miércoles, 21 de mayo de 2014

EL CUERPO DE CRISTO

Cuando observo el campo sin arar, cuando los aperos de labranza están olvidados, cuando la tierra esta quebrada y abandonada. Cuando miro tantos niños abandonados, tantos hermanos que lloran , tantas guerras. Cuando miro las lagrimas , la baja estima , la tristeza , los odios , el inconformismo ....... me pregunto: ¿DONDE ESTÁ EL CUERPO DE CRISTO?. Cuando observo la injusticia, la corrupción, el que explota al débil. Cuando veo al prepotente y pedante, enriquecerse del ignorante y del pobre, del obrero y del campesino carente de recursos para defender sus >derechos, me pregunto: ¿DONDE ESTA EL CUERPO DE CRISTO?. Cuando contemplo a esa anciana olvidada, cuando su mirada es nostálgica y balbucea aún palabras de amor por el hijo que la abandonó, me pregunto: ¿DONDE ESTÁ EL CUERPO DE CRISTO?. Cuando miro a ese joven, antes fuerte y decidido, ahora embrutecido por la droga y el alcohol. Cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y ahora con harapos, sin rumbo, sin destino; me pregunto: ¿DONDE ESTA EL CUERPO DE CRISTO?. Cuando esa chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar la existencia y en su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo; me pregunto: ¿DONDE ESTÁ EL CUERPO DE CRISTO?. Cuando aquél pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico o su miserable cajita de dulces sin vender. Cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán o debajo de algún puente titiritando de frío, con unos cuantos periódicos que cubren su frágil cuerpecito. Cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo veo sin esperanza vagar con la única compañía de un perro callejero, me pregunto: ¿DONDE ESTÁ EL CUERPO DE CRISTO?. Y me enfrento a él y le pregunto: ¿DONDE ESTÁ TU CUERPO SEÑOR?, para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados. . Después de un largo silencio, escuché su voz que me reclamó: ¿No te has dado cuenta que TÚ eres parte de mi cuerpo?. ¡Atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar las estrellas!. . Y entonces comprendí que el cuerpo de Cristo somos TÚ y YO. Nosotros somos los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y más justo, aquellos cuyos ideales sean más altos que no puedan acudir a la llamada del destino, aquellos que desafiando el dolor, la crítica, la blasfemia, se reten a sí mismos para ser el cuerpo de Cristo. . Señor, ahora me doy cuenta de que mi vida no ha dado lo que debería dar. Te pido perdón por el amor que me diste y que no he sabido compartir. Sé que la debo usar para amar y conquistar la grandeza de la creación. El mundo necesita de tu cuerpo y Espíritu lleno de ideales y estrellas, cuya obra magna sea contribuir día a día a forjar una civilización. Un cuerpo que busque valores superiores, que comparta generosamente lo que Dios nos ha dado y pueda al final llegar vacío al cielo porque entregó todo el amor para el que fue creado... Y entonces Dios seguramente dirá: ESTE, ¡ES MI CUERPO!. Bendice tu CUERPO para servirte como tu quieras... PADRE ETERNO EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO....

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