir el mismo impulso de pecado y una vez más cae en lo mismo pero con un poco mas de intensidad, casi al borde de caer, el Espíritu Santo actúa y libra a Mario y a Sheila de tal error, vuelve a pedir perdón por el mismo pecado y comienza de nuevo. Una semana más tarde, Mario y Sheila, se encontraban solos en su casa, y de inmediato el mismo impulso pecaminoso regreso al corazón de Mario y de Sheila, esta vez el ambiente se puso más difícil, aquel impulso sexual que semanas antes había sido sembrado en el corazón de ellos, llegaría a su clímax más intenso, el Espíritu Santo, trato de actuar, como las otras veces, pero era demasiado tarde, ya la semilla que fue un día sembrada, produciría el fruto. Analicemos este caso: • Primero, todo comenzó con un pensamiento. • Luego, dicho pensamiento fue sembrado en el corazón carnal • Se pide perdón, pero no decide arrancar de su vida el pecado. Tenemos que entender, que el pedir perdón es importante, pero la pregunta es ¿Por qué siempre pedimos perdón por el mismo pecado? La respuesta es, que dicho pecado esta sedimentado en la carne, y hasta que no lo arranquemos de raíz y empecemos a trabajar para que nunca se repita, no alcanzaremos la victoria y la libertad que tanto deseamos. III. ¿Qué tenemos que hacer? La Carta a los Hebreos 12:1, dice: “Despojémonos del peso y del PECADO que nos ASEDIA (acorrala, encierra, bloquea, cierra) y corramos la carrera que tenemos por delante” Es importante saber el significado literal de la palabra Asedia en Hebreos 12:1 Asedia: acorralar, encerrar, bloquear ¿Qué nos quiere decir esto? • Todos tenemos un pecado que no nos deja correr con libertad hacia la santidad • Ese pecado que nos asedia, yo lo llamo: “EL PECADO FRECUENTE” Todos cometemos errores y fallamos, pero siempre va haber un pecado que se repite una y otra vez, ese pecado que siempre le lo llevamos al señor todos los días, y le prometemos incluso a Dios que lo vamos a dejar, pero al final, volvemos a caer en lo mismo. • Ese pecado frecuente, la Biblia lo llama: “ATADURA” La atadura es algo que nos mantiene atados a siempre cometer el mismo error, ese pecado frecuente o atadura que lógicamente son actitudes sin fe y por dejar de hacer todo lo bueno que debemos hacer como naturaleza del vivir cristiano y por no andar como anduvo Jesús… IV. Santidad vs. Pecado. Debemos vivir hoy más que nunca en una santidad extrema, no “SANTURRONERÍA”, sino santidad genuina. Vivir en santidad no es dejar de hacer cosas prohibidas, vivir en santidad es el resultado de estar cerca del señor, al estar cerca del Señor, todas las cosas del mundo son una porquería, no hay nada mejor que vivir en santidad. El Apóstol Pablo sabía lo que era vivir en cuerpo de muerte o sea programado para el pecado y lo débil que somos ante esa lucha para lo cual ante su ruego por tres veces de ser protegido le dijeron que le bastara La Gracia del Señor porque ahí se fortalecería en El, nunca iba a ser fuerte por sus propios medios o fuerza de voluntad sino andando con Cristo en todo momento y sirviéndole. En vez de sembrar semilla de pecado en nuestra vida, sembremos semilla de vida, como la oración, la comunión, la palabra, la alabanza, la adoración y veremos que cosecharemos frutos de bendición, pidiendo oportunidades para presentar el mensaje del Reino de los Cielos junto a la realización de obras vivas en las que Dios sea glorificado, ya no nos acercaremos a Dios, cabizbajos y apenados por el pecado, sino que nos acercáremos para verdaderamente conversar con él, sé que siempre vamos a fallar, pero no por el mismo pecado, si somos libres, actuemos como libres, y que el pecado no nos mantenga esclavizados. El Apóstol dijo: no digo que sea perfecto pero una cosa hago…, prosigo al blanco… y lo que ando lo ando en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.

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