domingo, 22 de junio de 2008

SAUL ES DESECHADO

Dios desecha a Saúl como rey sobre Israel. A él y a su descendencia, aunque seguirá gobernando por algunos años más. ¿Por Qué? ¿Es tan grave lo que ha hecho? Si: quiso hacer su propia voluntad.
¡Triste historia la de Saúl! Ungido, luego desechado. Finalmente, atormentado por demonios, y lleno de celos homicidas hacia David. Su vida concluye delante de sus enemigos. No hay voz de Dios para él. Vive en conflicto y tormento interior. Queda acorralado por los que le persiguen. En pleno campo, herido y a punto de perder la batalla, le dice a su escudero: “saca tu espada y mátame.” El escudero no se atreve, y dado que en su orgullo él no puede permitir que sus enemigos lo maten, clava el puño de su espada en la tierra y se arroja sobre ella. Así termina la vida de un hombre que quiso vivir como mejor le parecía, no reconociendo al Señor como la autoridad suprema de su vida.

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