martes, 8 de julio de 2014

INSTRUYE AL NIÑO EN SU CAMINO, Y AÚN CUANDO FUESE VIEJO NO SE APARTARÁ DE EL

Debemos enseñarle a nuestros hijos que deben de ser muy cuidadosos con lo que dejan entrar a través de la puerta de sus ojos, sus oídos y mentes. Debemos mostrarles que la mente es una cámara que grabará todas las cosas, buenas y malas, de las que ellos tomen fotos. El trabajo de Satanás es el de tomar posesión continua de nuestra juventud, hasta que tenga a la mayoría para poder trabajar. Enseguida, destrucción seguirá. Los siguientes son dos pasajes de las escrituras, los cuales todo niño necesita memorizar: 2 de Corintios 10: 4 -6: "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levante contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta". 1 de Pedro 5: 8-9 nos dice: "Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Además de esto, debemos dirigir a nuestras familias al conocimiento de que se nos ha dado toda autoridad sobre el enemigo y sus malignos caminos: Mateo 18:18: "De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo." Mateo 12:29: "Porque, cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa." Lucas 11:21-22 "Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín." Después de esto, necesitamos entender que poseemos otra fuente de poder sobre este enemigo. En respuesta a las acciones santas del Padre, Dios proveerá un manto protector sobre la familia. Como padres necesitamos vivir una vida santa y sin culpa delante del Señor y de nuestros semejantes en este mundo. Mateo 6:33 nos dice: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas." Dios nos dice, como Pablo le dijo a Timoteo en 2ª de Timoteo 2:4 "Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquél que lo tomó por soldado." Nuestras familias necesitan ver que nos hemos enlistado en el ejército de Cristo, y que El quiere que nos separemos de los enredos y afanes del estado presente que existe en la tierra. Si realmente queremos construir un fundamento, con la ayuda del Señor, tenemos que poseer algunas características de Job. Veamos su situación y observemos lo que fue la conversación entre Dios y Satanás. El siguiente es el testimonio de Job: El varón era perfecto y justo. Tenía temor de Dios. Se mantenía apartado de hacer el mal. Este hombre era el más grande entre los hombres del Este. Se podía levantar temprano de mañana a orar y ofrendar por toda su familia. Job hacía esto continuamente. Dios le dijo a Satanás que no había otro hombre como Job sobre la faz de la tierra. Satanás reconoció que Dios había puesto un manto alrededor de su varón, sus posesiones y todo lo que tenía a su alrededor. En otras palabras, Satanás no podía tocar a Job si Dios no retiraba ese manto. Satanás declaró que Dios había bendecido el trabajo de las manos de Job, y sus posesiones en la tierra se habían incrementado. Este es el tipo de testimonio que Dios quisiera de cada uno de nosotros. Cuando nos conducimos en la santidad de Dios como Job lo hizo, entonces el enemigo no nos puede tocar sin la autorización del Señor. Pero, si estamos escuchando al Padre en obediencia y siguiendo su voluntad, El no tendrá necesidad de usar al enemigo para guiarnos a su voluntad. Debemos recordar que nosotros tenemos un mejor pacto que el que se tenía en el tiempo de Job. Nosotros tenemos la sangre, la cruz y el Espíritu Santo viviendo continuamente en nosotros. Tenemos la palabra de Dios escrita para usarla como espada y escudo. Dios dice que El nunca nos dejará o desamparará. Jesús continuamente intercede por nosotros en los cielos. Con todo esto a nuestro favor, y andando en su verdad y voluntad, podemos confiar que Él ha puesto su manto sobre nuestra familia, para que podamos ser los benditos de Dios.

No hay comentarios: